Capítulo 7

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Narra Agoney:

Me despierto con el despertador taladrándome la cabeza, ya son las seis de la mañana. Me levanto con pereza de la cama, no he dormido muy bien últimamente ya que mi madre ha empeorado un poco y a pesar de que Glenda y yo nos hemos ido turnando para cuidarla y estar pendientes de ella, mientras el otro descansaba (o lo intentaba), ninguno hemos estado tranquilo en el transcurso de esta semana, y de estas noches.

Me meto en la ducha aún con el sueño acompañando mi piel y esperando ahuyentarlo con el agua cálida del baño. Salgo y comienzo mi rutina de cuidado de cara, me recorto la barba, me pongo crema y me maquillo un poco las gigantes ojeras que tengo para no parecer un zombie. Salgo del baño con la toalla amarrada a la cintura y busco en mi armario algo básico que ponerme. Después de un buen rato admirando todas las posibilidades, me decido por unos vaqueros negros un poco rotos, una camisa de manga larga negra, unas botas y mi chaqueta de cuero típica. Después de desayunar unas tostadas con mantequilla y un café con leche, decido terminar de secarme bien el pelo y alisarlo hacia un lado. Cuándo ya he acabado de hacer todo son las ocho de la mañana y cojo el casco de la moto junto a mi mochila y llaves, salgo y pongo la mochila en la maleta de la moto y me coloco bien el casco, arranco y me dirijo al instituto.

Cuando llego son apenas las ocho y veinte, por lo que puedo mantener mi charla de siempre con Nerea y Ricky, el profesor de gimnasia.

Ago: Hola chicos -sonrío sentándome con ellos en la pequeña salita

Ricky: -entra a la sala con un ritmo rápido- Hola nere -dice dandole un beso en la cabeza a la rubia- Hola peque -dice dandome un fugaz abrazo por los hombros- me pararía a hablar pero llego tarde a una reunión, que tengan buena mañana!- dice animadamente después de servirse un café a la velocidad de la luz y saliendo de la sala

Ago: Ricky siempre igual eh -río-

Nere: Ya ves -bebe café- que tal estás Ago?

Ago: yo?- la miro- bien, con sueño como todos

Nere: Ya, quien nos iba a decir que nuestros madrugones de estudiantes seguirían de adultos- dice riendo mientras mira la pantalla de su móvil

Ago: ya...esto es lo malo de hacer magisterio -me estiro en la silla-

Nere: -mira la hora- ya son las ocho y media, me voy - dice la catalana levantándose mientras coge su bolso y me da un abrazo- Que te vaya bien!- exclama antes de salir de la sala, en la que me quedo solo, por lo que decido empezar a corregir los guiones echos por mis alumnos, en lo que espero a que sean las 9 para empezar con las clases.

Narra Raoul:

Lunes...Puto lunes, me despierta la voz de mi hermano en la puerta, ya que, como todas las noches desde que hablé con Fer, me quedé escuchando música hasta quedarme dormido y así gastando toda la batería de mi IPhone, lo que hace que no me haya sonado el despertador

Raoul: -me remuevo en la cama quitándome los cascos de los oídos mientras me estiro- Tete...que hora es?

Álvaro: Las ocho, tranquilo, tienes una hora

Raoul: mmm...

Álvaro: -da toquecitos en la puerta- venga, duchate y vistete, que estoy preparando el desayuno -dice para despues caminar por el pasillo y bajar por las escaleras. Cuándo escucho que ha bajado el último escalón me levanto con desgana y me miro en el espejo, tengo los ojos rojos y un poco hinchados de todos estos días llorando, el pelo alborotado de dormir aunque a pesar de ello tengo muchas ojeras. Cojo mi chándal Addidas, una camiseta negra y un suéter rosa y me meto en el baño. Después de veinte minutos salgo de la ducha y me pongo una toalla a la cintura, me seco el pelo y lo dejo despeinado, con los mechones cayendo por mi frente, me pongo un poco de colirio en los ojos y me pongo la crema de la cara, me visto y me pongo los primeros tenis que pillo, bajo las escaleras hacia la cocina sin ninguna ilusión de comer nada. Últimamente no como mucho, la verdad

Álvaro: buenos días tete- me da un beso en la mejilla cariñosamente- siéntate, estoy haciendo pancakes- dice con una sonrisa

Raoul: no tengo mucha hambre...- me siento en uno de los taburetes alrededor de la isla

Álvaro: venga va Raoul, que sabes que me quedan buenísimos -dice sirviéndolos en los dos platos y poniéndoles nata y chocolate por encima- toma- dice poniéndomelos delante y sirviéndome un café-

Raoul: Gracias...- digo empezando a comer sin mucha hambre.

Cuando hemos terminado de desayunar, me cuelgo mi mochila al hombro, y salimos de casa para ir, yo a clase, y él a trabajar.

Llego al instituto a las nueve menos cuarto, decido pasarme por la sala de profesores para ver si está Nerea, mi profesora favorita, bueno, al menos hasta que el canario entró...

toco en la puerta antes de asomarme un poco y veo a Agoney muy concentrado en algo, el cual levanta la cabeza ante mi toque y sonríe amablemente, como siempre

Raoul: Hola, está Nerea?

Ago: No, se ha ido hace un momento -dice torciendo el gesto- para que la querías?

Raoul: No bueno, da igual no pasa nada -sonrío lo más real que puedo

Ago: Quizás yo te puedo ayudar -se quita las gafas y las deja a un lado de la mesa- que necesitas?

Raoul: puedo...?- digo en referencia a pasar a la sala

Ago: claro, porfavor pasa - sonríe- soy el único que empieza a las nueve, siempre estoy solo a esta hora

entro y me siento enfrente suyo, peco de curioso y bajo la mirada ante los documentos en los que tenía centrada su atención antes de que yo apareciese, veo que son los guiones de nuestra clase y me sonrojo un poco

Raoul: Ya has corregido el mío?- digo apoyándome en el respaldar de la silla

Ago: mmmh?- levanta la cabeza sin entender-

Raoul: mi guión- río un poco ante su despiste, pero sin llegar a ser irrespetuoso- que si ya lo has corregido

Ago: ahhh- sonríe- perdona, no, creo que es el siguiente que me toca- dice mirando el nombre de cada papel

Raoul: -asiento- bueno, solo quería estar un rato hablando con Nerea, sobre ciertas técnicas vocales que me cuestan más y eso...

Ago: Bueno, yo te puedo ayudar, también lo he estudiado -dice tranquilamente mientras apunta cosas en el guión que corrige

Raoul: Pues muchas gracias -sonrío y miro el reloj- creo que ya tienes clase con nosotros

Este mira la hora apurado y ve que son las nueve menos cinco, por lo que exclama

Ago: Joder! si no me lo dices ni me entero jaja -sonríe por enesima vez y no puedo evitar pensar "joder, que sonrisa tan bonita"- ve yendo, yo enseguida subo

respondo un simple "vale", recojo mi mochila del suelo y subo al aula asignada.


Mi profesor y yo {RAGONEY}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora