~ Parte IV ~

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Al abrir sus ojos, lo primero que pudo ver fue el rostro pacífico de su amigo, quien dormía a su lado —sí, ese con el que bien podía comer una pizza y charlar, o dejarse llevar e ir a la cama como una pareja lo haría.

Llevaban dos semanas o tres desde ese estúpido acuerdo, uno que la verdad no había resultado tan mal como esperaba, y es que Izuku se atrevería a decir que incluso se llevaban mejor que antes, entre ellos no había ningún tipo de secretos, era curioso e incluso divertido el nivel de confianza que tenían.

Claro, no tenía sexo con sus amigos, solo con Todoroki.

Él sabía todo del heterocromático, desde sus problemas con su padres, sus relaciones fallidas y el "temor" a formalizar algo con alguna persona. Si debía ser sincero, Shoto si era un poco inmaduro emocionalmente, aunque, él tampoco era el gurú de las relaciones, sería muy hipócrita de su parte decir que el de cabello bicolor era el único que tenía problemas en el ámbito amoroso.

Se acomodó un poco para sentarse y luego se estiró en un intento por desperezarse, la verdad es que su cuerpo se sentía como si hubiese corrido una maratón, pero al mismo tiempo, su cabeza estaba por las nubes.

No es que ellos fuesen de esos actores de películas para adultos, más bien, entre sus trabajos y encuentros casuales había resultado ser una semana muy agotadora, si a eso le sumaban que la navidad sería en un día o dos, la verdad es que ambos parecían necesitar una siesta eterna.

—Que frío... —murmuró en lo que buscaba algo para cubrir su torso desnudo, cuando su mirada encontró el armario de Todoroki, sonrió victorioso, pero antes de siquiera ponerse de pie, sintió un brazo rodear su cintura, obligándolo a acercarse al responsable.

—No huirás esta vez —susurró el semi albino sin abrir los ojos.

—No planeaba hacerlo —respondió entre risas—. Además... llevamos un tiempo en esto, de querer huir, ya estaría en otro continente.

Eso consiguió despertar a Shoto, quien, con ligera sorpresa, abrió sus ojos y le vio inseguro.

—¿Sería considerado acoso si te sigo fuera del país?

—¿Por qué me seguirías?

Izuku reía, pero la verdad es que su cabecita atolondrada comenzaba a desviar la conversación y eso le asustaba.

—¿Qué más da? —cuestionó el de mirada heterocromática en lo que se posicionaba sobre el pecoso con el objetivo de robarle un beso.

Midoriya comenzó a reír y pronto se olvidaron de la conversación para compartir besos juguetones y caricias matutinas, quien los viera pensaría sin duda que ellos eran una pareja de enamorados, y la verdad, es que se sentía de esa manera, ellos actuaban como tal, el detalle era... que todo ocurría cuando nadie veía.

Se detuvieron al oír unas voces en la sala.

—Estoy segura de que Shoto no nos dio las llaves de su apartamento para llegar así sin más.

—Fuyumi ¿has visto la hora? —preguntó el muchacho—. El pequeño amargado debería estar despierto ¿no?

—Natsuo... no está solo —murmuró la chica—. Esas zapatillas no son de Shoto.

—Oh... visitas.

—Ni siquiera lo pienses.

—No sé de qué hablas.

—Volvamos a casa, o vayamos por un café —sugirió la muchacha—. Luego llamamos a su teléfono y...

—Hermanita, necesito encontrar algo con lo que vengarme, y esta puede ser la ocasión —susurró con una sonrisa maliciosa apareciendo en sus labios.

Podemos Manejarlo [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora