8. PACIENCIA

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Lo único bueno que le ha pasado en todo el día es el mensaje de Sebastián. Natalia ha pasado toda la tarde en su habitación, no le apetece en nada salir. Tampoco hace mucho por estudiar, su cabeza está en otras cosas muy distantes. Piensa en todo lo malo que le ha pasado en los últimos meses, en como su vida se ha tornado tan aburrida llena de personas vacías.

—Natalia, voy a salir un momento. Ya vuelvo. Voy a pasar por el Supermercado ¿Quieres que te traiga algo? —Dice Estela, su mamá desde el primer piso.

—Mucho helado. —Contesta Natalia.

—Ok. Te amo. No tardo.

A Natalia le extraña el comportamiento de su madre. Cuando Natalia se hizo novia de Jorge no le hablaba en esa forma. Jorge no le había caído bien a Estela y Natalia tuvo muchas discusiones con ella a causa de su relación. Pero desde que Estela se enteró que han terminado ha sido un poco más amorosa. Natalia piensa que quizás después de todo ella le dé permiso para salir el domingo.

Se alegra un poco. Finalmente no todo es malo.

Abre Spotify y coloca su “Playlist para sonreír”. Lo ha creado ella misma y le ha servido mucho cuando se ha sentido triste. Pone a reproducir Suin Romanticón de Monsieur Periné. Decide no estar más triste, al final de cuentas ser feliz tan sólo depende de uno mismo.  

Se acuesta sobre su sofá inflable y empieza a pensar cosas buenas. Recuerda a sus amigas de cuando era niña y vivía en Bucaramanga. Ellas sí que eran buenas amigas, no como las que tenía ahora. Si tan solo no se hubiera tenido que ir de allá.

Recuerda a todo el grupo; A Andrea, la más bonita y la más seria. Karen, la más inteligente,  con tan solo 10 años se ganó una beca de estudios en España, se mudó con su familia y fue la primera vez que Natalia lloró tanto por alguien. Estaba Sofía, la niña de los rizos más envidiables del mundo y la que siempre las hacía reír a carcajadas. Y finalmente Camila, la chica rubia y tímida que dibujaba y hacía cartas para las otras niñas del grupo. Era también la más tierna.

 Se lamenta de no haber mantenido el contacto con ellas y se le ocurre una idea. Toma su laptop y abre Facebook con la intención de buscarlas a cada una. Sin embargo el timbre de su celular interrumpe su búsqueda. Una llamada de un número desconocido.

—¿Hablo con Natalia Fernández?

—Sí, con ella. ¿Quién habla?

—Natalia, llamamos del Hospital Nueva Granada, tu mamá ha sufrido un accidente. Ha chocado con un automóvil. 

¿Te acuerdas de mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora