I ¡Bienvenida!

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-¿Do... dónde estoy?- dijo aquel joven después de despertar.

El se encontraba en una habitación llena de cuadros y cosas viejas, que daban escalofríos con tan solo mirarlos.
El joven se paró tambaleando un poco para después acercarse a una puerta de madera y abrirla.
Por suerte, la puerta no tenía seguro alguno, por lo cual salió de inmediato. La puerta hizo un ruido extraño, como si nunca se hubiera abierto.
Al otro lado había un largo pasillo con muchos más cuadros seguido de otra puerta.

El joven no tuvo más opción que abrirla, para después ver un gran patio, el cual tenía árboles frutales, conectaba con varias puertas y con más habitaciones.
Él salió y escuchó atentamente los ruidos de la madera tronando, como si hubiera alguien acompañandolo.

-¿Hay alguien ahí?- gritó el chico- por favor, necesito ayuda.

El silencio se presentó ante él, el unico ruido que había era el de las hojas de los árboles moviendose con el viento.

Cuando de repente, desde un arbusto salió una chica y dió un brinco:

- ¡Hola! ¿Qué tal?- dijo la chica tocandole el hombro.

- ¡Espera!- el chico se espantó por la acción- ¿Tu qué haces aquí?

A lo que la chica le contestó:

-La pregunta aquí sería... ¿Qué hacemos aquí?

Cuando se escuchó una puerta abrirse, al voltear, aquellos dos jóvenes vieron a otro chico observándo desde lejos.

Después de esto los chicos se presentaron:

-Yo soy Eri-dijo aquella chica de una manera entusiasta y con una sonrisa- un gusto

-Pues yo me llamo Sau- mencionó el chico.

El otro chico, que salió de la puerta después de los otros dos, se limitó a decir unas palabras:

-Yo Nan- dijo el chico mostrando ningún interés.

Y así fue, como sucesivamente salieron más y más chicos, quienes se fueron presentando uno por uno. Al final formaban un grupo de 13 personas.

Cuando trataron de buscar una salida, observaron que no la había. Fue entonces cuando entraron en desesperación.

-¿Qué hacemos?-dijo Sau al borde de romper en llanto por desesperación.

-Pues a lo mejor... dijo Eri cuando fue interrumpida por una voz que salía de bocinas colgadas en las orillas del patio:

-Hola, bienvenidos a "La Vieja Casa". Sé que se preguntarán qué hacen aquí-dijo una voz misteriosa- y yo se los explicaré.

La Casa ViejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora