Capítulo II: Cosas extrañas

774 68 10
                                    

Iori simplemente le ignoró y se sentó junto a él, ya que su anterior lugar había sido ocupado por alguien más.

- Uh..?- el castaño miró hacia atrás confuso, como si buscara a alguien. Luego se tocó el rostro. - ¿Tengo algo en la cara?

Yagami se había quedado mirando atontado su rostro... Este se percató de su extraña actitud y río nervioso volviendo a fruncir el seño y observando a otro lugar.

- "Siguiente prueba: Kusanagi Kyo VS Bao"

El castaño se levantó de su asiento con orgullo olvidando lo recién pasado, de acercó a la arena y con un leve airecillo movió su flequillo fuera de su cara. La menor se acercó con la mayor inocencia posible e hizo una pequeña reverencia.

- Deberías ir a casa, pequeña.- bufó Kyo sin la menor intención de ofender.

- ¡¿ Te atreves a decirme "pequeña", idiota?! - Kyo no entendía a lo que se refería, bajo su mirada sin propósitos "fetichistas" y vio en su entrepierna un pequeño bultito que apenas si asomaba.

- ¿Dónde están tus padres?- pregunto desviando rápidamente la mirada.

- No se de lo que hablas... ¡No seas cobarde y lucha!

Las campanas de la arena sonaron, el menor hizo el primer ataque lanzando una esfera eléctrica, a lo que Kyo se cubrió dejándole sin tiempo de atacar. Se acercó corriendo a él, tomándole del abdomen y levantándolo sobre él, para luego lanzarlo a su lado izquierdo; el castaño se levantó con rapidez atacandole con tres golpes y finalmente tomándole del cuello y dejando escapar una potente llama de su mano. El menor no tardó en levantarse, se dirigió velozmente al castaño embistiendole, a lo que esté le esquivó.

-¡NO TE DEJES VENCER DE ESA MOCOSA, BASTARDO!- una voz pronunciada y grave le gritó desde el público.

Kyo miro sorprendido al pelirrojo que destacaba en la multitud, pues se había puesto de pie sólo para gritarle. Bao aprovechó su descuido para lanzarsele envuelto en una esfera de energía psíquica, tirándolo en lo que quedaba de la arena. Kyo se levantó sin tardar y se lanzó a el menor con un puñetazo cubierto de fuego, seguido de dos patadas aéreas que lo tiraron al suelo, dejándolo sin oportunidad y con el reloj encima, soltó una llama escarlata que se desplazó por el suelo hacia el chiquillo, corrió hacia él y le tomo de la cabeza dejando explotar una brutal llama.

- "¡Se acabó el tiempo!"

El castaño había ganado, teniendo un 20% de energía más.
Suspiró aliviado. Miro el pelirrojo quien le observaba sonriente, el castaño se extraño de dicha reacción. Devolvió simpáticamente el gesto, prontamente este volvió en sí y frunció el ceño tratando de comunicar la poca importancia que finjia tener. El castaño solo río y volvió a sentarse junto a él.

-¿Y bien?- le miró sarcástico.- ¿A qué se debió eso?

Iori se hizo ignorante.

-¿De que hablas?- giró su cabeza al lado opuesto con frustración, que vergonzoso fue eso.- Casi te aplasta esa mocosa. ¿Que dirían del Sr. Kusanagi si hubiese sucedido?

Lo último le había dicho solo con el propósito de ofender.

Kyo bufó y se quedó observando la arena.

•Kyo POV.•

¿Que rayos sucede con este idiota?

Me giró a verle, solo está ahí cruzado de brazos, tan inexpresivo como siempre... ¿Qué remedio?

-¿Que miras?- me pregunta molesto mirándome de reojo.

- ¿No has pensado en teñir tu cabello?- pregunto desinteresadamente.

Solo me lanza una mirada asesina y me ignora.

- ¡Se vería lindo de color rosa! - bromeó.

Se limita a chasquear molesto. La temperatura comienza a subir repentinamente, me decido por salir fuera de tanta multitud, ignorandole por completo.
Supongo que solo esperaría las selecciones de equipos y me iría a casa, de seguro no tardarían en notar mi ausencia.
Mire hacia aquel lugar donde yacía unas horas antes mi padre y el de Yagami. Observe a mi alrededor y me acerqué a los arbustos donde me encontraba antes, todo estaba vacío. Me decidí por entrar, no parecía buena idea, pero mi curiosidad por aquella extraña situación parecía más fuerte.
El lugar era gigante, supongo que nunca en mi vida había visto un lugar así. Mire a mí alrededor en busca de algún símbolo con el que pudiera identificar el lugar, para saber de qué se trataba todo esto. Falle en mi búsqueda, pues, no había nada más que árboles y ese gran templo.

— ¿¡Qué haces aquí, idiota!?

No cabía ni la más mínima duda de que sería una molestia todo el día...

- Solo observo...- me giro hacia él. -¿Hay algún problema con eso?

Se encoje de hombros restandole importancia. Odiaba dicha actitud tan arrogante, realmente lograba sacarme de mis casillas con tan solo un gesto... era demasiado molesto. Trataba de controlarme y no aventarle un golpe a la cara, pues, a partir de ahora esta clase de agresión resultaría una probable sanción del torneo, y como mínimo un puesto de striker para participar. Suspire profundo.

Al mirar a Yagami, me di cuenta que no quitaba los ojos de aquel gigantesco monumento, le miraba con atención.

- Siento una extraña conexión con este lugar...- pronunció apenas audible.

Miré el templo curiosamente... Yagami no era el único que sentía dicha conexión. Tal vez nuestros padres habrían luchado aquí antes, de seguro sería eso. Un extraño ruido se escuchó dentro de la construcción, momentos antes de que se abriera la puerta.

-¡Escóndete!- Yagami me tomó de la muñeca y me lanzó contra un árbol.

Noté instantáneamente como su cuerpo estaba tan cerca del mío, la diferencia de altura no era mucha... unos 15 centímetros por encima de mi. La situación resultaba incómoda, mi mejilla se encontraba recostada en su clavícula, él sostenía con fuerza mi muñeca la cual estaba apoyada en su pecho, su rodilla tocaba el árbol pasando por el medio de mis piernas y su brazo libre se apoyaba también en el árbol, encerrándome por completo.

Él parecía no notar nada malo en la extraña pose, pues, miraba atenta y sigilosamente lo que ellos estuviesen haciendo.

"¡¿Que hice en mi otra vida para merecer esto!?"

Sentí como poco a poco se apegaba más a mi cuerpo, mientras yo rogaba en mis adentros que no moviese ni un poco la rodilla, por razones que no explicaré. Tragué saliva, deseaba que ellos ya se fueran para que esta situación terminara de una vez por todas, sentía mi cara arder...

¿Qué si alguien nos ve en esto? Arruinaría mi imagen... No me podía si quiera concentrar en lo que sucedía. Me moví un poco para que se diese cuenta.

Yagami solo se acercó a mi oído.

- No te muevas tanto, Kusanagi...

Conclusión: estaba condenado unas cuantas horas a soportar esto... no me safaría tan fácil como lo creí... Las gotas de sudor bajaban lentamente por mi frente, permaneció en mi oído. Sentía su respiración, la cual me causaba un leve cosquilleo en la nuca...

Por primera vez en muchos años había escuchado el latir de su corazón, estaba totalmente pacifico... Subí mi mano lentamente hasta su pectoral derecho, su mano desistió la presión en mi muñeca. Nuestros ojos se encontraron... acto suficiente para que mi corazón desbocara en rebeldes latidos... ¿Que estoy haciendo?

Es una sensación extraña...

Continuará...

MOONLIGHT [IorixKyo] ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora