I ᴅᴏ ɴᴏᴛ ʏᴏᴜ ʟᴏᴠᴇ (YM) Fɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ ʏ ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴀ

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—Si hubiera sabido que ese iba a ser nuestro último momento, nuestro último beso. Desearía haber tenido aunque sea unos segundos más estando así contigo, desearía haber aprovechado cada segundo.

Pero ahora llegamos a un punto en donde es imposible regresar a aquello. Aunque aun así quisiera poder regresar el tiempo y deterno justo en aquel momento, justo en aquel beso y aquella última caricia.

Me hubiera gustado que aquel momento lo pudiera recordar con ternura. Quisiera que ese último momento a tú lado hubiera sido el más cálido de todos.

Estuvimos juntos tanto tiempo, tanto que mi vida no seria la misma si no hubieras aparecido en mi camino. Por eso mismo el vacio y los cientos de recuerdos son lo que me matan día a día. Los recuerdos, todos aquellos recuerdos felices y tristes, pero el que me esta por terminar de matar es aquel último.

Si lo hubiera sabido, si tan solo hubiera controlado mi hira y hubiera escuchado a mi corazón, tal vez el recuerdo hubiera sido otro, tal vez hubiera podido decirte lo mucho que te amé, lo mucho que te amo y todo lo que tu vida logro hacer en la mia.

Y es que te conocía tan bien, te conocía tanto que realmente sabía que todo aquello que tu boca decía eran mentiras. No crei jamás que tus palabras hubieran sido del todo sinceras, algo dentro de mi lo sabia aunque yo solo siguiera a mis impulsos. Por eso buscar a otra persona fue una pérdida de tiempo, jamas encontraría a alguien como tú, y eso es porque tú eres único y nadie jamás te llegaría siquiera a los talones.

Desde aquella última vez quise guardar en lo más profundo de mi ser tus recuerdos, los buenos y los malos, aquellos que nos hicieron tanto reír como llorar. Quería guardarlos, guardarlos en el olvido por sentirme de aquella manera, como si todo hubiera sido una farsa y jamás me hubieras amado. Estaba tan equivocado.

En este momento lo último que puedo sentir hacia ti es rencor, eres a quien más ame, de quien más aprendí y quien salvo mi vida. El hecho de que llegaras a salvarme te convirtió en un Ángel, como si tu único propósito en esta vida fuese salvarme.

Por eso mismo no voy a poder olvidarte jamás. Y tampoco pretendo intentarlo, porque siempre serás mi recuerdo más preciado, siempre serás la persona a quien más ame, siempre serás tú, mi único y más grande amor, mi recuerdo más bonito.

Seras siempre ese recuerdo por el cual aveces me levante sonriendo al saber que estás en un lugar mejor en el cual ya no sufres por esa enfermedad, y otras veces en las cuales me levante en un mar de lágrimas al saber que te perdí, al darme cuenta de que me despierto otro día más sin sentir el calor de tu piel contra la mía.

Me ayudaste a superar innumerables de situaciones en mi vida a lo largo de nuestros maravillosos años de relación. Me ayudaste a descubrir quién soy y me convertiste en la persona que soy ahora. Y quiero creer que en alguna u otra situación de alguna manera también pude ser de apoyo para ti, aunque no lo fui en el momento más importante en el que tendría que haberlo sido.

Solo espero que en otra vida nuestros caminos vuelvan a coincidir, pero que esta vez sea realmente para siempre, sin ningún final trágico el cual te separe de mi lado ni a mi de tú lado.

Espero que en donde estés también me recuerdes, espero que te quedes con lo mejor de lo que fuimos, con aquellos momentos alegres en donde solo importaba el amarnos y nada más que eso.

Gracias por ser quien me libero de mis infiernos, gracias por ser la persona que estuvo conmigo en mis peores momentos, y gracias por ser tú mis mejores momentos. Gracias por aceptar todas mis imperfecciones, mis defectos. Gracias por estar cuando más te necesite y perdón por yo no haber estado cuando tú más lo hiciste.

Pero sobre todo gracias por enseñarme a amar, por enseñarme que un "Te amo" no se le dise a cualquiera, porque en el momento en que lo diga estaré arriesgando todo lo tú me enseñaste. Estaré arriesgando todo el amor que diste por salvar a alguien como yo.

Y por eso mismo a ti puedo decirte con toda la seguridad del mundo, que no me arrepiento y que jamás me arrepentiré de decirte que te amo, y que a pensar de todo no hay nada que pueda cambiar eso, ni la vida misma.