Pᴜɴᴛᴏ ᴅᴇ ϙᴜɪᴇʙʀᴇ

05//AMIGOS

Aunque el día fuera nublado y frío, y el viento hiciera que su cabello se despeinara, el joven se sentía bien, todo esté desastre iba a culminar, sólo era cuestión de tiempo para que Adam quedará tras las rejas, pudriéndose. Mientras Oliver se dirigía a Delta, Nick estaba investigando el caso junto a unos compañeros. Con la muestra de semen que dejo Adam en el cuerpo sin vida de su mujer, era más que suficiente para culparlo, tenía sus huellas dactilares el cuchillo que uso para apuñalarla. Al parecer el crimen sucedió de la siguiente manera:
Adam estaba en el cobertizo, fue entonces cuando su esposa fue con él, tuvieron una charla, seguramente discutieron sobre el supuesto adulterio de Lucy, hubo algo de descontrol, Adam se alteró, tomó el cuchillo de una mesa junto a unas figuras de madera que seguramente estaba tallando Adam hace unos momentos, pues se sabe que uno de los pasatiempos favoritos de él es tallar figuras. Volviendo a la escena, Adam tomó el cuchillo y lo enterró en el vientre de la mujer, en el frenesí de locura que tuvo en ese momento se le ocurrió tener sexo con el cadáver.
Aunque para Nick, esté caso ya estuviera resuelto, sentía que una pieza faltaba, en su cabeza rondaba la pregunta «¿Por que?», ¿Por qué se orillo a eso?, quizá en la preparatoria el joven Adam era algo enojon, y problemático, pero mientras fue creciendo el tomaba rumbo a una mente más madura, ganaba buen dinero, aunque fuera oficinista, tenía una familia increíble que lo quería, una bonita casa, no tenía muchas deudas con el banco, pues su sueldo era demasiado bueno, «Quizá estaba envuelto en un negocio ilícito», pensó Nick, pero era demasiado pronto para poder hacer esa suposición. Adam nunca fue muy inteligente, y lo demuestra en su crimen, Nick salió de la oficina en dónde estaban trabajando en el caso, fue a una maquina expendedora, metió 13 monedas, y sacó una barra de granola, abrió la envoltura color morada y con el nombre ''Energibarra'' encerrado en un circulo rojo, era un nombre poco original, pensó el oficial.
Sacó de su bolsillo su celular, marcó al número de Taylor, y dirigió el aparato a su oido.
Sonó unos segundos y Taylor recibió la llamada.
-Taylor, ¿Dónde esta Adam?- preguntó Nick, mientras sostenía la barra energética con su mano izquierda -Esta conmigo, ¿Por qué?- respondió Taylor, Nick dio otro bocado de la barra, y dijo mientras comía -Lo necesito, lo interrogare, tengo leves sospechas acerca de algo-
Taylor tardó unos segundos en responder, sus nervios crecían y corrían por sus venas, luego tartamudeando dijo -Qui- Quizá eso n-no sea lo mejor, el hombre esta golpeado, a l-lo mejor él tenga delirios-
Nick pasó el bocado por su garganta y dijo -Traelo a la comisaría. Ahora. - Nick colgó, guardó su celular en su bolsillo izquierdo, y se dirigió de nuevo a su oficina.
Taylor estaba esperando a Adam fuera de los baños de una estación de gas. Al salir Taylor dijo -Imbécil-
Adam volteó a verlo y respondió -Sé que lo arruine, pero no te da el derech...- Taylor le dio un golpe en la cara antes de que terminará de hablar y dijo -Nos van a descubrir, Nick empieza a sospechar, me llamó para dejarte en la comisaría, es sólo cuestión de tiempo para que Nick venga con una banda de policias a arrestaron a todo y Dios sabe que no se va a rendir - Adam toco su labio, estaba roto, y empezaba a salir algo de sangre, pasó su muñeca por el lado derecho de su labio, limpiando la sangre que brotaba lentamente de el -Va preguntar de los golpes extra...-
Se quedaron ambos en silencio, y fueron a la patrulla. Se colocaron en sus asientos y Taylor con furia, dio un fuerte golpe a la bocina del auto, haciendo que el claxon sonará, encendió el auto y dijo -Te inventas una maldita excusa, ¿Qué sé yo?-
Y se dirigieron con Nick.
Por otra parte, Oliver había llegado con Delta, a los primeros instantes reconoció a Morgana, llevaba un suéter delgado color verde oscuro, unos jeans negros, y unos botines color marrón, su cabello rizado estaba esponjado, cómo siempre, en la silla izquierda al lado de Morgana, estaba su compañera del club de literatura, una chica con el cabello lacio agarrado con una liga color amarilla, su piel era blanca lo que causaba que el rubor rosado de sus mejillas se notara más, era de complexión y estatura normal, tenía unos ojos color marrón claro, y vestía con un suéter holgado color rosado, y unos jeans ajustados color gris oscuro. Oliver se acercó a la mesa dónde estaban las chicas y dijo -Hola, Morgana y.. - la otra chica completo la palabra sonriendo -Alaska- y Oliver dijo -Mucho gusto, soy Oliver, por cierto, muy bonito nombre- Alaska se ruborizo aún más, y dirigió su mirada al suelo tratando de ocultar su risa inocente y su cara color tomate.
