~ Parte I ~

20.6K 1.5K 4.7K
                                    


—¿Estás hablando en serio?

—Mira, es que conocí a alguien más y....

—¿Además me engañabas...?

—Izuku, no es lo que piensas, solo...

—Claro que es lo que pienso idiota, estás terminando conmigo.

Midoriya no daba crédito a lo que estaba sucediendo, su novio —ahora ex novio— estaba de pie frente a él, en una mano llevaba el móvil mientras que con la otra sostenía un par de cafés.

De seguro eran para su nueva pareja.

—Es que, sabes... lo nuestro ya no iba a ninguna parte.

—¿De qué demonios estás hablando? —preguntó perdiendo los nervios—. ¡Llevamos dos años viviendo juntos, no era un simple noviazgo adolescente!

—Tal vez, era muy pronto...

—¿Muy pronto? —cuestionó indignado—. Si ibas a hacer esto pudiste al menos ser más considerado.

—Nos estoy haciendo un favor a ambos.

Izuku sin soportarlo le vio con una furia que desconocía podía sentir, entonces sin pensarlo dos veces lanzó el par de bebidas al suelo de un manotazo.

—No te preocupes por tus cosas, me encargaré de que lleguen a donde quiera que estés viviendo ahora.

—¿Qué dices? Ese es mi apartamento también.

—¿Si recuerdas quién paga la renta? —dijo con una sonrisa falsa— Exacto, este chico —se señaló a si mismo antes de dar la media vuelta e irse de ahí a paso veloz.

No dejaría que le viera llorando, claro que no, ni loco le permitiría al idiota ese que siguiera humillándolo aún más. Se sentía triste, como era de esperar, pero por alguna razón, no dolía de la manera que pensó que lo haría.

Tal vez... si era lo mejor después de todo.

Pero, aunque no se sentía destrozado emocionalmente, si tenía una ira contenida que pronto comenzaría a enloquecerlo. Sin pensarlo mucho sacó su teléfono y marcó a su mejor amigo...

—Eijiro, ¿tienes la dirección del bar del que tanto hablabas?

—Alto ahí hombre, primero podrías decir hola.

—Tienes razón, lo siento... Hola —suspiró y continuó hablando— ¿Tienes la dirección o no?

—¿Alguien ha tenido un mal día? —preguntó el muchacho al otro lado de la línea— Además... ¿para qué quieres la dirección?

—Para ir a leer la biblia, quizá tengan la iluminación perfecta —contestó el pecoso sintiendo que la paciencia se le agotaba—. Sabes, olvídalo, ya me las ingeniaré yo.

—Bien, bien —se apresuró a responder— Eres peligroso cuando estás molesto, te la enviaré, pero no bebas demasiado, recuerda que mañana hay que trabajar.

—Gracias —sin darle la oportunidad al otro de responder, cortó la llamada.

¿Y ahora? ¿en serio resolvería todo embriagándose un jueves?

Comenzó a dudar si debía cambiar el alcohol por comida chatarra y películas románticas que le hicieran llorar, entonces recibió un mensaje de su amigo y fue la respuesta que necesitaba, una sonrisa —que para nada era de alegría— se formó en sus labios y se dispuso a tomar un taxi que le llevara a la ubicación indicada en el móvil.

Podemos Manejarlo [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora