Bien, aquí vamos estoy en el altar al lado de mi futuro esposo y al lado de él, su hermano, a mi lado mi " prima ". Todos están llorando incluido él, mi prometido y yo nada. Sé que mi prometido llora por que lo escucho, ya que ni siquiera lo puedo mirar. El vestido que tengo a duras penas si me deja respirar, el peinado es muy molesto y ni qué decir de este maldito velo (imaginar un velo súper estorboso al vestido de multimedia). El padre parece ser el único feliz, pero esto parece más un velorio y parece que el muerto soy yo.
Pero les contare la historia desde el inicio, desde un tiempo antes de ser adoptada, donde mi vida era sencilla y divertida. :D
Empecemos por que soy Inglesa, nací en Londres-Inglaterra, pero mi madre murió cuando yo nací, pues éramos gemelas, mi hermana mayor Lynch estaba enredada en el cordón umbilical, así que mi madre terminó muerta después del parto. De mi padre no sabemos nada, así que fuimos directo al orfanato, a los cuatro años mi hermana Lynch fue adoptada. Fue adoptada por unos Italianos y nunca la volví a ver, pero bien, al menos conocerá Italia, creo.
Después de eso hubieron niños nuevos entre ellos Roy que se volvió mi mejor amigo. Eramos inseparables, hacíamos todo juntos. Un día trataron de adoptarlo pero el se negó, diciendo que no me dejaría, yo le dije que no fuera tonto y que se dejara adoptar que cuando fuéramos grandes nos volveríamos a encontrar. El hizo que lo prometiera y lo hice, tenía que hacerlo. Llore todo el resto del día y nadie podía decir "Roy" por que yo volvía a llorar.
A mis ocho años, según mi profesor yo era una genio, pues era capaz de memorizar todo, también realizar cualquier ejercicio, así que me adelantaron un par de grados pero me era tan fácil que me adelantaron un poco más, muchos venían a adoptarme pero yo me negaba ya que sabía que me querían adoptar por ser superdotada intelectualmente.
A los nueve años ya estaba en secundaria pero no quería ir, era muy pequeña y terminaría lastimada. Así que el orfanato hizo un esfuerzo y me contrataron una maestra particular, pero le pidieron que me diera clases avanzadas y la maestra así lo hizo. A los trece años solo me faltaba la universidad.
El orfanato me había dado una orientación culinaria, así que aprendí a cocinar, también aprendí ballet, a tocar guitarra, piano, arpa, violín, chelo, y muchos cursos más. Tenía muchos amigos, pues en el orfanato todos éramos amigos; unos más que otros pero amigos en todo caso. A parte de que con tantas clases extra pude conocer muchas personas.
Cuando tenía 17 años llegaron al orfanato unos españoles a adoptar una niña. Yo no quería ser adoptada así que les dije a los españoles todas las opciones que tenían con las demás niñas, pero joder, creo que no entendieron que yo no quería ser adoptada. Aún así ellos me eligieron, la directora sabía que no quería ser adoptada, pero aun así me llamó para hablar.
Creo que no les he dicho mi nombre, me llamo Emma.
