Begging you ll.- Harley Quinn, The Joker.

Capítulo 04

—¿Harley?—las punzadas en mi vientre ya no eran ni una ni dos, eran constantes, todas con la misma intensidad.—¡Llamen a un médico!—el peliverde gritaba a quien fuese que estaba parado en la puerta de la habitación.—¡Llamen a un jodido médico o juro volarle la puta cabeza a todos los que están en esta casa!—todo se estaba volviendo borroso y las voces a mi alrededor se alejaban cada vez un poco más. 

Joker.

Los ojos de Harley recorrían toda la habitación y su frágil cuerpo comenzaba a recostarse sobre el mío. No sabía lo que pasaba, si esto fue a causa mía, jamás tuve tanto miedo como el que estaba sintiendo ahora.—nena...—toqué su mejilla pero ya no reaccionaba. Sus ojos se encontraban ahora cerrados, ¿qué mierda estaba ocurriendo?

—Uh, ¿qué le pasó?—entró July a la habitación apoyando una de sus piernas en la cama.—, ¿le hiciste algo?—entonces una luz se prendió en mi cabeza. Puse a Harley en la cama y me giré hacia la morena.—¿Qué?

—Como le hayas tocado un maldito pelo, July, voy a molerte la cabeza a puñetazos, ¿me oíste bien?—ella dio dos pasos hacia atrás, entonces tragó y asintió.—, pero no voy a matarte, eso sería muy fácil.—seguí acercándome a ella.— voy a torturarte hasta que supliques morir.—uno de mis hombres irrumpió en la habitación, dirigió su mirada a Harley y luego a mi.

—El médico está viniendo, Señor.

Me giré hacia él con una sonrisa en los labios.—dile al médico que si no está aquí en cinco minutos voy a volarte la cabeza.—asintió saliendo a pasos apresurados de la habitación.—y tú —volví a hablarle a July.—, no vas a moverte de esta habitación hasta que sepa los jodidos resultados.—seguí sonriendo. Los lapsos de cordura que me habían estado envolviendo todos estos meses estaban desapareciendo y la ganas de poner una bala en la frente de cualquiera me estaba atrapando. Agarré la pistola y apunté hacia la persona que acababa de cruzar el umbral de la puerta, él levantó sus manos dejando caer todos los bolsos que traía consigo. 

—Soy el médico, Señor, vengo... vengo—tartamudeó.—, a ayudar.—dejé de apuntarle y señalé la cama, entonces el pobre viejo tomó sus cosas del suelo y comenzó su trabajo con Harley.

—¿Entonces?—veía como el hombre conectaba sus maquinas a Harley y como tocaba su cuello con los dedos. No me gustaba.

—Está respirando, pero su temperatura se elevó a 38 grados —el médico nos pidió salir, a lo que después de negarme finalmente accedí, arrastrando a July de un brazo. 

Los minutos pasaban y no recibía respuesta alguna del hombre.—si no me dejas entrar voy a..—fui interrumpido.

—¿Vas a qué?—era Harley. Sin pensarlo dos veces abrí la puerta y caminé hasta ella. Tenía un pedazo de tela sobre la piel de su frente, sus labios no estaban rojos como de costumbre, se encontraban pálidos. 

—¿Qué tiene?—me dirigí al médico.

Hizo una mueca.—he revisado sus últimos diagnósticos, su embarazo estaba en excelente condición  —aclaró su garganta, salió de la habitación y me hizo una seña para que fuese. Miré a Harls quien había vuelto a cerrar sus ojos y salí.

—Habla.

—¿Ella a consumido algún medicamento abortivo?

La rabia volvió a apoderarse de mí y las ganas de dar un espectáculo para mi querida Gotham estaban reapareciendo, tenía que matar a unos cuantos.—¿Consumió algo para abortar?

Asintió.— Los síntomas que tiene son de un aborto, comparando sus anteriores diagnósticos no existe otra respuesta que eso, Señor.

