Kings' College ©

Cap 1: Kings' College.

POV. Cleare Davies.

- Es normal que un puñado de jóvenes quieran divertirse y hacer de las suyas. Srta. Davies. - Dice el Rector del Kings College, una universidad privada. Institución de educación superior de gran renombre y prestigio, ah y es dirigido solo para el sexo masculino.

Kings College es una universidad de investigación grande y altamente residencial. El Costo de la asistencia es alto, pero permite ofrecer una dotación de generosos paquetes de ayuda financiera, opera varios museos de arte, cultura y ciencia, junto a numerosas bibliotecas distribuidas por todo el campus.

Entre los ex alumnos del Kings College se comprenden billonarios vivos, 33 premios nobel. 4 medallas fields y 3 ganadores del premio turing, además de 6 premios de la academia, 57 medallas olímpicas. En los rankings mundiales Kings College ha sido catalogado siempre entre las 10 mejores universidades del mundo.

Todo esto claro sin tomar en cuenta el Machismo, el sexismo, discriminación, discriminación de género, siendo solo una universidad para hombres, entonces la cosa no suena tan profesional y bonita.

- ¿Que hayan abusado sexualmente, y causado el suicidio de una joven de la Universidad de Queensland, es solo diversión? - Endurecí mi rostro.

- Usted, lo ve de esa manera, pero ¿Acaso uno de mis jóvenes fue y le dio la cuchilla a la chica? ¿O fue uno de ellos a empujarla? - Mi mandíbula se tensó casi al instante.

- Claro que no señor, por eso mismo he dicho que fue un suicidio, no un homicidio. - Digo viéndolo seria, cruzando mis brazos sobre mi pecho. - Lo que estoy diciendo es que me gustaría que abriera una investigación en su campus. Sr. Miller. -

- Eso ya lo hizo la policía Srta. Davies. Y ellos no siguieron su investigación porque seguramente no lo creyeron Necesario. - Dijo, y una de sus cejas denotaba que le molestaba el asunto.

- Sabe Sr. Si usted está encubriendo a uno de sus estudiantes, o si está encubriendo la evidencia, es ilegal. No quiero recordarle que está vulnerando la capacidad del estado como para hacer un juicio Justo. - El hombre casi se echaba a reír, pude ver la burla y arrogancia en sus ojos.

- Me he graduado con un Doctorado en Ciencias Jurídicas, Srta. Davies. Se lo que tengo que saber. Sobre su solicitud de investigación en la universidad esta demás decir que esta denegada. No veo que tenga un solo buen objetivo con su tema de investigación. -

- ¿Qué? ¿Le preocupa que haga la investigación? - Negó viéndome serio.

- No veo que sea provechoso. - Negó de mala gana.

- Bueno, creo que esta demás seguir con esto. - Dije suspirando cansada. Levantándome del odioso asiento acolchado.

- Así es señorita, nuestra universidad sigue con los requisitos al pie de la letra, así como sus bases formadas desde hace más de 52 años. Créame esas bases no dejarán que se derrumben las columnas solidas de nuestra universidad. -

- Sr. Miller no estoy buscando derribar las columnas solidas de la universidad, pero parece que los cimientos y sus columnas no son muy firmes si una simple investigación hace que esos cimientos tiemblen ¿Sabe? - Le sonreí, tomando la mano áspera del hombre engreído frente a mí.

- Espero se resuelvan sus problemas señorita, y no tenga la necesidad de tener que presentarse a nuestras instalaciones otra vez. - Dijo este sosteniendo mi mirada.

- Creo que eso no podrá ser señor, definitivamente volveré a verlo. Y espero en ese entonces usted entienda mi punto de vista. Hasta entonces. - Me giré tomando mis papeles. Caminando hacia la salida.

En el camino me cruce con algunos chicos del alumnado, hombres, quienes no paraban de pasar sus ojos atrevidos, con una mirada libidinosa sobre mi cuerpo. Esa no era una universidad con una buena ética. Me dio asco simplemente respirar el mismo aire que todos ellos.

Según tenía entendido en su mayoría eran hombres trabajando aquí a excepción de unas pocas secretarias, y en este caso según tenía entendido la vice-rectora era una mujer, y era una vergüenza que siendo ella mujer las cosas resultaran así. Antes de irme, pisando el último escalón, escuche la voz femenina de esta misma. Una Mujer entre los 30 años de edad con el cabello castaño liso.

- Srta. Davies. ¿Pudo encontrar una solución al problema? - Me habló relativamente bajo.

- No Srta. Anderson. - Negué. - Parece que el rector esta mas empeñado en seguir mostrando la buena reputación que mantiene hasta la actualidad la universidad. - Dije sincera. Me miro suspirando. Y me abrazó de la nada, poniéndome algo en el bolsillo delantero de mi chaqueta.

- Llámeme el sábado, veré en que le puedo ayudar. - Me susurro al oído. Mientras yo asentí rápidamente. - Bien Srta. Davies. Es una lástima que no le seamos de mucha ayuda. - Hablo fuerte, mientras logre ver por el rabillo del ojo a una secretaria que nos prestaba atención.

-Muchas gracias de todas maneras. - Hable yo también retirándome. Fui alestacionamiento del campus, todo lo rápido que me permitían los tacones altos.Cuando estuve dentro de la camioneta cerré. Y vi dentro de mi bolsillo. Latarjeta de presentación de la Sra. Anderson. Con su número privado de celular.

Conduje hasta mi apartamento.