Mi Odioso Vecino "Let go." (2da temporada) ADAPTADA EXO Kai & Tú <3

Capítulo 3: Yuri

*Narras Tú*

—  Genial Karen, ahora por tu culpa no nos podemos deshacer de la perra de TN

Murmura Mary al oído de Karen.

—  ¿Qué querías que hiciera? No somos malas personas Mary, al menos nosotras tenemos conciencia y un hermoso corazón.

Karen le responde.

—  Estoy justo detrás de ustedes, puedo oírlas.

Dije y giré los ojos. Ellas se voltearon para verme pero no se detuvieron, siguieron caminando hacia la cafetería. Las seguí hasta que tomaron asiento en nuestra habitual mesa (al menos en el pasado lo era, no sé si lo siga siendo aquí) y me senté frente a ellas.

—  ¿Qué es lo que quieres?

Pregunta Mary.

—  Necesito conocerlo.

Les dije, mirándolas fijamente a ambas para que supieran que esto iba enserio.

—  Debo hacerlo, si es que no me conoce.

—  No te conoce. Al menos, no en persona.

Responde Karen.

—  ¿Cómo estás tan segura de ello?

Le pregunto. Kai… ¿no me conoce? Mis sospechas ¿son ciertas?

—  Le hemos hablado de ti. No te conoce en persona, pero sabe quién eres.

—  Así que no esperes un saludo de mano y un abrazo de su parte cuando lo conozcas, lo mínimo que conseguirás es una advertencia sobre qué tan mal te puede ir si te nos acercas.

Mary dice sonriendo. Suspiro. Encima, al parecer Kai también me odia.

—  ¿Dónde puedo encontrarlo?

Pregunto. Realmente me importa poco sonar desesperada.

—  No vamos a ayudarte a bajarle el novio a nuestra amiga.

Karen le da un codazo en el costado a Mary.

—  ¡Auch!

—  Lo que Mary quiere decir con eso es… ¿por qué tanto interés en el chico de todas formas? ¿Cómo siquiera supiste sobre él?

Eh… no lo sé…. ¿Por qué es mi novio en mi otra vida tal vez?

—  Lo conozco, desde que somos pequeños.

Instintivamente mis manos viajaron a mi cuello para apretar el collar que me regalo, como lo he estado haciendo desde que él se fue a la universidad y el miedo o el pánico me abruma. Apretando al pequeño osito en mi mano me tranquiliza, pero cuando lo hago esta vez, no hay collar, no hay oso, no me llena la paz ni la tranquilidad. Sentí ganas de arrojarme por un pozo.

—  ¿Ustedes se conocen desde pequeños? ¿Es broma no?

Mary suelta pero de inmediato se retracta, justo cuando mis lágrimas comienzan a salir de nuevo. Maldita sea, quiero dejar de llorar.

—  Hablas enserio.

Lo único que pude hacer es asentir. Karen suspira y saca un papel y una pluma de su mochila. Garabatea algo en él y luego me lo da.

—  Esa es la dirección del café donde trabaja por las tardes. Todos los días desde las 3 hasta las 11pm lo encontrarás allí.

—  Gracias.

Dije y apreté el papel en mi mano. Aferrándome a la única oportunidad que tengo para soportar todo lo que viene con esto. Debo buscarlo, él debe ser el único que me pueda reconocer bien. Él, nadie más.