Esposados [Omegaverse]

3

Después de haberse dado ese beso que sellaba su matrimonio como alfa y omega, se separaron un poco avergonzados, el rubio por la incomodidad de haberse sentido observado tras actuar sin pensar y Todoroki por quedarse quieto luego de que su olfato descubriera y se dejara inundar por ese olor a caramelo que desprendía su ahora omega, haciendo que deseara juntar un poco más sus cuerpos, talves en un abrazo, pero todo esos pensamientos se hicieron humo después de que el ojirubí lo empujara rompiendo el beso de una vez, trayéndole a la realidad donde todos ya se les habían acercado y estaban dándoles bendiciones y abrazos.

Luego de eso los invitados, los familiares y los novios subieron a la segunda planta donde se realizaría la recepción. Ahí los esperaba una orquesta compuesta solo de violines, algo que desanimo un poco a la familia del rubio que no conocian casi nada de musica instrumental, felizmente la madre del omega había elegido la comida si no probablemente hubieran muerto de hambre con esos platillos gourmet, como le llamaba la gente rica, para ellos eso no llegaba ni a comida de gato.

Mientras sus madres estaban distraídas presentando cada una a su familia, el par de esposos disimuladamente se alejaron a un rincón para conversar sin ser escuchados.

-¿Conseguiste lo que prometiste? -inquirió el medio albino, que llevaba un traje color borboña oscuro.

-No prometí nada -respondió chasqueando la lengua para después meter su mano al bolsillo de su chaqueta y sacar una pequeña bolsa plástica trasparente que tenia dentro pétalos de flores con otras pequeñas cositas como ramitas o bolitas secas- pero aquí lo tengo -se lo extendió, ya que ese era el que tomaría.

Todoroki lo tomó con su mano presionando los pétalos, largas fibras y hojas desde el plástico que lo tenia conservado.

-Parece como un té -comentó ganando un asentimiento de cabeza por parte de su esposo- ¿Que es exactamente?

-La que estas tocando se llama pasiflora, los pétalo secos de allí -señaló- sueltan su esencia en agua caliente, la otra me dijo que viene de los alpes Suizos, tiene un nombre de la mierda, el punto es que sirve para neutralizar el sabor, hace que el proceso sea más rápido y además le baja un poco las propiedades lo suficiente para no ocasionar daños en nuestro sistema.

-Supongo que es para no crear una mala reacción al tomarse después de un afrodisíaco.

-Aja.

-Te daré el dinero mañana, para que no...

-No quiero tu mugre dinero -interrumpió el omega- considera esto como un regalo de bodas -escupió para después enderezar su espalda que se encontraba apoyada contra la pared tapizada de paneles verticales color gris, con la intensión de irse lejos del alfa.

-¿Y si esto no funciona? -preguntó desconfiado sujetando al omega del brazo antes de que se fuera de su alcance.

Pero de un tirón Katsuki se safó del agarre haciéndole saber al heterocromatico que claramente no le agradaba su tacto.

-Si eso llega a pasar tengo otro plan -dijo sacudiendose donde el otro había puesto su mano, como si fuera un leproso quien lo hubiera tocado, algo que Todoroki solo denominaba como una niñería que lo ponía de mal humor, pero a la cual se tendría que acostumbrar a la fuerza; al principio se mentalizó diciendo que no sería para tanto, pero ahora que ese aro plateado se encontraba por fin adornando su dedo como la prueba irrefutable de que estaban unidos para siempre, lo hacia sentirse exasperado.

-¿Cuál? -bajo la mirada observando dubitativo el paquete entre sus manos, esperaba que en verdad funcionara y no ocasionara daños a su sistema, conseguir este tipo de cosas por lo bajo muchas veces resultaba ser perjudicial en múltiples sentidos.