veintisiete♡

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Luego de unos minutos, ambos caminaron hacia el interior de la casa, encontrándose con todos realmente alborotados al ritmo de la música mientras sostenían bebidas en sus manos. Luke le lanzó una mirada divertida a Chelsy, la cual ella correspondió.

— ¿Ves? Llenos de sudor —resaltó el rubio a la vez que miraba a los demás, él se acercó más a Chelsy para que lo pudiera escuchar mejor—. ¿Por qué no vamos a la entrada?

La castaña le vio de reojo y asintió. A lo lejos observó a Preston hablar con unos chicos, parecía que la estaba pasando bien. Y como si la rubia hubiese sentido la mirada de su amiga, giró su cabeza para toparse con la mirada de Chelsy. Preston al verla junto a Luke alzó su mano con el pulgar hacia arriba, la castaña solamente puso los ojos en blanco y se limitó a seguir a Luke por entre todo el tumulto de gente.

Pudo escucharlo pedir permiso mientras caminaba, eso le hizo sonreír porque era más que obvio que los demás no le iban a escuchar ni en broma, pero aun él lo seguía diciendo mientras se dirigía a la salida.

Al salir de la casa, se toparon con que ahí estaban algunos chicos tirados en la grama fumando y riendo, unas chicas estaban sentadas al final del porche bebiendo. Por un momento, Chelsy se sintió incómoda porque una de esas chicas le quedó viendo de reojo, analizándola con la mirada para luego ver a Luke y medio sonreír, coqueta. La castaña trató de ignorar aquello y centrarse en el rubio, quien había decidido sentarse en las pequeñas escaleras de la entrada de la casa. Él le hizo una seña para que se sentara a su lado, a lo que ella obedeció.

—Por cierto, ¿Viniste sola? —le cuestionó Luke, lanzándole una mirada curiosa. Ella dirigió su mirada a los chicos acostados en la grama y luego a los ojos de él. Con costo y podía ver el azul claro de sus ojos por la oscuridad. Los foros de la calle alumbraban de forma tenue.

—No, vine con Preston, pero prefirió ir a beber y a divertirse, no la culpo —explicó y en su rostro se formó una sonrisa apenada.

—Preston está loca, el otro día me la topé en los pasillos y como si nada me dio una de sus galletas ni siquiera se detuvo, simplemente me la dio y ya —Contó totalmente divertido, ocasionando que Chelsy soltara una carcajada—. Fue súper raro, pero igual me comí la galleta.

—Amo a Preston —se limitó a decir ella a la vez que se encogía de hombros. Luke le observó con una ligera sonrisa en sus labios, se aclaró la garganta y se cruzó de brazos.

—Tienes buenos amigos, Chelsy.

—Lo sé, me alegro de haberlos conocido, digamos que antes era una chica un tanto solitaria —se atrevió a confesar, frunció su ceño e hizo un extraño mohín con su boca. Luke le vio confundido.

— ¿Hablas del tiempo en la escuela? —cuestionó, a lo que ella asintió—. Ugh, odié esa época, creo que la escuela fue lo peor, vistiendo ese tonto uniforme celeste y las normas.

Chelsy soltó una risa, asintiendo.

—Concuerdo —expresó y negó divertida—. Era un desastre.

—Yo más —dijo Luke, viéndole a los ojos. Ambos soltaron una risa—. Traía el cabello en un copete, creía que me miraba genial.

Chelsy reprimió una risa, apretando sus labios en una línea. Volteó a ver hacia al frente, donde unas chicos venían caminando hacia la entrada para luego pasar por su lado en las escaleras. Luke tuvo que apegarse a ella para que los demás pudieran pasar. Chelsy le observó en silencio cuando él no le prestaba atención, apreció su bonito perfil y decidió continuar con la conversación una vez que todo estuviese en orden.

—Todos ese años usé ortodoncia, sin mencionar que mi cabello era realmente largo y se hacía un completo enredo —comentó con el semblante arrugado, se llevó ambas manos al rostro para taparlo cuando escuchó a Luke soltar una risa—. Qué vergüenza.

smitten | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora