Capitulo I

1.5K 73 5
                                    

La luz del sol entraba levemente por la ventana, era verano, por tanto este solía salir cerca de las 6; con las frazadas casi en el suelo y recostado de una forma muy extraña, el sol se reflejaba en su cara, bufó ante este y colocó bruscamente la almohada en su cabeza buscando comodidad para seguir en sus sueños, no pensó que fuera imposible.
El sonido de la puerta abrirse de golpe le dio a conocer que la simple petición si podía serlo, la desechó al instante.

-¡Kyo-chaaan!- se quitó la almohada de la cara mirando a la puerta con irritación.

Una chica no muy alta de cabellos castaños y corto apareció en pijamas. Se trataba de nada más y nada menos que Yuki, su novia.

Había olvidado por completo que había residido en su casa la anterior noche, debido a lo tarde que era. Está sostenía felizmente una carta que estaba delicadamente hecha, parecía una invitación o algo por el estilo.
La chica al ver su expresión frunció el seño e hizo un puchero, se acercó a la desordenada cama eufóricamente y se sentó junto a él.

-¡Mai y Andy se casarán el próximo mes, estamos invitados!- explicó mostrándole la invitación.

-¿De nuevo?- preguntó confuso, sentándose en la cama.

-Supongo que anteriormente no funcionó. Pero ya todo está bien entre ellos dos, es emocionante, ¿No crees?

- Supongo...- contestó sin ánimo, se sentía agotado, pues el entrenamiento le estaba dejando sin tiempo para si mismo.

Yuki salió del cuarto de Kyo dirigiéndose a la cocina a preparar su desayuno, entendía lo agotado que se encontraba por lo tanto no tenía derecho a enfadarse por su actitud.
Ignorandole volvió a echarse en la cama con la almohada en su cara, solo necesitaba dormir un poco más o eso creía. Intentó volver a buscar comodidad y cuando al fin parecía tenerla, la alarma de las 8 no tardó en sonar, debía de levantarse. De lo contrario no llegaría nunca a sus labores diarias, se levantó dejando a notar sus rebeldes y castaños cabellos.
Se dirigió al baño a tomar una ducha, se vistió y posteriormente bajo al primer piso a desayunar.

-¿Dormiste bien?- preguntó su madre mientras colocaba un plato de fideos frente a él.

-Algo así...- Se sentó en la mesa, tomó los palillos y comenzó a comer. -¿Y papá?- preguntó al notar su ausencia.

-Tuvo que viajar a la ciudad vecina. -respondió aquella mujer poniendo su mano en su mentón algo preocupada.- Salió en la madrugada, tan deprisa que no sé cuánto tiempo tarde en regresar.

Se quedó pensando en las causas de su viaje, tal vez por sus aprendices o solo sería una simple reunión de clanes. No lo sabía exactamente, aunque si fuese la segunda opción... ¿No los habrían invitado a su madre y a él también?
No necesitaba saberlo, no sería nada grave. Eso esperaba.

Terminó su desayuno y salió de casa, el entrenamiento era algo que no debía olvidar ahora. Los torneos se acercaban y probablemente Yagami se inscribiría también, seguro él estaría entrenando de igual manera.
Tomó un atajo a la colina donde solía ir últimamente, caminó cerca de una hora asegurándose estar lejos de la ciudad para así no causar catástrofe con sus llamas ni hacerle daño a nadie, una vez allí desempacó su ropa de entrenamiento que constaba de una sudadera azul oscuro y sus guantes que tenían marcados el símbolo del sol eclipsado, práctico un par de patadas y puños contra un gran árbol que se encontraba allí, se detuvo después de un buen rato. Tal vez debía tomarse ese día como un descanso, después de todo odiaba el tener que esforzarse y sus músculos dolían por la gran presión y trabajo excesivo.
Se sentó en un tronco, y se dedicó a mirar el paisaje ahogándose en sus profundos pensamientos.
Recordó que el torneo podría empezar en cualquier instante, pero creía que ya era lo suficientemente fuerte como para derrotar a Yagami, no necesitaba seguir con el entrenamiento y tampoco quería. No era de su importancia. Lo único que podría estar en sus planes ahora sería ser más fuerte y llegar a la cima de el torneo, conocer rivales más fuertes que él y ganar.
El sonido de su móvil lo hizo salir de sus pensamientos. Lo sacó del bolsillo y vio que se trataba de Athena.

MOONLIGHT [IorixKyo] ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora