el muro de lewis

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En el 2030 como ya debes saber la guerra se desato todo el mundo buscaba refugios, Lewis al ver toda la agonía y desesperación de la gente decidió empezar a construir el pueblo, escogió un pequeño país que no todo el mundo conocía y las bombas no afectaban el lugar, mis padres al ser socios de los señores Lewis decidieron ayudar con el proyecto yo en ese entonces tendría unos dieciocho años cuando empezaron a idear una solución para salvar vidas humanas.

Una vez terminado los planos del como iba a ser construida la ciudad pusimos manos a la obra, decidí ayudar, el proyecto termino diez años después, en el 2073, mi padre y el señor Lewis empezaron a crear una forma de vida artificial, y hasta hoy, el año 2081 seguimos viviendo aquí, pero lo que no sabía era que mientras ellos trabajaban en eso también se dedicaban a crear una manera más fácil para controlar las personas y borrarles una parte de su vida, insertándoles falsos recuerdos del mundo de afuera para hacerles creer que a pesar de todo lo que ven y viven en esta ciudad es mejor de lo que era el mundo antes.

-y ¿mi madre?-pregunte temeroso-¿sigue viva?

-sí, ella está viva, fuera de estos muros luchando contra la vida con un numero bastante reducido de gente, fue expulsada por que trato de abrirle los ojos a tu hermano Lian él tenía catorce años en ese entonces y tu tenías cuatro, el día que desterraron a tu madre decidieron borrarte la memoria y hacerte creer que eres hijo único...

-y que le paso a mi hermano-dije con las emociones a flor de piel interrumpiendo a mi abuela.

-Lian, a él también le borraron la memoria y lo enviaron a otra familia donde decidieron hacerles creer que tu hermano es hijo de su sangre, para que se criaran por separado – mi abuela carraspeo cogiendo el vaso de agua que estaba sobre la mesa y decidió tomar un sorbo de esta –tu madre...- siguió – a ella no le borraron ningún recuerdo, decidieron expulsarla por el simple hecho de tratar de hacerles ver a la demás gente donde vive se considera un delito mayor y no se castiga borrando memorias o estableciéndole una nueva familia y una nueva vida si no que es castigado enviando a las personas a vivir fuera del muro como lo que le paso a tu mamá.

-y... ¿cómo puedo salir de acá en busca de ella?, ¿crees que si logro encontrar a mi hermano Lian logre convencerlo que su verdadero hermano soy yo?

-te puedo entregar los planos de la ciudad, para no ser descubierto, tendrías que pasar por los túneles subterráneos – hizo otra pausa volviendo a tomar más agua con cara pensativa – y lo de tu hermano... es algo difícil de aceptar, pero si logras traer a tu madre de vuelta estoy segura que él se acordara de todo – dijo con una cara sonriente – pero – su cara ensombreció – me temo que yo no estaré hay para cuando suceda ... moriré dentro de poco – empezó a llorar, yo no sabía cómo reaccionar mi abuela nunca había llorado en frente mío, siempre sonreía y trataba de hacerme ver el lado bueno de las cosas.

-abuelita gracias por estar ahí cuando lo necesite, te quiero mucho y estoy seguro que mi hermano y mi madre te extrañan mucho – nos levantamos de nuestros lugares para darnos un abraso – te quiero abuelita – le digo cuando la estoy abrasando más fuerte, nunca la he visto así y me parte el alma, de un momento a otro siento su cuerpo pesado tanto que no puedo sostenerla y la dejo en el piso, en ese momento me doy cuenta que ha muerto entre mis brazos – voy a encontrar a mi madre por ti.

Me levanto no sin antes coger una llave que mi abuela siempre llevaba en su cuello, voy hasta su cuarto y abro un pequeño cajón, de pequeño solía decirme que allí guardaba su más grande tesoro y deduje que se encontraban los planos en aquel lugar. Y pude dar por hecho que mi deducción es cierta, los cogí y subí hasta mi cuarto en busca de una mochila para guardar comida, una linterna un par de pilas, un par de cuchillos para defensa personal, una soga y agua, teniendo todo listo decido dejarle una nota a mi padre diciéndole que me quedaría a dormir en casa de mi novia para que no se preocupe tanto.

Saliendo de mi casa, empecé la búsqueda de la entrada al subterráneo más cercano, cerca de la avenida 8 encontré un alcantarillado por donde podría bajar.

Una vez abajo encendí la linterna y me dirigí a hacia la salida de la ciudad. Luego de caminar con un rumbo fijo y paso decidido.

durante no más de 10 horas, con hambre, sed y agotamiento de tanto caminar veo la luz al final del túnel, sé que al otro lado habrá algo muy nuevo para mí, algo a lo que le temía.

fuera veo a varios hombres con armas apuntándome, a un lado de ellos veo a una señora sollozar, está hablando, lo que logro entenderla es que no quiere que mantén a su hijo.

-mama- digo en un susurro antes de que las balas empiecen a atravesar mi cuerpo sin piedad.

EL MURO DE LEWISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora