Pᴜɴᴛᴏ ᴅᴇ ϙᴜɪᴇʙʀᴇ

02/PIEDAD

Nick movió al muchacho a un lado y se adentró a la escena del crimen, mientras Oliver, nervioso y con un sentimiento de ansiedad enorme, esperaba en el pórtico.
Taylor siguió al comisionado sin dudarlo, pues, Taylor fue su mano derecha durante ya un largo tiempo, y estaba decidido a ver este caso con él, además es también gran amigo de Adam, y saber que su amigo, un padre de familia respetable se transformó en un asesino, era una idea que lo dejaba intrigado, pero con algo de escepticismo, pues para él algo cómo eso sólo sería increíble.
Así que mientras los dos oficiales entraban al hogar víctima de este crímen, Oliver se sentó en el suelo de madera oscura, un poco desgastada, este desgastamiento ocasionaba el rechinar al pisar, tiró sus maletas, y dirigió sus manos a su rostro, cubriendo sus ojos con su dedo índice y pulgar, suspiró aparentando una calma que no tenía, su cabeza estaba llena de culpa, de preguntas, de preocupación, no por su padre, por él, y aunque fuera un pensamiento egoísta, era en lo que su cabeza pasaba justo en ese momento, «¿Qué pasará con los estudios?, ¿Y mi vida social?, Mierda, ¿Qué pasará conmigo?».
Los agentes policiacos entraron, estaba ahí la pala que uso Oliver, cerca de la puerta, y había un olor desagradable a perro muerto, pero mil veces peor, había un rastro de sangre ya seca que dirigía al cuerpo presuntamente inconciente de Adam, Nick vio toda la casa, a la izquierda la cocina y la puerta del cobertizo, aún estaba abierta, adelante las escaleras que dan a las habitaciones. Taylor se aproximó lentamente al comedor, que estaba a la derecha de ellos, y quedó paralizado, hizo una cara de confusión y desagrado, y dijo. -Nick, creo que debes ver esto-
Nick, se acercó, estaba mirando el suelo, siguiendo el rastro de sangre, tenía un aspecto pegajoso, y vio el cuerpo de Adam, sacó el radio de una funda de color café rojizo, situada en su cinturon, un cinturón con una hebilla de plata muy peculiar, tenía forma de serpiente mordiendo su cola, formando un infinito.
-Llamen a una ambulancia, necesito transportar a un herido- dirigió su mirada hacía arriba, y mientras subía su mirada se notaba más el olor putrido que emanaba de algún ser muerto. Quedó impactado al ver la causa de ese fétido olor, Nick, volvió a hablar en la radio -Lleven al joven a la comisaría, necesito interrogarlo, también llamen a Forenses, necesito personas aquí trabajando-
Guardo la radio en su funda, y salió de la casa apresurado, Taylor asqueado lo siguió.
Taylor al salir vio al muchacho, y se dirigió a él.
-¿Qué tienes ahí, en las maletas?-
Antes de que Oliver respondiera, Taylor las tomó. Oliver se levantó y miró al policía con lastima.
-Tendrás muchos problemas, niño, Adam no haría esto. Y te encuentro a ti como principal sospechoso, con unas maletas con dinero y ropa, ¿Piensas viajar?- dijo Taylor, a lo que Oliver un poco nervioso y sin saber cómo empezar a hablar, dijo- Eh... Pues, no es lo que crees, yo quería salir de aquí.. Por que..- Taylor interrumpió y preguntó —¿Acaso querías escapar de esto?— Nick se acercó y dijo —Déjalo para el interrogatorio, mejor vete a otra parte, puede que seas mi amigo, pero esto no te corresponde—
Nick se alejó, se movió al patio, y grito —¡¿Acaso no escucharon?!, ¡Aún no veo al joven en una patrulla directo a la comisaría!, ¡Rodríguez, lleva al muchacho!—
Marco Rodríguez, un mexicano de estatura promedio, cabello oscuro con canas en las patillas, tenía una chaqueta negra, y una camisa azul por debajo y un pantalón color beige.
—Ya voy, Nick, ya voy— dijo con una mueca de desagrado, tomó al jovencito con fuerza del brazo y se lo llevó, ya a mitad de camino Taylor gritó —¡Oye, mexicano!, ¿No lo vas a esposar?—
Rodríguez sólo lo ignoró, subió a Oli a la patrulla, para luego subir él y encender el automóvil, para dirigirse a su destino.
Oliver no se opuso, ya hizo demasiado, y cómo está la situación, era mejor para él simplemente dejar que las cosas pasen, no quiere acabar en una prisión, obviamente, aún tenía algo de razonamiento.
Transcurrieron ya unos minutos en silencio, y el oficial preguntó con cierta curiosidad —¿Lo hiciste tú?—
Oliver no reaccionó hasta que notó la mirada de Marco por el retrovisor —Ah.. ¿Mande?— preguntó Oliver de nuevo, se notaba el cansancio que tenía, sus ojeras, estaba distraído, poco a poco se daba cuenta que todo iba a cambiar, cosa que lo desanimaba demasiado.
—¿Lo hiciste tú?, todo el show de allá, ¿Lo hiciste?— repitió Marco.
Oliver miró al suelo tapizado del auto, y luego menciono —Yo no la maté, sólo traté de defenderme contra mi padre, y pues, lo lastime un par de veces—
El oficial suspiró, y dijo —La mayoría de criminales que se suben a este auto han hecho cosas peores, no digo que seas un criminal, pero no te sientas mal si Nick te envío a esta patrulla. Posiblemente la próxima semana haya una masacre ocasionada por una adolescente en una escuela, no me sorprendería—
Oliver se quedó en silencio por unos segundos, y dijo, —No es por ser entrometido, ¿Te gusta lo que haces?— Marco soltó una pequeña risa, y dijo —¿Qué si me gusta?, niño, daría lo que sea por salir de esto, cada día ves llegar e ir gente terrible, unos días atrás llevé a un anciano que Mascaró y se alimentó de todos los pequeños alumnos de un jardíny de niños. Joder, chico, en este maldito lugar no puedes estar bien. Pero, bueno— se detuvo el coche y continuó— Llegamos—
Se bajó del auto, y fue a la puerta de Oliver, lo sacó y lo tomó del brazo para llevarlo dentro.
Oliver veía todo con lentitud, con un poco de tristeza mezclado con cansancio y una pizca de decepción.
Rodríguez dejó a Oliver en una sala pequeña y gris, con una mesa roja en medio de metal, tenía una lámpara en la orilla izquierda, y un cenizero en la orilla derecha.
Rodríguez sentó al muchacho, y lo esposo a la silla —Suerte, chico— dijo antes de retirarse silbando ''Mr. Sandman''
Oliver esperó aproximadamente 15 minutos, cuando vio a Nick en la puerta con dos cafés. El oficial abrió la puerta, se sentó, colocó loa dos cafés en la mesita, se sentó, sacó un cigarrillo del bolso de su izquierdo del pantalón, encendió un cigarro, y dijo..
—Esta bien, comencemos con esta mierda—