Hasta el fin del mundo

La Llegada

El vuelo se me hizo super corto, me lo pasé escuchando música mientras dibujaba o miraba por la ventana, viendo las grandes ciudades como pequeñas maquetas y el océano como si fuera una gran bañera, las nubes que parecían suaves y sensibles, daba la sensación que fueras a alargar el brazo para coger un trozito y éste, fuese a tener sabor a algodón de azúcar.

Una vez en el aeropuerto y después de pasar los controles de salida, me dispuse a salir de allí, tenía que pasar si o si por ese pasillo donde todos los familiares y amigos esperan la llegada de sus personas queridas. Siempre he tenido la sensación de que pasando por allí es como si estuvieses en una alfombra roja, todo el mundo mirándote con la esperanza de que detrás tuyo aparezca quien esperan.
Por mala suerte no logré reconocer a mis tíos. Tampoco es que los hubiese visto en mi vida así que solo tenía una leve idea de como lucían.
Me senté en un banco a esperar cuando al cabo de 10 segundos dos personas se pararón delante mio. Bloqueé mi móvil para mirar hacia arriba y me encontré con un hombre y una mujer. La mujer era de media estatura, delgadita, con las facciones de la cara bien marcadas, unos ojos pequeños y redondos, negros como el carbón y pelo ondulado por los hombros de color castaño caoba. Miré al hombre que tenía al lado, un hombre un poco más alto que ella, con la cara redondita y una sonrisa de oreja a oreja, llevaba puestas unas gafas de sol de color negro que apenas dejaban ver sus ojos. Antes de que pudiera decir nada, la señora empezó a hablar.

-Hola Paula querida, que grande estás! Y que guapa!

Todo el mundo dice lo mismo cuando hace tiempo que no te ven, pensé.

-Hola sobrina, soy tu tío. Hacía mucho que no te veíamos. A penas tenías 2 añitos la última vez.

Éste, tenía una voz grave y profunda, pero que aportaba seguridad en sus palabras al mismo tiempo que ternura.

-Vaya, hola qué tal? Un gusto verles *Solté. Ni que fuera una cena de empresa o algo. Son tus tíos inútil sé más cercana*

-Suponemos que estás cansada de tu viaje. Qué te parece si vamos hacia el auto ya?

A la pregunta que mi tío me había hecho le asentí con la cabeza a lo que me ayudaron con mis maletas y nos dirijimos al parking. Nos subimos a un auto 4x4, de color negro brillante y bastante amplio. A lo que nos subimos, me empezaron a hacer preguntas sobre mi vida en España, las cuales contesté brevemente para escapar de aquel interrogatorio de reality show. El viaje de Newark a North Bergen era una hora y media aproximadamente así que, una vez acabaron conmigo y se pusieron a hablar de sus cosas yo aproveché para ponerme mis cascos y disfrutar del paisaje.
Fuimos pasando por ciudades y cada vez estas iban siendo más pequeñas y familiares. Hasta que llegamos a nuestro destino. North Bergen, era bastante grande, no como Barcelona pero estaba bien. El barrio de mis tíos era el típico barrio americano que sale en las películas de Netflix, en plan "A todos los chicos de los que me enamoré". Era precioso para ser sincera. Bajamos las maletas y ahí estaba yo plantada delante de una gran casa, blanca con el tejado grisáceo, unas grandes ventanas las cuales por su posición supuse que aquella casa tendría unos 3 pisos. La entrada de la casa era un mini jardín, el cual acababa en un porche alargado que contaba con una mesita y unas sillitas, supongo que para tomar algo al fresco en verano. La puerta era de madera con un cristal en medio, el cual no era del todo transparente, tenía grabado como unas figuras en él que solo dejaban intuir lo que había dentro.
Una vez dentro mis tíos me propusieron hacer un "tour" antes de subir las maletas a mi dormitorio.
Al entrar había un pasillo alargado y dos puertas a los lados, un poco más allá de estas, en el lado derecho había unas escaleras. Empezamos con la puerta de la izquierda, esta daba a un gran salón con un sofá enorme y varios sillones, una tele enorme, un equipo de música y una estantería con un montón de libros. Entramos después a la puerta de la derecha, en aquella habitación estaba el comedor, había una mesa enorme con unas 7 u 8 sillas en ella y un jarrón de rosas blancas en medio, habían varias estanterías con cubertería. Al final del comedor había una puerta que daba a la cocina, alargada y con una isla en medio, toda la cocina era de mármol blanco y los armarios eran negros brillantes. Al final de ésta había una puerta que conectaba con el salón.
Salimos de allí y me enseñaron que debajo de las escaleras había otra puerta la cual daba a un baño pequeñito.

