Feels

Cajetilla

Primero, uno.

Por Dios, ella tenia solo catorce años y ya tenia casi su vida definida, la obligaron a madurar, la vida, las experiencias la obligaron a ello.

Luego, otro.

Curiosidad, su mente justificaba todo con ello, solo era curiosidad, la cegaba, no veia la realidad.

Adiccion.

Depresion, histeria, estaba perdida, no sabia que hacer, solo le quedaba la coleccion de su padrastro de cientos de tipos de licores.

Curiosidad, seguia insistiendo, no su ambiente, no su pasado, no sus sentimientos, su emocion al punto del colapso, ella se seguia culpando, pero no lo dejaba. No lo hacia.

Primero, uno.

Luego, aquella adolescente solo se sentia sola, su mama ya no existia, su padrastro nunca lo hizo, y su padre ni hablar. Otra vez, la curiosidad le jugo una mala trampa.

Luego, otro.

¿Licor y ahora esas cajetillas con un olor horrible por su contenido? Pues si, el olor no le importaba, ni el fuerte ardor que dejaba despues en sus ojos, o el mareo, o aveces el dolor de cabeza. Si, solo tenia catorce ¿Y?  Solo tenia 7 cuando alguien cercano la intento matar y cuando sus propios padres le dijeron que era un error, ¿Porque si para esas experiencias no habia edad debia de haber para estas?  Lo disfrutaba, era lo unico que le importaba.

Adiccion.

Una tarde, aquella chica de cabello rizado llego del colegio. Se estaba dando cuenta que robarse algunos tragos de las botellas a escondidas ya no era suficiente, no le bastaba con combinar sus bebidas con el amargo pero placentero sabor del Ron, o llevar al colegio algo de Vino Blanco camuflado en botellas de colores como si solo fuera jugo.

No, no era suficiente. Alguna vez le ofrecieron de un pequeño palillo relleno, que estaba en una cajetilla, no lo acepto, para aquella epoca sus valores no se lo permitian. A la mierda los valores.

Aguantaba todo el tiempo, una chica travesti, con sexualidad cambiante, trastornos depresivos, ataques de panico, familia completamente catolica, colegio catolico, ambiente homofobico, traumas de infancia, sexo a temprana edad. Todo lo habia callado.

Asi que a la mierda. Agarro sus llaves, salio de su casa y se dirigio a la tienda. Aquella chica que con solo catorce ya habia vivido mas cosas que un adulto, y experiencias que no le correspondian. Que a nadie le correspondia.

 Con la excusa de que la mando a comprar su mama. Pidio una cajetilla de cigarros, un tomate, y unos sazonadores. En su casa las dos ultimas cosas sobraban, pero ella iba decidida a probar algo nuevo, y utilizaria las excusas a su alcance para lograrlo.

Lo consiguio. Y alli empezo su segunda experiencia a desicion propia.

Primero fue uno.

Luego fue otro.

Adiccion.