Las Cicatrices Bajo el Velo.

Capítulo 38: Epílogo

"NUNU, Ryuu, trae tus culos aquí!"

Naruko no esperaba que sus genios fueran hijos de Shunshin, pero, de nuevo, no debería estar tan sorprendida. Con sus genes, ella tenía algunos niños malditamente inteligentes.

Los muchachos sonreían, emocionados porque hoy irían a la colocación de Genin. Ambos niños de diez años habían decidido esperar dos años porque querían aprender más de sus padres antes de salir al mundo real como shinobi.

"¿Puedes al menos decirnos si estamos en un equipo juntos?" Preguntó Ryuu, usando los ojos de cachorro.

Naruko sonrió, "No me funciona. Pero ambos deberían saber que solo el mejor chico y la chica están juntos y que los dos empataron primero con sus primos, no estarán en el mismo equipo".

"¡Aw!" ambos gimieron.

"No debería tener que decirte que seas amable con tus compañeros, ¿verdad?"

"No mamá."

"Bien. ¿Y la regla principal es?"

"'Tengan cuidado con los individuos de cabello rosado'", citaron los muchachos con diligencia.

"¡Exactamente!" Naruko sonrió. Miró a su marido, que estaba ocupado leyendo una literatura encantadora . "¿Alguna palabra para ellos, Ducky?"

Sasuke miró hacia arriba, "Recuerda que tus primos son más jóvenes que tú y que necesitas alentarte".

Ah sí. Kei se había casado con una Nara y su hija Ayame, había ingresado temprano a la Academia y se había graduado al mismo tiempo que los niños. Aunque ella tenía ocho años. Itachi y el hijo de Shizune, Goku, solo tenían siete años, pero se había graduado con sus primos. ¡Era como un mini Itachi!

Los cuatro pasaban a sus propios equipos. Como Naruko fue quien formó los equipos, ella sabía que ninguno de ellos estaba juntos. No sería justo juntar a tantas personas jóvenes y talentosas.

Durante el mandato de Naruko como Hokage, se aseguró de que todos los equipos estuvieran formados por especialistas. Un médico, un rastreador, y uno de otra rama. Agregue un sensei Jonin calificado y los equipos tendrían una mejor oportunidad de salir con vida en situaciones peligrosas.

Naruko entregó los bentos que Sasuke había hecho. "Sé respetuoso, pero una broma aquí y allá no lastimará a nadie. Simplemente no lo hagas maliciosamente, ¿de acuerdo?"

"¡Bueno!" Ryuu asintió. NUNU ya estaba cerca de la ventana. "¡Los quiero muchachos!" Saltaron, porque las puertas eran para personas sin imaginación.

Naruko observó con cariño cómo sus hijos desaparecían sobre los tejados. ¡Crecieron tan rápido!

Miró a Sasuke y le preguntó maliciosamente: "¿Qué tan mal crees que se sentirá NUNU cuando se dé cuenta de que hice de Konohamaru su Jonin Sensei?"

Sasuke dejó su libro y se puso de pie, tomando a su esposa en sus brazos con un suspiro de satisfacción. "No es tan malo como Ryuu se sentirá cuando se dé cuenta de que hiciste de Anko su Jonin Sensei".

Naruko se echó a reír histéricamente. ¡Ella era malvada !

"¡Aún lo tengo!"

"Sí, lo haces," estuvo de acuerdo Sasuke antes de darle un beso alucinante.