Es mejor ser temida que amada [Dr. Flug X Tu] Villainous

Cap. 14

-Espera... ¿Qué dices? -cuestiono ella confundida bajando el arma de inmediato.

-Cuando tu aura se oscureció y tus ojos se vaciaron de cualquier rastro de compasión o bondad... Parecías no tener un alma si quiera, como una autentica villana, ¡despiadada y cruel! Ah~ te veías taaan hermosa... -suspiro el doctor encantado.

- ¡Woow! -reclamo la chica asombrada y un tanto incomoda por semejante comentario- ¡¿Qué estás diciendo?! -cuestiono repentinamente espantada- E-en serio ¿de... qué hablas? ¿Es una clase de trampa? -pregunto enseguida- Apuesto a que eso es. ¡Ja!, no esperes a que vaya a caer con una idea tan tonta. ¡Igual te asesinare! -amenazo al final.

-Fuiste feroz, INHUMANA. No puedo creer que...

- ¡Cállate! -ordeno ella cubriéndose los oídos- Se supone que soy compasiva, adorable, bondadosa y linda. Eso... eso es lo que todos deberían pensar de mí y tu también lo pensabas. ¡Así que deja de decir estupideces!

-Oh, sí que eres muy linda y adorable, adorablemente malvada.

- ¡No! ¡Adorablemente sensible y tierna! ¡Mierda! No es difícil de entender. -le regaño está comenzándose a enfurecer verdaderamente.

-Adorablemente cruel.

- ¡NO SOY CRUEL! ¡TE dije que soy como un ángel! ¡La humanidad me ama!

-Te ama porque mientes ¡y mientes a un nivel enigmático! Eso te hace fantástica, justo como un villano, desalmada. Tan sanguinaria, monstruosa. -insistió el doctor sin poder despegar sus ojos inundados de fascinación de ella.

- ¡No permitiré que sigas hablando así de mí! ¡Cierra tu maldita boca! -le reprimió ella por enésima vez con la mirada inyectada en ira.

- ¿Acaso has asesinado a otros héroes? -pregunto este acercándose a ella como hipnotizado- ¿Héroes que estuvieran a punto de ser mejores que tú y acabaste con ellos?

- ¿P-porque la pregunta? -cuestiono ella nerviosa comenzando a retroceder. Al parecer aquella suposición se acercaba a la realidad.

- ¡¿Lo has hecho?! -repitió este de lo más feliz casi brincando de la emoción.

- ¡NO! Bueno... si lo dices así... ¡UGH! ¡NO SE LO PUEDES MENCIONAR A NADIE! ¡SI LO HACES TAMBIEN TE ASESINARE A TI!

El científico ignoro eso y se inclinó sobre ella para tomar sus manos.

-Ah~ ¿Cómo no me di cuenta antes? -dijo acercándose a su rostro con los ojos inundados de deseo.

- ¿D-de qué? -pregunto ella intentando apartarse y mirar a otro sitio.

-De lo maravillosa que eras. Es decir, la belleza que cargas ya es notoria a kilómetros, pero tu mente brillante y tu pensamiento asesino son exquisitos. ¡Vaya! La parte en la que dijiste que asesinarías a Black Hat de la manera más cruel... Cuando dijiste que querías escuchar sus gritos de agonía ¡ah! Debiste haberte visto... Quisiera volver a ver esa malvada mirada en tu rostro, te veías preciosa.

- ¡Hey! De tu jefe es de quien estamos hablando. -se quejó la chica apartándose de una vez por todas. El científico pareció entrar en razón y pareció asustado de inmediato.

-Tienes razón... ¡No le digas que te dije esto!

-No tengo una razón para hacerlo. -declaro ella cruzándose de brazos un tanto enojada y avergonzada por la actitud del chico.

- ¡Si se entera de que me enamore de ti será mi fin! No puedo dejar que...

- ¡¿Qué?! ¡No te enamoraste de mí! ¡Cierra la boca! -se quejó la chica caminando hacia la salida para alejarse del científico- ¡Es más! Ni siquiera hablamos ¿bien? Esta conversación nunca paso y tú y yo no tenemos idea de nada.

- ¿Por qué lo niegas? Antes no parabas de alardear que yo tenía sentimientos hacia ti ¿por qué negarlo ahora que yo mismo los acepte?

-P-pues porque... ¡Porque es extraño! ¡Y no es posible que te enamores de mí! Es decir... no seriamente...

Aparto la vista de nuevo bastante nerviosa, nunca había tenido tantas trabas al hablar y aquello sinceramente le molestaba.

El científico la miro un tanto confundido. Un segundo después volvió su atención al interior de la habitación inundada de cadáveres, sangre e intestinos y por enésima vez suspiro fascinado.

- ¡Ahhh...! ¡Una mente maestra en el asesinato! Impulsada por mera avaricia y fama. ¡Dios! ¡Eres igual que Black Hat!

- ¡VUELVEME A COMPARAR CON ESE MALDITO Y ASQUEROSO ENGENDRO DEL DEMONIO Y TE JURO QUE TE...!

-Sencillamente perfecta.

Ante aquel ultimo comentario el rostro de la chica se ruborizo por completo, y como esto por ende era culpa del científico, se molestó verdaderamente con él.

Sin dignarse a decir nada mas, dio media vuelta y se encamino hacia al elevador nuevamente, presiono con desesperación el botón que subía hasta que las puertas se cerraron dejando así Flug solo.

Con pasos firmes y contundentes salió de la oficina de Black Hat, dejando un rastro de sangre a su paso, pero lo más notorio en ella mientras se alejaba era la furia que se le escapaba hasta por las orejas.

Toda su vida la habían llenado de halagos alardeando lo perfecta que era, ¿por qué hasta ahora le molestaba que le dijeran uno? ¿Por qué de la boca de ese científico?

Sabía muy bien la respuesta, pero odiaba admitirla.

Ese muchacho se había enamorado de la persona que ella era realmente, de la persona que se suponía y nadie debía descubrir, y que, si lo hacían, no vivirían para contarlo.

Se enamoro de su esencia diabólica que se juró a ella misma ocultar para obtener la mayor cantidad de beneficios que pudiera robar al mundo.

Ella era malvada, avariciosa, presuntuosa, mentirosa... Nadie se tenía que enterar de esa faceta porque de ser así, el mundo entero le temería, y nadie se beneficia siendo temido, ¿cierto?, únicamente siendo amado, ¿verdad?

Prefería ser amada por los inútiles creyentes y temida por sus mediocres obstáculos.

Era imposible que esa vez un obstáculo se haya enamorado de su faceta más temible.

En cuanto a Black Hat... él nunca estuvo ausente. Estuvo de principio a fin en su oficina, esa oficina la cual estaba llena de secretos. Encerrado en un cuarto a espaldas de una enorme pintura de él mismo, observaba una pantalla donde se mostraba lo que grababan las cámaras que estaban posicionadas en cada rincón de aquella mansión.

Si, Black Hat lo había visto y escuchado todo.