Oliver preguntó a Morgana -¿Y Sammy?, dijo que estaría aquí-
Morgana encogió los hombros, y dijo -Se supone que debe de estar aquí, quizá su despertador no sonó-
Después de eso, el auto de Samuel se estaciono frente al local, venía con Barry dentro, vestía una camisa color azul celeste de mangas cortas con un pantalón café, en su muñeca derecha tenía un reloj dorado. Sammy, quien vestía con una cazadora marrón, y unos jeans azules, calzaba unos Vans color negro y blanco, y tenía el cabello suelto, el cuál llegaba hasta su barbilla, lo tenía ''peinado'' para el lado derecho. Samuel salió del auto junto al otro muchacho, quien venía quejándose -Yo no quería venir, idiota, estaba muy cómodo jugando League of Legends, para que vinieras a sacarme de casa- dijo Barry, a lo que Sammy respondió mientras caminaban hacía la mesa dónde estaba el trío de jóvenes -Calma, Barry, luego volverás a tu cueva de virginidad-
Barry y Sammy se acercaron, y Samuel preguntó viendo a Alaska con una ceja levantada, tratando de der ''atractivo'' -¿Y tú eres..?- Alaska respondió -Me llamo Alaska, tú debes de ser Sammy, ¿No?- Y Sammy respondió -Claro que si, señorita Canada, soy Samuel Brown, llámame cómo desees-
Barry se acercó y dijo -Soy Barry, basta de presentación, ¿A dónde iremos Sam?-
Samuel señaló con su pulgar hacía atrás y dijo -Siganme-
Los 5 jovenes se dirigeron al misterioso lugar que Sammy decía ser increíble. Después de una larga caminata, y de largas quejas de Barry acerca de sus alergias, Sammy dijo -Bien, esta cruzando estos árboles, ¡Creanme, su cerebro va a estallar!- Sammy guió a los muchachos por medio del bosque, entre ramas y fango, después de todo el recorrido, encontraron un bello prado, en dónde había una cabaña de dos plantas, hecha a base de madera oscura, era color gris, y tenía un aspecto bastante deteriorado. Mientras más se acercaban los muchachos, más se notaban los descuidados detalles de la residencia, las ventanas estaban rotas, la madera estaba desgastada, las tejas se estaban cayendo, y emitía un olor a perro muerto.
-¿Qué es esto?- preguntó Morgana, a lo que Barry respondió -Es una pila de madera y gérmenes- y Alaska mencionó después de él, haciendo una mueca de desagrado-Huele mal-
Oliver vio a Alaska y dijo -Concuerdo con la nueva. Esto apesta- Sammy caminó hacia la puerta desgastada del baldío hogar y dijo -Sé que se ve...- Samuel volteó a ver la casa y la recorrió con la mirada -Se ve terrible, lo sé, pero eso no quita que podría ser un buen lugar para pasar las tardes-
Oliver se acercó a Sammy, acercó su mano derecha al hombro del entusiasmado joven y preguntó -Amigo, ¿Al menos sabes si alguien vive aquí?-
Y Barry respondió -Por un carajo, ¿Quién viviría aquí?- y Morgana mencionó-Quizá un ermitaño aterrador o un drogadicto, o un montón de insectos, quizá es el escenario de una próxima película de terror, nadie sabe -
Alaska estaba viendo los alrededores cuando se percató de la presencia de dos sujetos, una mujer de mediana estatura con el cabello color gris, una sudadera negra y unos jeans oscuros, un poco pasada de peso, y tenía una singular máscara de conejo, el otro sujeto vestía una chaqueta oscura de cuero con unos pantalones negros, y unas botas de trabajo, al igual que su acompañante, llevaba una máscara, era de un rostro sonriente y llevaba una cámara con la cuál parecía tomar fotografías.
Alaksa dijo algo angustiada -Chicos, creo que nos observan-
Los jóvenes voltearon y al igual que Alaska, quedaron algo angustiados, Morgana mencionó -O quizá esos tipos son los dueños-
El hombre enmascarado sacó una radio del interior de su chaqueta, y dijo -Tenemos al chico, esta con varios jóvenes, suponemos que son sus amigos. Esperamos órdenes-- a lo que alguien contestó -Gracias. Regresa, aún no haremos nada, sólo envía a alguien a seguir a sus acompañantes, denme la ubicación de sus casas. Mañana nos reuniremos todos -