Capítulo 16

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cierra la puerta con fuerza, no puede respirar, se ahoga, siente que se ahoga.

Camina por la habitación nervioso, tironeando de los mechones rubios y intentando controlar lo que ya sabe que es incapaz de controlar.

Quiere gritar, quiere llorar, quiere pegarle a algo

pero está paralizado en medio de esa habitación que se va haciendo cada vez más pequeña a la par que en su garganta comienza a formarse un nudo.

Y  cuando hay  un segundo de lucidez en su mente, se da cuenta de que necesita que alguien le saque de ese bucle.

sin pensar, ya que su mente no le deja, coge el teléfono y marca el número que se ha acostumbrado a teclear cuando está en estas situaciones, el del canario.

Este lo coge especialmente preocupado ya que son las tantas de la madrugada

-¿Raoul? ¿Que ha pasado?

solo le responde un sollozo apenas audible

-¿Donde estás? ¿voy? ¿Te puedes mover?

-Me ahogo, necesito salir de aquí

consigue decir el Rubio a pesar del nudo en la garganta y las lágrimas que se hacen paso en su rostro, Agoney que a pesar de ser la dos de la madrugada seguía vestido, sale rápido de su casa sin dejar de hablar con él

-Vale, te voy a sacar de ahí, dime, ¿Estas en tu casa?

el canario intenta mantener la calma, aunque el corazón le vaya a mil solo de pensar que le pasa algo al catalán

-Si...estoy en mi habitación

-Vale...¿Puedes salir de ella?

Habla mientras camina hacia su casa, sabe que va a tardar el doble, pero tiene el coche en el taller y si coge la moto tendría que colgarle, y eso es lo último que quiere

-No...

se escucha acompañado de un sollozo

-Vale, tranquilo, ¿me puedes tirar las llaves?

Escucha como Raoul intenta respirar hondo sin éxito y se muere de pena, acelera el paso lo más que puede hasta que le arden las piernas

-Hay una debajo del felpudo...

-Vale, en nada estoy ahí

La respuesta del rubio fue colgar

Y es que Agoney ya no camina, ahora corre lo más rápido que puede, y no para hasta que su casa entra en su campo de visión, coge la llave y abre la puerta con cuidado, Sube los escalones sin apenas pisarlos y se para en el pasillo, cuando divisa la puerta que tiene la luz ligeramente encendida, toca con suavidad

-¿Ago?

-ya estoy aquí, tranquilo

Termina de entrar y cierra la puerta intentando no hacer ruido, cuando apenas le ha dado tiempo a girarse ya tiene el rostro del rubio enterrado en su cuello mientras le abraza con fuerza

-Hey hey...tranquilo

le acaricia la nuca

-Ago no puedo con esto...

llora el menor, Agoney le separa de su cuerpo y le mira a los ojos mientras le seca la cara, todavía hiperventila

.Ven, vamos a coger aire

dice entrelazando la mano con la del rubio y saliendo de esa habitación, salen al jardín y se sientan, Agoney le coje las dos manos y le mira a los ojos

Mi profesor y yo {RAGONEY}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora