Jungkook se encontraba sentado detrás de su gran escritorio tratando de estudiar los ingresos del negocio, pero solo podía pensar en Taehyung y que en ese preciso momento estaba entrenando con Hoseok en el tubo del bar.Tras dos semanas desde su llegada, el entrenamiento comenzaba a rendir frutos y se le veía más formado y firme. Lo había visto muy poco, trataba de evitarlo para que su guardia no bajara y comience a notarse lo tentado que estaba por aquel muchacho.
Frustrado ante su falta de concentración, decidió disfrutar de su propia mercancía. Se encaminó hacia el bar haciendo notar su esbelta presencia, logrando interrumpir el entrenamiento.
—Señor— reverenció Hoseok al Jefe— No lo esperábamos.
—Vine a asegurarme de que él esté acorde a su puesto.
—Ha mejorado mucho, señor. Es tímido, pero...— Jungkook lo interrumpió con un gesto y Hoseok calló inmediatamente.
—Eso lo evaluaré yo. — Finalizó y con un leve movimiento de cabeza ordenó a que pusiera música. — Vamos Taehyung, muéstrame cómo has mejorado.
Con desconcierto y un leve rubor en su rostro Taehyung comenzó a moverse. Al principio sus movimientos fueron tímidos e inocentes, pero en cuanto su mirada se conectó por un pequeño instante con la de Jungkook, sintió que debía dar más. Casi embriagado por los voraces ojos que lo observaban, comenzó a desvestirse quedando solo en una pequeña ropa interior. Sus músculos se marcaban con cada ágil movimiento que hacia alrededor del tubo al ritmo de la seductora música que se oía en el salón. Escaló, giro y saltó de un tubo a otro, mostrando una destreza que ni el mismo Taehyung sabía que tenía. Bajo la mirada de Jungkook se sentía deseable, casi irresistible y quería mostrar que estaba a la altura.
Al terminar la pieza casi sin aliento bajo del tubo más alto y casi en pánico por lo que había hecho, comenzó a vestirse. Los oscuros ojos de Jungkook siguieron cada uno de los movimientos del muchacho, no se perdió ningún paso, y a pesar de que su rostro era calculador y serio, por dentro no podía negar la excitación que el pequeño moreno le había provocado.
Taehyung esperaba alguna reacción o comentario por parte del Jefe, pero lo único que recibió fue un asentimiento, para luego ver cómo se alejaba nuevamente hacia su oficina.
Casi decepcionado por su nula reacción, Taehyung comenzaba a recordar en lo que sus compañeros decían del Jefe. "Dicen que asesino a su propio padre para quedarse con el negocio", "Es un ser frío, calculador y sin sentimientos", "Es temido hasta por el propio Presidente".
—Hoseok, ¿Puedo ir al baño?— dijo Taehyung cabizbajo.
—Claro, tómate un descanso.
—Gracias— susurró. Estaba realmente cansado por el ejercicio, corrió al baño para refrescar su rostro tanto por el sudor como por la vergüenza.En cuanto entró a la habitación se percató de unos pequeños ruidos provenientes de los cubículos. Siguiendo el sonido llegó al primer cubículo al lado del lavado. Al ver que estaba sin seguro empujó levemente la puerta encontrándose, sorprendentemente con Jungkook sentado en el inodoro sosteniendo su erecto pene entre sus dedos, gimiendo, sin percatarse la presencia de Taehyung frente a él. En cuanto el chillido de la puerta se oyó, Jungkook reaccionó, dejando a su espectador paralizado.
—Lo-Lo siento—Dijo Taehyung apenado y predispuesto a marcharse por dónde vino. Sin embargo, Jungkook colmado por la excitación de haber sido atrapado, tomó a Taehyung por el brazo tirando de él tan fuerte que este quedó de rodillas en el piso con su rostro a centímetros del miembro de su Jefe.
Ante esa imagen Jungkook tomó el rostro del muchacho entre sus manos y le brindo una mirada que decía cuanto en realidad lo deseaba. Taehyung por su parte, no podía negar que semejante espectáculo lo había excitado. Nunca había visto a un hombre tan sensual y viril en su vida. Había ido a muchos bares gay en su ciudad, pero ninguno le había despertado tanto deseo como su captor. Había algo en sus ojos y en como ese mechón castaño cubría la mitad de su rostro dándole un aire misterioso y peligroso. Y ahora tenerlo allí expuesto ante él, lo hacía mucho más apetecible.
Sin pronunciar una palabra y dejándose llevar por lo que esos oscuros ojos le pedían a gritos, Taehyung comenzó a meter el miembro en su boca, iniciando por lamer gentilmente la punta mientras gemidos de placer salían de los labios de Jungkook. Taehyung movía hábilmente su lengua jugando con la cabeza del miembro como un experto, aunque nunca antes había hecho algo así. Sus manos ansiosas por tocar comenzaron a recorrer la suave piel del glande hasta llegar a los testículos provocando pequeños espasmos en el cuerpo de un Jungkook extasiado por aquel placer que ese novato le estaba provocando.
Sus gemidos iban en aumento y eran cada vez más animales al mismo tiempo que Taehyung comenzaba a masturbarlo al compás de sus lamidas. Taehyung se sentía poderoso al poder lograr que una persona como Jungkook, tan fuerte, intimidante e imponente, sienta tal nivel de placer ante su toque.
Gemidos era lo único que se escuchaba en aquel baño, hasta que llegó el silencio tras un gutural grito proveniente de Jungkook luego de llegar al orgasmo dentro la boca de Taehyung. Casi sin aliento y con el cabello pegado a su frente, el Jefe se recompuso y se detuvo a observar a Taehyung quien seguía arrodillado ante él limpiando la comisura de sus labios, sin ser consiente de lo la imagen erótica que ofrecía, dejando que una sonrisa de pura satisfacción se plasmara en su sudado rostro.
—Creo que él público no te merece— Taehyung se apenó al pensar que lo había hecho tan mal y que por ello no lo dejaría hacer su debut esa noche en el bar. —Tengo otros planes para ti.
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PARA COMPLACERTE/ VKook-KookV-VMin♥
Historia CortaJeon Jungkook, el temido y más famoso proxeneta de toda Corea ha adquirido un nuevo integrante para su más lujoso prostíbulo. Pero este complacerá a alguien más, no solo clientes. Esta es una historia que escribí hace un tiempo y me atreví a adaptar...