—¿Entonces... ya murió?—negó.

—Aún no, le he inyectado un fármaco que elimina los efectos de un medicamento sobre la persona, si no es muy tarde funcionará, de lo contrario presentará síntomas de parto y perderá el bebé.—asentí. El médico volvió a ingresar a la habitación y yo golpeé la pared junto a mi, seguidamente lancé el móvil lejos. Voy a matar al jodido murciélago. 

Salí de la casa derribando todo a mi paso, llegué hasta el auto, subí rápidamente a este y arranqué. No sabía nada de batman, pero sé que no tardaría en aparecer si formaba un poco de caos. Aparqué el automóvil en medio del centro de Gotham, las personas se me quedaron viendo y entonces comenzaron a correr en todas las direcciones.—¡Buenas noches, señoritas y caballeros!—hice una reverencia.—, me he dado el tiempo de venir aquí y enseñarles mi nuevo truco —sonreí, me acerqué a una pequeña y me arrodillé junto a ella.— ¿quieres saber cómo se llama?—podía ver como la madre de aquella niña intentaba acercarse pero no lo lograba. Asintió.—le llamo "prueba tu suerte" —comencé a reír, cuando la niña comenzó a correr de vuelta hacía su madre agarré una de sus coletas y la atraje hacia mi.—¿cómo te llamas, muñeca?

—Ma... Maddie.

—Maddie, bonito nombre.—reí. Saqué de mi bolsillo cuatro cartas y las puse al revés frente a ella.— solo puedes tomar una.—la mano temblorosa de la pequeña se acercó a las cartas y tomó una, mostrándomela.—oh, es tu día de suerte, dice "dispara al de tu derecha" —sin mirar quien era levanté mi mano con la pistola en ella y disparé, segundos tardó el cuerpo en caer al suelo.— habría sido más divertido si sacabas la que debía disparar a tu madre, pero como no soy un tramposo, vamos a jugar otra vez. 

—¿No tuviste suficiente?

Sonreí a lo que me giraba.—Batsy, Batsy... como te he extrañado, querido amigo.

—¿No deberías estar con Harley? supe que está muy mal.—disparé hacia él pero la esquivó.— ¿entonces hiciste todo esto para que te atrape?

Reí a carcajadas.—incluso hasta cuando te he dado la oportunidad de atraparme no lo hiciste, Batsy. 

—¿Qué le hiciste a Harley?

—¿Yo? oh, viejo amigo, yo jamás haría daño a nadie, ¿lo sabes, cierto?—caminé de regreso a mi auto.—, me ha encantado verte, pájaro, pero ahora debo irme. 

—¿Crees que voy a dejarte ir?—subí al auto pero el murciélago se puso en frente.—la policía viene en camino, payaso. 

Sonreí juntando mis manos.—pues diles que les mando mis más cordiales saludos pero que ahora mismo tengo un espectáculo que dar.—Batman era listo, pero debía cambiar su repertorio, todos sabíamos que donde llegara él minutos después vendría la policía, él debería saber que siempre voy un paso más adelante y la policía que estaba esperando estaba muerta—¡Nos vemos pronto, maldito pájaro!—aceleré el automóvil, pero para mi desgracia este alcanzó a saltar. Cuando me aseguré de que no venía detrás de mí conduje hasta casa. 

 —Señor, la señorita Quinn le está llamando.—pasé por el lado de ese hombre dándole un empujón y subí hasta la habitación. Harley estaba sentada y a su lado estaba el médico.

—¿Por qué mierda tomaste un medicamento abortivo?—choqué mi puño contra el mueble que estaba junto a mi, Harley se encogió.—¡¿pensabas abortar?! ¡Responde, Harley, maldita sea!

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Hola, ¿cómo están?
Realmente lo siento muchísimo por todos esos meses de ausencia, no voy a justificarme solo diré que estoy de vuelta, y trataré de compensar todo este tiempo. ♡

J.