𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 2

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Cómo digo esto, bueno, simplemente añadiré que había transcurrido una semana desde el acontecimiento con el hombre que golpeó a Zaac (a quien por cierto aún se le notaba un poco el hematoma en la parte superior de la mejilla derecha).
Ese incidente había quedado en el pasado, lo de hoy: pruebas en humanos que se llevan a cabo en los laboratorios más grandes de San Francisco.
El pánico había reducido un poco, al parecer a las personas no les importa ver a convoys y hombres armados  llevandose a vagabundos y pordioseros, para después hacer toda clase de experimentos con ellos. En mi caso, me sentía muy frustrada por eso, cómo saber si esa persona en situación de calle que se están llevando tiene una familia ¿Y si ese hombre tenía hijos? ¿Y si alguna vez fue secuestrado y llevado lejos de su hogar para después ser abandonado a la deriva y jamás pudo volver a casa? ¿Que tal que aquel anciano que vivía debajo del puente tenía una familia muy amorosa y una esposa que lo adoraba, pero padecía de demencia senil, un día salió de casa y olvidó como volver?
No lo sé, no me agrada esto. Tener una buena vida a costa de que otros sufran... No me parece justo.

Los chicos y yo quedamos de encontrarnos en el salón, avancé por el corredor de la entrada, cargaba un par de libretas y además traía una maqueta de los organismos multicelulares que había terminado media hora antes, trataba de mantenerla un poco lejos de mi ya que la pintura aún seguía fresca y no quería ensuciarme.
Mi teléfono comenzó a sonar, cómo pude lo tomé y contesté la llamada, colocándolo entre mi hombro y mi oreja.

—¿Hola?

—Asleiin, espero que estés en camino, no querrás llegar tarde a la clase y bajar tu perfecta calificación ¿O si?

—Claro que no Angeli, ya estoy por llegar.

—Bien porq...

Estaba tan distraída intentando sostener mi teléfono, mis libretas y la maqueta que no me di cuenta por dónde estaba caminando, cuando Angeli estaba por responderme, choqué con la espalda de alguien, cayendo sobre mi trasero.

—Lo siento tanto ¿Estás bien?

Miré hacia arriba, era Tom, Tom Campbell. Rápidamente se puso a mi altura y me ayudó a levantar mis cosas.

—Lo siento tanto en serio, no mire por dónde caminaba —hago una pausa— espero no haberte hecho daño

—¿De que hablas? Yo lo lamento, tu fuiste la que se cayó ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Quieres que te lleve a la enfermería?

—Gracias, no hace falta en serio. Solo me duele un poco el trasero pero...

Él se limita a observarme con los ojos muy abiertos, lentamente sentí la sangre fluir hasta mis mejillas y sabía en ese momento que estaba incluso más sonrojada que él, que vergüenza.

—Yo... No dije nada...

—Tranquila, yo no escuché nada

Me regala una enorme sonrisa y hago lo mismo. Me ayuda a levantarme del suelo mientras carga mis libretas y la maqueta. Vuelvo a agacharme para levantar mi teléfono y su sudadera que había quedado igualmente en el suelo.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

Tom me mira dudosamente, analiza mi rostro y me responde que si con la cabeza.

—¿Por qué dos sudaderas? — señalo la sudadera en mi mano y la que el trae puesta— no es que sea malo, solo pregunto ¿Por qué?

—Hay dos posibles respuestas para esa pregunta, en primer lugar es porque a veces hace mucho frío— da un par de pasos, se acerca hacia mi y toma su sudadera— y la segunda respuesta es por esto.

Responde señalando mi suéter de botones, el cuál tenía horribles manchas de pintura azul, morada, verde y amarilla.

—Ay no es cierto... —reacciono al mirar el desastre que he provocado— porque todas las cosas horribles me pasan a mi.

Legión Zombie ✓ [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora