Mi amor por ti (madahashi y tobiizu)

Enamorado de mi mejor amigo

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Actualidad

En la oficina del Hokage, se encontraban Hashirama y Madara haciendo él papeleo que cierto castaño perezoso dejó acumular, ya era medio día, ambos pasaron toda la noche haciendo él papeleo, ya que se escapaba para vagar por ahí, en eso tocan la puerta.

—Pase—Dijo Hashirama,y al ver que era su hermano fue rápido donde estaba para abrazarlo, ya que, llevaba un tiempo sin verlo por estar en una muy importante misión de 4 días. Tobirama no le quedo de otra que aceptar el abrazo sino Hashirama lo abrazaría más fuerte, y era todo lo contrario de lo que quería en ese momento.

—Ya suéltame Hashirama, vine a entregar mi reporte de la misión—Dijo siempre con su semblante serio, su hermano lo soltó y se regresó a su asiento, y revisó el reporte

—Bueno eso es todo ya te puedes ir y tomarte él resto de la tarde—Luego de eso Tobirama se fue pasaron varias horas y ya eran como las 5 de la tarde habían hecho la mayoría del papeleo. Hashirama y Madara estaban cansados, así que Hashirama dijo

—Oye Maddy, ¿Qué tal si descansamos por hoy? llevamos varias horas aquí—Madara asintió, se sentía demasiado agotado y hambriento. Y se fueron a comer algo.

Hashirama se sentía extraño al estar solo junto a Madara, él no sabía porque se sentía nervioso al estar junto a él, desde hace dos semanas se ha sentido así. Al salir de la oficina apresuraron el paso y fueron a un puesto cercano a la torre Hokage.

Un joven les atendió y llevó a una mesa con los nervios de punta al ser las personas más respetables de la aldea. El castaño daba lo mejor de sí para ocultar lo que estaba sintiendo al estar cerca del azabache, pero por su bien mental decidió no pensar en ello y ordenar junto a Madara. Así que mientras llegaba la comida se pusieron a hablar

—Oye, ya van 2 semanas, ¿qué tanto le mandaste a investigar? Le has puesto misión tras misión, dale un descanso, quien sabe si por tu culpa se desmaya

—Maddy, no me regañes a mí, regáñale tú, me ha pedido misión tras misión, no conoce su límite

—Pero tu ere el Hokage, de ti depende decidir si darle misiones o no, bien sabes que tu palabra es ley

—Ya, entendí, también es mi culpa, de todas formas, ya esta era su última misión en un tiempo

—Muy bien—En eso llega el mesero con la comida y ambos se disponen a comer—Probablemente hay algo que le está agobiando y no quiere pensar en ello y es por eso que pide misión tras misión...

—¿Enserio me quieres hacer llorar mientras almuerzo? Que malo eres conmigo

—Tu dejaste acumular papeleo, y la rata albina y yo hemos pagado las consecuencias de tus actos, deja que me queje todo lo que quiera, aparte saco el tema porque también nosotros somos sus amigos—Hashirama no pudo evitar pensar que era cruel pero justo lo que le decía su azabache favorito, se resignó a escuchar a Madara quejarse, y al terminar de comer, pagaron y se fueron a sus casas.

Al llegar a casa se encontró a Tobirama durmiendo en el sofá, se miraba muy tranquilo entonces fue por una manta y lo arropo, se miraba muy tranquilo, y recordó que se miraba cansado cuando fue a dejar su reporte. El también se dispuso a dormir, se alisto y cayo rápidamente dormido.

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Sueño de Hashirama

Hashirama estaba parado en un cuarto obscuro y grande había una cama, un armario, un baño y una mesa de noche y una pequeña ventana donde salía un poco de luz ya de ahí todo era color negro entonces de la nada su cuerpo no le respondía. Entonces siente que había alguien detrás de él y siente que ese cuerpo lo toma de la cintura y lo apega a sí mismo. Hashirama sentía como ese cuerpo le quitaba su ropa y que también jugaba con sus pezones.

—Ah... mmm... aah—Hashirama no podía callar sus gemidos y sentía como esa persona lamia besaba y chupaba su cuello, luego una de esas manos traviesas que jugueteaban con sus pezones recorrían su pecho abdomen hasta llegar a su miembro y esa mano traviesa empezaba a masturbarlo.

—Aaah... mmmm... aaah—Hashirama no paraba de gemir hasta llegar al orgasmo, entonces poco a poco, ese cuerpo lo empujaba cerca de la cama y al lado de la cama ahí estaba una pequeña ventana con algo de luz que transmitía la luna y pudo voltear su cabeza y miro una piel blanca y una cabellera azabache larga y luego miro él rostro de quien le causaba tanto placer y vio que era Madara, y al ver que estaba en la misma condición que él, no podía estar más rojo. Madara le mostró 3 dedos y le dijo de una manera sensual "lámelos" en su oído.

Hashirama solo obedeció y empezó a lamerlos de una manera muy sensual según Madara y cuando sintió que sus dedos estaban suficientemente lubricados los sacó de la boca de Hashirama y luego lo recostó en la cama que estaba ahí. Abrió las piernas de Hashirama para tener mejor vista a su entrada metió un dedo en la entrada haciendo círculos en el interior de Hashirama él cual gimió de dolor

—¡Aaaah!¡Duele!¡Sácalo!—Gritó el de tez morena, ese dedo intruso le dolía e incomodaba mientras se aferraba a las mantas de la cama

—Shhhh calma, ya pasará y luego lo único que sentirás será placer

Poco a poco Hashirama se fue acostumbrando y luego Madara metió otro y después otro, en forma de embestidas, Hashirama ya tenía tres dedos en su interior y le dolía y empezaron a salir sus lágrimas le dolía mucho, al ver eso el azabache, lo beso para distraerlo del dolor, decidió ir más rápido con las estocadas, tocando el punto P de Hashirama quien solo gemía de placer.

—Madar-ra ahh.. —Madara se detuvo en seco, Hashirama estaba a punto de quejarse hasta que sintió él miembro de Madara que lo penetró de una estocada, y empezó a besarlo para que no pudiera prestar mucha atención al dolor. El rápidamente movía sus caderas para embestirlo, no tardó mucho en tocar el punto P del castaño y a la vez lo masturbaba con pasión y lujuria intensa

—M-más M-madara dame más—Decía Hashirama con lágrimas en los ojos por el placer

—Tu das las órdenes—Respondió, para dar más fuertes y veloces embestidas golpeando el punto dulce del contrario. Cuando los dos llegaron al clímax, Madara solo dio embestidas más fuertes y se corrió dentro de Hashirama, este en el abdomen de ambos y a la vez, la mano de Madara, sonrojándose mucho al ver a este lamer el semen de su mano.

—Delicioso—Soltó relamiéndose los labios con una sonrisa coqueta

—¿Por qué haces eso? Es asqueroso

—No puedo desperdiciar esta delicia, aunque todo de ti es delicioso— Contestó para luego sacar con cuidado su miembro del interior del castaño y luego rescostarse a su lado, el contrario se recostó en su pecho, el azabache sonrió al ver como se acurrucaba en su pecho y le dijo.

—Te amo Hashirama—Dijo viendo los ojos de su pareja para luego tomarle con delicadeza el mentón para plantarle un tierno beso.

Fin del sueño de Hashirama

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Ahí fue donde Hashirama tuvo en claro lo que sentía. Y al levantarse sintió algo pegajoso en su bóxer, fue al baño y cuando se lo quitó miro que se había corrido mientras dormía. Ya era de mañana, alrededor de las 7 am, entonces se duchó se cambió y se fue a la torre Hokage aun pensando en ese sueño que tuvo.

Continuara...