Muchos de los nobles estaban presentes porque habían acompañado al duque de Tianshui a impulsar el impulso; todos querían derribar a la familia Jiang.
Pero en este momento, ¿quién se atrevería a hablar?
Si alguien defendiera al duque de Tianshui, eso significaría desafiar a los dioses. Si discutían con el rey, eso significaría que no querían que la princesa se recuperara.
Fue en este momento que la mente gorda de Xuan conectó los puntos también. Siempre fue alguien a quien le encantaba crear un alboroto e inmediatamente se unió a él: "Duque de Tianshui, siempre estás hablando mal de cómo si eres el número dos en fidelidad y valor de todos los nobles, entonces nadie más Se atrevería a reclamar el número uno. Ahora que ha llegado el momento de demostrar su lealtad, inventa excusas y evita hacer nada. ¿Que está pasando aqui?"
"Duque de Tianshui, usted se mostró elocuente sobre la ejecución anterior de todo el clan de la familia Jiang. Ahora, no se te han hecho tales demandas y, sin embargo, ¿te encoges de solo darte una bofetada tres veces?
Jiang Chen definitivamente no dejaría pasar esta oportunidad; dijo mientras tomaba otro golpe a un enemigo ya derribado: "Parece que esta supuesta lealtad y valor que ocupa el primer lugar bajo el cielo es solo una broma que el duque de Tianshui sacó a relucir para divertir a los demás. Mejor no poner demasiado stock en él.
El duque de Tianshui originalmente se había burlado del duque de Jiang Han, pero ¿quién pensaría que las mesas se volverían contra él y se convertiría en el objetivo de los ataques de todos?
Sin embargo, el duque de Tianshui era un viejo sombrero en estos juegos políticos y rápidamente encontró su equilibrio nuevamente. Hablaba con aire de justicia propia: "Este viejo duque ni siquiera frunciría el ceño si su Majestad me ordenara que se quitara mi propia vida, por no mencionar solo tres caricias". Si beneficiara a nuestro país y nuestra patria, ayudaría voluntariamente a asumir parte de la carga de Su Majestad. Pequeño Chen'er, podría abofetearme fácilmente tres veces y dispersar algunas de las preocupaciones de Su Majestad, pero si estás jugando un juego con nosotros, ¿entonces qué?
De hecho, si este mocoso estaba bromeando, ¡estaría engañando a todos los nobles y al rey!
La voz de Jiang Chen se volvió más fría: “Duque de Tianshui, puedes insultarme, ¡pero no puedes blasfemar contra los dioses! Su Majestad, este hombre no solo ha tenido una vez, sino en múltiples ocasiones, hablado gravemente fuera de lugar. Los dioses están furiosos y me temo que ya no puedo ayudar con la enfermedad de su Alteza ...
Eastern Lu se horrorizó por estas palabras y se puso furiosa por dentro. Maldito duque de Tianshui, ¿para qué estás arrastrando los talones? Si eres tan leal y patriótico, ¡abofetérate ya tres veces! Hazlo fácil para ti y encuentra una salida. ¿Debo realmente mandarlo y ser visto como el rey que acosa a sus súbditos?
Mientras sus pensamientos viajaban por este camino, Eastern Lu se enfureció y arqueó una ceja. El duque de Tianshui era un experto en observar expresiones y había pasado mucho tiempo estudiando las emociones del rey. Sabía que el rey estaba realmente indignado y, sin previo aviso, se abofeteó ocho veces.
Cada bofetada fue dura y resonante, sabía que cuanto más se abofeteaba, más aplacaría la ira de su rey.
Su cara comenzó a hincharse y casi se parecía a la cabeza de un cerdo después de esta ronda de bofetadas.
Después de esa ronda de bofetadas, todos los ojos se centraron en Jiang Chen de nuevo.
Jiang Chen dijo apresuradamente: "Se te dijo que te dieras una bofetada tres veces, ¿cuál es el significado de darte una bofetada ocho veces? ¿Te sientes motín? ¿Estás descontento con la voluntad de los dioses? ¿O desleal a su majestad? Ah, olvídalo. Se le perdonará a regañadientes esta vez con respecto a este asunto ".
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Sovereign Of The Three Realms - Parte 1
FantasíaJiang Chen, hijo del Emperador Celestial, inesperadamente reencarna en el cuerpo de un joven noble despreciado, por lo tanto, se embarcará en el camino del desvalido derrotando a todos. Nadie tiene el derecho a llamarse a sí mismo un genio delante d...