I ᴅᴏ ɴᴏᴛ ʏᴏᴜ ʟᴏᴠᴇ (YM) Fɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ ʏ ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴀ

7

Suspiro mirando hacia aquella fría tumba. Poso sus ojos en el cielo, con una triste sonrisa en su rostro. Aún no podía superar el hecho de caer en cuenta de que lo que estaba pasando.

La primera lágrima calló y junto con ella una suave risa rota. Su rostro se llenó de aquellas saladas gotas, las cuales eran imposible de contar.

Se dispuso a poner su pálida mano en el frio lugar, teniendo en mente tantos recuerdos y pensamientos. Poso ambas manos, rozando donde aquel nombre yacía grabado.

Una mano seguía posada en aquel lugar, la otra yacía en su boca intentando retener el sonido de aquel llanto. Sin poder ya soportarlo callo de rodillas en frío césped, ya siendo inevitable desmoronarse frente aquel lugar donde prometio jamás hacerlo.

Sus sentimientos lo abrazaron sin querer soltarlo, diciéndole al oído que lo intentara, que intentara entrar en razón y aceptar que la persona a quien más amo ya no estaba. Que allí sería donde más lagrimas derramará en cuando simplemente vea aquel grabado.

Era inevitable, no podía retener ya más sus sentimientos, por eso mismo se decidió a pronunciar todo aquello.

(...)

Apareció aquella mujer, la persona quien más visitaba aquella tumba, quien derramaba innumerables gotas saladas y le hablaba a aquel lugar por horas.

Sus ojos volvían a brillar con intensidad, su semblante volviéndose una vez más triste, en estos se reflejaban el chico que yacía desmoronado en su lugar. La tristeza la invadió aún más fuerte que nunca, acercándose lentamente y abrazando por sus detrás a ese chico.

La escena era observada por una persona en sus detrás, alguien con su rostro triste también, alguien quien no se atrevía a romper ese momento, intentado ser fuerte.

Esa persona quien siempre debía demostrarse como la más fuerte, la cabeza del hogar, quien por más que quisiera engañarse y engañar a los demás, estaba tan roto como las otras dos personas.