Narra Raoul:
Ha pasado una semana desde que me entere de que mi padre le es infiel a mi madre...Álvaro aún no ha tenido el valor de hablar con ella, y yo no consigo concentrarme en nada, ni en las clases, ni en las tareas, ni siquiera en Fer...el cual ha estado muy pendiente de mi mientras yo solo me alejaba...no sé que me pasa...me siento muy solo.
Son las cuatro de la tarde, he quedado con Fer para hablar, no se exactamente de que ni como acabará, pero siento que necesito hablar con él, no se merece como le estoy tratando.
Me estoy peinando en la habitación para parecer un poco más estable y espero a que llegue Fer a casa. Media hora después, escucho el timbre.
Bajo rápido las escaleras y abro la puerta, y ahí esta él, con su perfecta sonrisa, su pelo bien peinado con la suficiente gomina para que esté fijo pero no con demasiada para que el aire lo pueda mover, con un suéter amarillo que le regalé yo y unos jeans negros. ¿Como puedo estar des-enamorándome de él? soy horrible.
Fer: Hola amor -Sonríe y me abraza, siento como aspira mi olor, no lo hace como siempre, lo hace con dolor, con angustia. Como si no la fuese a percibir nunca más
Raoul: Hola cariño- le devuelvo el abrazo y le acaricio la espalda que tantas veces he besado y arañado, que tantas veces he sentido contraerse sobre mi piel, que tantas veces he abrazado mientras dormíamos. inconscientemente se me escapa un sollozo y me maldigo por ello
Fer: ¿Qué pasa?- me mira a los ojos preocupado, aunque yo sé que él lo sabe, se lo noto en los ojos, llorosos pero sin que ni una lágrima salga de ellos.
Raoul: -nos sentamos en el sillón, ya que estoy solo en casa- Fer yo... -empiezo a hablar pero me corta un sollozo y me tapo la cara con vergüenza
Fer: Raoul...tranquilo -me aparta las manos con suavidad y me las acaricia, le miro y me siento la persona más horrible del mundo porque le voy a romper el corazón
Raoul: Yo te quiero...-no puedo evitar que caigan lágrimas por mis mejillas- pero no sé que me pasa... - le aprieto las manos y bajo la cabeza, el me acaricia las manos con los pulgares- me siento muy solo...-la levanto mirándole- pero no es tu culpa, joder, claro que no- dejo de agarrarle las manos y me apoyo más en el sofá- soy yo, que soy puto gilipollas y no te sé valorar, joder, estás siempre ahí aunque tengas problemas, siempre con una sonrisa, siempre intentando hacerme reír...- hago una pausa angustiado- y así te lo pago yo...apartándote- sollozo- soy horrible- digo tapándome la cara con las manos
Fer: -ahoga un sollozo- Pequeño...lo que te pasa es que tienes muchas cosas en esa cabecita-me acaricia el pelo con ternura- y no las sabes gestionar, y es normal, joder, yo estaría igual o peor -me sonríe aunque sé que quiere llorar- yo no tengo que ser una carga, ni algo que te pese, tengo que ser un apoyo, un refugio para ti, y si lo he dejado de ser, no pasa nada -me acaricia la cara para secarme las lágrimas- Rubio...no me importa dejarlo, mientras tu estés bien, yo solo quiero tu felicidad- sonríe, esta vez, tristemente- y si conmigo ya no lo eres, no pasa nada, sé libre -se le caen las lágrimas- busca a esa persona que sí te haga feliz, pero, por favor -baja el tono de voz y me agarra las manos- no me apartes de tu vida, quiero ser tu amigo, no puedo perderte -solloza- no puedo perderte en todos los aspectos porque me muero
le abrazo, porque no se que más puedo hacer, le abrazo con todas mis fuerzas y le susurro un "lo siento" en el oído mientras siento como sus lágrimas empapan mi sudadera a la par que yo empapo la suya.
después de un tiempo así, que no sé si son segundos, minutos o horas, escucho la voz de Fernando, que es prácticamente un susurro
Fer: te puedo pedir algo?- dice sin dejar de abrazarme
Raoul: Claro, que pasa?
Fer: -levanta la cabeza de mi hombro y me mira- un último beso...por favor
yo no le respondo nada y le cojo de la nuca con suavidad acercándole a mí, ambos cerramos los ojos y le beso con cuidado, como si se fuera a romper bajo la presión de mis labios. Él me lo sigue y apoya la mano en mi mejilla, acariciándola. Es un beso con sabor a lágrimas, a dolor, pero sobretodo a despedida, dejo que sea él quien lleve el ritmo del beso y que decida cuando acabarlo, ya que sé que lo necesita. Sus labios envuelven los míos, los besan con cuidado, despidiéndose de ellos, y yo hago lo mismo.
Al cabo de un rato, juntamos nuestras frentes y respiramos hondo, nos secamos las lágrimas el uno al otro y nos miramos a los ojos, Fer es el primero en Hablar
Fer: Adiós Raoul - sonríe amargamente y me da un beso en la frente, mientras le caen lágrimas rebeldes
Raoul: Adiós Fer - cierro los ojos por su beso y no consigo retener las lágrimas.
Fernando se levanta del sillón y camina hacia la puerta, se gira una vez para mirarme con dolor, abre la puerta y se va. Yo suelto un gran suspiro y me tumbo en el sillón tapándome con la manta y dejando vía libre a mi dolor y por lo tanto, a más lágrimas.
Narra Fernando:
Para que mentir...me lo esperaba, últimamente estaba mas distante, sentía como me apartaba poco a poco sin quererlo...mi niño, no se merece por todo lo que está pasando
Llego a casa y voy directo a mi habitación, me tumbo en la cama y comienzo a llorar, llevábamos un año, un año lleno de emociones y experencias que no creo, sé, que no voy a olvidar nunca. Él fue mi primer amor, y no creo que vaya a dejar de quererle
lo único que me consuela es que podamos ser amigos y que hayamos acabado bien, ya que podría haber sido mucho peor.
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Mi profesor y yo {RAGONEY}
FanfictionAgoney, un chico de 21 años con apenas experiencia en el mercado laboral, profesor, recién salido de la carrera comienza a trabajar en un instituto de Barcelona como profesor de arte dramático. Raoul, 19 años, repetidor, esta harto del instituto y...