»Habrá un día en que Dios te presente a una persona, y después de hablar con ella vas a llorar y decir bajito: “mi Dios, fue exactamente lo que te pedí en mis oraciones.”«
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»Habrá un día en que Dios te presente a una persona, y después de hablar con ella vas a llorar y decir bajito: “mi Dios, fue exactamente lo que te pedí en mis oraciones.”«