Nos dispusimos a subir al siguiente piso en el cual solo había tres habitaciones y un baño. Una de mis tíos, otra de mi primo y una de invitados. Mi tía y yo seguimos hacía el tercer piso mientras mi tío subía las maletas. Cuando llegamos al final de las escaleras, lo único que había era una puerta blanca, y detrás de ella una gran habitación, era un ático así que el techo no era recto, sinó que hacía como una pirámide desde el centro. Constaba de un baño, una cama de matrimonio, un escritorio, un armario y un tocador con luces alrededor, como si fuera sacado de un camerino de Hollywood. La habitación era totalmente blanca, tenía una alfombra de pelito blanco en el suelo justo al lado de la cama, y está traía puestas unas sábanas rosaditas y tenia un montón de almohadas de todos los tamaños y de colores blanco, rosado y dorado, incluso había una de pelito también. Tenía una ventana enorme por la cual entraba muchísima luz. Me encantó.

Mi tía notó en mi cara que me había gustado y dijo

-Hablamos con tu padre para decorarla como a ti te gusta. Te dejo para que te instales.

Solo acabar la frase mi tío llegó con mis maletas. Se fuerón y yo empezé a desempacar. Cuando acabé de colocar mi ropa, mis cuadros y fotos con mis amigos, bajé al salón donde estaban mis tíos sentados viendo la televisión. Les pregunté si podía ir a dar una vuelta por el barrio y asintieron pero con la condición de que no me alejara mucho de la zona.

Salí, hacía un día excelente, el sol brillaba y apenas había nubes en el cielo. Saqué mi teléfono para revisar quien me había escrito, ya que no lo había checkeado des de que subí al avión en Barcelona.

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MENSAJES NO LEÍDOS

JOHN😍: Hola vida. Has llegado ya? Y has llegado bien?

MEJA '13👯: Gordiita como te ha ido el vuelo? Qué tal es por allí? Cuéntamelo todo pero ya.

PAPITOXULOO💯: Hola hija, escríbeme cuando llegues porfavor.

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En fin, ya respondería después. Ahora quería dedicarme a explorar la zona un rato.

Me pusé mis cascos, la canción *I like me better - Lauv* es la primera que escojí ya que siempre me da buenas vibras, empezé a caminar tranquilamente contemplando a mi alrededor cuando al llegar a la acera. Pum.

Un chico en monopatín se había chocado bruscamente contra mi.

-Oye!!! Mira por donde vas no xaval? Es que acaso soy transparente????

Dijé de forma brusca ya que por poco me rompo la cabeza en la caída.

-Lo siento enserio, no iba mirando adelante... Disculpa enserio.

-Pues deberías.

-Lo siento de verdad *Me brindó la mano y me ayudó a levantarme del suelo. Tenía las manos frías pero suaves.* Espero que algún día me perdones, en todo caso déjame presentarme, es lo mínimo después de haberme chocado contra ti. *rió levemente* Mi nombre es Jake, Jake Mendes.

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Tenéis todas las canciones mencionadas en este capítulo en la portada, solo debéis deslizar la foto hacia la izquierda