Dark Angel [Z.M.]

3

Había pasado un rato, en el que compartí con Zayn varias cosas en común, chicos como el poco. Pues le encanta la lectura, y varios libros de los que yo tenía él los había leído... creo que había leído más que yo. Me sorprende...

—como se nota que amas tu carrera
—sí, pues es algo que en realidad me gusta—digo con gran orgullo
— ¿tienes apoyo por parte de tus padres? — Pregunta
— nunca los conocí... en realidad me adopto una anciana—explico
— oh yo... lo siento, no debí tocar ese tema— trata de disculparse, pues no me hace, ya que tengo amor por parte de mi madre adoptiva
— no pasa nada... la anciana que me adopto dijo que un joven me dejo en su puerta, ella dice que ese joven fue como mi ángel guardián ¿y qué hay de ti?
—pues mi padres murieron hace varios años atrás, ellos me dejaron una herencia— contesta
—buena vida, pero un poco dura... ¿quieres café?—pregunto
— me parece bien para este frio...

Voy hasta la concina y siento la mirada de este chico puesta sobre mí, podría jurar que lo tengo respirándome en la nuca, es como si todo el tiempo estuviera detrás de mí, giro instintivamente y él está sentado en el mueble ojeando un libro. Creo que me estoy volviendo loca. Preparo dos tazas de café y regreso, le paso una a Zayn y el la toma, me siento a su lado y lo miro. Luce jodidamente bien. 

— amm en que íbamos—digo
—pues...—dice un poco incómodo
—ah si ya se, de que me adoptaron y todo eso y de lo de tus—hago una pausa y me remuevo un poco incomoda
— tranquila dilo, no me afecta, después de todo fui buen hijo— dice
—no, mejor no, cambiemos el tema— sugiero
—está bien, si tú quieres
— ¿eres de Londres? — Pregunto
—si nací aquí y creo que moriré aquí, es como el destino— ríe
— que pensamiento...
—si... un tanto raro pero me gusta ¿y tú?
— nací aquí, viví en Francia junto con mi mama, no se de mis padres— cuento
— ¿y dónde está tu mama? —pregunta el
— ella está en parís, ella dice que es más tranquilo que Londres...
— pues en eso tiene razón
—no me parece pienso que parís es una ciudad muy agitada— contradigo
— pues cada quien tiene sus gustos

— pero creo que parís es más segura... hace dos días me iban a asaltar y me salvaron— digo... me tomara por loca pero ya que

— ¿Cómo te sucedió?

Le cuento lo que paso con pelos detalles, el pareció creerme y no me tomo por loca como lo hizo pandora. Al rato se marchó, él tenía algo único, algo como si quisieras verlo todo el tiempo. Tenía que contarle esto a panda, tengo años que no salgo con un chico, y creo que esto es un inicio. Tomo mi celular y rápidamente busco su número, marco y con el pasar de unos timbrazos ella contesta.

— ¡panda!
— ¿qué pasa alana?
—Hoy vino zayn, el amigo de Cook... es tan lindo
— ten cuidado Cook me dijo que ese chico es un tanto raro
— ¿raro? ¿Por qué? Aquí el raro es ese tal Cook
—sí, no estudia, siempre tiene dinero, las chicas lo quieren y siempre su ropa es fina y todas las chicas botan la baba por el...
— ¿yo?
—Que un sueldo de una cafetería no te alcanza para nada, todo el mundo lo sabe
— oh por favor vamos, tiene la herencia de sus padres
— no lo creo alana ese chico no me da buena espina
— oh por favor panda, a mi Cook nunca me ha dado buena espina y tu andas con el

Finalizo la llamada, pues esta conversación no me llevaría a ningún lado, ella de seguro le buscaría defecto a zayn. La tarde pasa y llega la noche, me marcho al trabajo, al llegar todo está lleno y tiene un ambiente pesado. Hablo con Chad un colega acerca de lo que paso y se ofrece a acompañarme.

Las doce se dieron, pero Chad no pudo acompañarme, por lo que me tocaba tomar la avenida a mi sola, me pongo mi abrigo y camuflo las cosas, salgo del bar y empiezo a caminar lo más rápido que puedo. Llego hasta la avenida principal, pero en el instante que voy a cruzar siento unas manos en mi cintura. Estoy perdida.

— Eres la chica traviesa de aquella noche—susurra con su aliento de lico a mi oído

— Suéltame—gruño

— Esta noche no tienes a nadie que te salve...

No lo pienso dos veces y golpeo su entrepierna, el me agarra de la bota de mi pantalón y me hace caer, doblo mi mano derecha, pero no importa, me levanto como puedo y empiezo a correr hacia el parque más cercano a buscar ayuda. Mi respiración estaba acelerada, y tenía la adrenalina al mil, gire hacia atrás y ahí venia el hombre. Seguí corriendo como mis piernas me lo permitían, en una banca había un hombre, era mi oportunidad para gritar.

— ¡Ayuda! ¡Auxilio!—grito con desespero, sin embargo el chico no de mueve.

La suerte no está de mi lado y tropiezo con una matera, que me hace dar una vuelta y caer boca arriba, para luego encontrarme de frente con el hombre que me venía persiguiendo.

— No hay nadie que te salve ahora—ronronea y me causa repulsión

Pocos son los segundos que pasan, cuando un puño a gran velocidad impacta en la boca del hombre, con tal fuerza que sus dientes salen volando. Cubro mi rostro, y cuando todo pasa siento unas que me toman de los brazos, abro los ojos y me doy cuenta que mi salvador es zayn.

5