Hogar

272 13 0
                                    

Aproximadamente, pasaron alrededor de cinco meses desde que fuí invocado en Askr.

Nuestra situación actual contra Embla no a mejorado para nada, aunque por suerte logramos evitar que la guerra siguiera extendiéndose por el continente. No obstante, soy consciente de que solo será una paz efímera que podría destruirse cuando menos lo esperemos. Verónica, la princesa de Embla, no era para nada predecible.

-Su comportamiento era demasiado inestable, y lo peor es que poseía la misma habilidad que yo... invocación.

-Eso explica porqué posee sus propias versiones de los heroes- dijo Ana, bastante pensativa.

En estos momentos estabamos acampando, acompañados por otros 4 heroes: Fir, Ophilia, Robin, y Reinhardt.

Aunque la segunda estaba algo alejada fantaseando mientras observaba su grimorio, verla me causaba gracia, transportaba mi mente a mí alegre infancia.

-Entiendo... luchar contra mi padre varias veces se sentía muy extraño, era él, pero al mismo tiempo no...- comentó Fir, dudosa de sus palabras mientras observaba su arma.

-Es porque no era tu padre técnicamente. Es el de una fir diferente, de otra linea de tiempo- le explicó Ana. Conversar con los héroes era de sus actividades favoritas.

-¿Entonces podríamos encontrarnos con un lord roy, y un lord eliwood en contra nosotros?- preguntó temerosa.

-Tomando el contexto de esa suposición, si- contesté, ya había enfrentado a varios de hecho.

-Mmmm, no se si este bien, le prometí a mis padres serle fiel a la familia real antes de iniciar mi viaje.

-Pero eso fue a los de tu mundo, ¿no? No deberías preocuparte por ello- insinuó Robin, quién estaba leyendo un libro.

-Ademas, prometimos ayudar a Askr desde que fuimos invocado aquí- Dijo Reinhart, tomándome por sorpresa, a pesar de ser cierto -Aunque siempre estaremos del lado de Kiran, él fue quién nos llamó.

-¿A qué te refieres?- preguntó Fir, confusa.

-Si él decidiera unirse a Embla, o ser leal al reino de la princesa Fjorm, lo seguiré apoyando- tras esas palabras, robin asintió, estando deacuerdo.

Fir hizo un gesto de ohh, que me pareció lindo, antes de que fijará su mirada sobre mí, provocando que me sintiera nervioso.

- Eso no pasara, la princesa y yo lo invocamos a él primero- argumentó Anna, sonriente a pesar del tema -Kiran prometió ayudar a Askr por cuenta propia, por eso confiamos en él.

Menos Alfonse, el tardó, jeje

-Confiar, eh...

Reinhart bajó la mirada.

Parpadeé intrigado, recordando que a pesar de todo el momento juntos, no tuve la oportunidad de preguntarles algo que me carcomia la duda... quizás, sea el momento oportuno.

-Disculpen, lamento no preguntar antes pero, ¿no hacían nada importante antes de ser invocados?

Los tres me miraron en silencio por unos momentos.

- Mmmm, pues yo estaba dormida después de que junto a mí ejército acabara con cierta amenaza, de la nada aparecí con mi ropa arreglada y gimorio frente a tí. Estaba esperando a cierta persona especial...

-¡Ah! ¿Por qué no lo dijiste antes? Podría haberte devuelto a casa.

Robin hizo un gesto despreocupado con su mano derecha -Tranquilo, comprendí la situación, estaban en medio de una guerra. Además, Sharena me confirmó que una hora aquí son trigésimomillones de milisegundos en nuestras dimensiones, puedo volver como si nada en cualquier momento.

Suspiré aliviado, no lo tenía tan claro, y se me olvidaba ese detalle.

-Mmm, pues yo seguía viajando, apenas había pasado un mes desde que ayude a Lord Roy con su misión, nada interesante- Fir cruzó los brazos -la verdad nada me ata a mí tierra, podría seguir viviendo aquí durante un tiempo.

-¿De verdad? Vaya...- me rasqué la nuca, aunque confundido por mi propia acción, ¿Qué me pasa? ¿por qué me arden las mejillas?

Bueno, me alegra que ellas dos no tengan nada en contra de mi por lo menos...

-Yo estaba en el Río thracia, luchaba a muerte contra el príncipe Leif...- inició Reinhart, ya era su turno -Estaba cegado por las ordenes de Julius y el dolor del abandono de dos personas importantes para mí. Perdí la batalla, obviamente. Él tenía mas razones para ganar, bastantes comprensibles y nada egoistas- se calló por unos segundos mientras observaba la fogata. Ninguno de nosotros tres dijo nada, sabíamos que iba a continuar -Aparecí aquí tras mi derrota, supongo que el destino me dió una segunda oportunidad- levantó la mirada, mirándome -Muchas gracias, Kiran.

Quería decir algo, pero ninguna palabra salió. Claro que conocía el pasado de Reinhart, quién era uno de los antagonistas de la leyenda de Thracia 76. Pero en parte, me dió lastima lo que tuvo que pasar para volverse así. La vida podía llegar a ser muy injusta. Terminé asintiendole a Reinhart, sonriendo, aceptando su agradecimiento, era lo menos que podía hacer.

-¿Y tú Kiran?- preguntó Fir.

-¿Yo?

-Tu pasado, me interesa saber- Robin colocó una mano sobre su mentón. No, seguro quiere comprender mi inexperiencia táctica, ugh.

-Si, no perteneces a Askr, ¿verdad? ¿De dónde provienes?- hasta Rein se notaba interesado.

-Es, complicado...- miré de reojo a Anna, quien me miraba fijamente, con claro interés en el tema.

Con que nadie se risa, eh...

Suspiré, no tenía otra opción, conocía muy bien este tipo de curiosidad -No recuerdo el nombre de mi mundo, nisiquiera el de mi aldea. Solo conservo recuerdos leves de allí, como mis lecciones de invocación.

Fue un todo un proceso de aprendizaje estresante, hasta intentarlo con un simple pajaro era difícil. De hecho, jamás pensé que lo usaría para traer héroes.

-Suena como si hubieses tenido un cambio repentino al llegar aquí- insinuó Reinhard, antes de que pudiera soltar algo.

Me rasqué la nuca soltando una risa -En efecto, nisiquiera imaginé que llegaría a ser un estratega...

-Eso explica porque parecías perdido en nuestras primeras misiones- indicó Fir, con los ojos entrecerrados.

-Lo siento, de verás...

Ella negó -No, es mi culpa por haber tenido expectativas altas, mi padre decía que los estrategas encapuchados eran de buena suerte.

Con lo mucho que Bartreconfía en mí, de verdad lo imagino...
Ok no, almenos pude dormir rápido por el cansancio.

-Bueno Fir, estaría deacuerdo contigo, pero kiran va encontra de esa creencia.

Me caí de lado al escuchar eso, hasta mi estómago lo sintió como un golpe.

-Ya, ya, soy consciente de que soy un simple novato en esta guerra- desvíe mi mirada algo serio.

-No digas eso, sin tí no hubiésemos llegado tan lejos- me refutó Ana, tras darme un leve puñetazo en el hombro. Los demás a asistieron mientras sonreían.

Tienen razón...

Me limité a sonreír, quizás no hacía falta que recordará mi hogar, después de todo, Askr lo comenzó a ser desde el primer momento.

Días corrientes con mi armada(FE HEROES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora