Té morado y antiguo.

Viendo El Rostro Oxidarse

veo el rostro oxidarse,
el rostro de la verdad,
el verdadero rostro de la muerte,
perteneciente al metal más lujoso del mundo de tu sonrisa

sé de dónde se escapa y no puedo seguirla,
para el que naufraga en sus lágrimas esta miseria es su salvación,
una música desgarradora que suena a ponerle boca al corazón
y que desmiembra cada minúscula parte de lo que quedaba de amor

sabiendo que vivimos en un mundo injusto y sin remedio
siendo esclavos de un sistema que se toma como imperio
y una ansiedad que me controla jugando con la testosterona y el miedo
lo siento, papá, querías que fuese fuerte y no lo estoy siendo

tirando mierda apretando el gatillo, juego de vida o muerte con el balazo
con los brazos recorridos por algunos trazos
y un sentimiento escaso
fue al psiquiatra pidiendo ayuda y apenas me dieron un abrazo

y ahora imagínate esta situación de nuevo
tu intentando contener las lágrimas en el funeral de tu abuelo
diciéndole a tu familia hermosa, con voces temblorosas, tu padrastro y su esposa
que te violó un chaval que va a tu clase y hace un par de años te acosa

la pistola en mi boca
eso sí que coloca
ni maría ni ropa
me alejé de la coca

yo he sabido lo que se siente despertar y desear no haberlo hecho
y que el mundo que antes te comías se te caiga encima
la presión en el pecho
con un sólo golpe fuerte lleno de dolor
y que la peor parte del día ahora sea ver salir el sol

no me digas que no sé cómo se siente sufrir
si no tienes motivos para rezar por morir
nací para algo pero nunca lo entendí
así que me tiro al vacío, junto a todo lo que te di

el día que mi abuela tuvo más de dos enfermedades mortales
se curó del cáncer
sin salir del hospital, por culpa de la quimio metida en trance
y le sudó la polla y siguió hacia adelante

temo más por mí mismo que por ti
no es cuestión de la edad, sino de morir
que me mate una sobredosis, voy por el séptimo ribotrill
estoy desmayándome en la acera pensando en ti

su carácter me resulta familiar,
como si antes le hubiese visto en algún lugar,
me cago en mis muertos, me empiezo a agobiar
con un diazepam bajo la lengua sigo adolorido y no parece que vaya a parar

vivo incomprendido gracias a errores estúpidos,
momentos únicos,
aspecto de vagabundo depresivo y una actitud propia de un músico
auténtico hijo de puta semejante a los Looney Tunes

con todas estas historias que ya no tienen fin, que parecen no acabarse
y todas estas mierdas que hacen que ya ni desayune
me ves feliz porque sonrío los lunes?
será porque ya todos los días se me hacen iguales,
dale.