~ Parte II ~

14K 1.3K 2.6K
                                    

—Que bueno que estás tras la cámara, porque luces espantoso hoy.

—¿Gracias?

—Bien, prepárate, tienes que salir —sentenció su jefe mientras bebía de su café.

—Claro —respondió de manera automática—. Con su permiso...

—Midoriya...

El pecoso bostezó de manera breve antes de volver a girarse y sonreír a su jefe.

—Ten.

Izuku se acercó a paso lento sin entender, entonces estiró su mano con cierto temor y dos pastillas fueron depositadas en esta. Elevó la mirada y Aizawa ya se encontraba ocupado revisando el papeleo.

—Espero que aprendieras la lección.

—¿Lección?

El azabache alzó la mirada y suspiró.

—No vuelvas a llegar con resaca —sentenció.

Entonces Midoriya supo que era momento de salir de ahí, con un gracias y una reverencia, salió de la oficina de su jefe. En cuanto estuvo fuera puedo notar los ojos de todos sus compañeros sobre él, expectantes y curiosos por saber si aún mantenía el trabajo o no.

Y como no... Uraraka y Kirishima estaban esperando escondidos tras la puerta, de seguro escuchando todo.

—No lo despidieron —anunció la castaña al resto del equipo.

Todos sonrieron y Midoriya podría jurar que escuchó como todos —o la gran mayoría— suspiraban aliviados.

—Se siente bien saber que mis compañeros me aprecian tanto.

—No me incluyas —reclamó cierto muchacho mientras pasaba por su lado con una taza de café en la mano y una mirada de pocos amigos—. A diferencia de todos estos perdedores, yo esperaba que te largaras de una vez.

—Y-Yo... —el pecoso simplemente suspiró y decidió ir en busca de sus cosas, no se sentía anímicamente preparado para una charla con Katsuki.

—Es tan masculino —comentó Kirishima con la mirada perdida y una sonrisa en el rostro.

—No puedo creer que te guste alguien tan... aterrador como Kacchan —susurró Izuku.

—Si me lo hubieses presentado antes, ten por seguro que ya estaríamos saliendo.

—Eres muy optimista.

—Quizá —reconoció divertido— Por cierto... ¿Aún tienes las llaves del apartamento de enfrente?

Midoriya detuvo todo movimiento y le dio una mirada severa a su amigo que, con una sonrisa inocente, esperaba ansioso por su respuesta.

—Sabes que sí.

—Oh... entonces...

—Ni siquiera lo intentes —advirtió el pecoso volviendo a sus asuntos.

—Hombre, no me has dejado terminar...

—Quieres que te pase las llaves para hacer cosas indecentes con Kacchan —comentó sin prestarle atención—. Kirishima, eso es suicida —dijo ahora viéndole de frente—. Además... algo me dice que terminarás metiéndome en problemas.

—Todos pueden divertirse, menos Kirishima.

—Nadie se divertirá esta noche —sentenció el pecoso tomando su mochila con todo lo necesario, y lo más importante, su cámara, pero no alcanzó siquiera a dar un paso cuando la mano de su mejor amigo lo detuvo.

Podemos Manejarlo [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora