¿Te acuerdas de mí?

4. SENTIR

Encerrada en su cuarto, Natalia rompe a llorar. Odia al mundo. Su mamá no la entiende y sus amigas son unas chicas muy plásticas, viven todo el tiempo de apariencias. Y cómo olvidar lo de Jorge.

6 días antes…

—Necesitamos hablar.

—Dime. —le dice Natalia a Jorge.

—Creo que no deberíamos seguir. No quiero perder mi amistad contigo.

—Eso es una estupidez y lo sabes—Responde Natalia—. Tú estás saliendo con otra persona.

—¡Claro que no! —Salta Jorge furioso.

—Méteme los dedos a la boca. ¿Pero sabes qué?, mejor lárgate. Igual estaba confundida de lo que sentía por ti. —Suelta sin piedad Natalia.

—Qué es lo que dices.

—Como lo has escuchado. De todas formas lo nuestro pasó muy rápido y así no deben ser las cosas. Así que creo que tienes razón.

—¡Eres una cualquiera! —Grita Jorge —. Eres tú la que me ha estado engañando.

—¡No me grites animal!, aparte estoy cansada de tus malos tratos. No merezco eso. Me he portado muy bien contigo para que siempre estés saliendo con estupideces. 

—¡Lo que tú eres es una perra! —Grita de nueva Jorge quien se sale de control y le ha dado una cachetada a Natalia.

—¡Eres un imbécil! —Grita Natalia entre lágrimas mientras toca su rostro con una mano en el golpe —. No te quiero volver a ver en mi vida, ¡lárgate ya estúpido!

Ya han pasado 6 días y se ha recuperado de la cachetada, pero no del dolor de saber que las cosas no andan nada bien en su vida. Sus amigas le han insistido en que denuncie a Jorge, pero ella piensa que lo mejor es no saber absolutamente nada más de él. 

Abre su laptop para ver quién está conectado. Verifica. Nadie interesante. Se ha rodeado en los últimos años de personas vacías que no saben apreciar el valor de los sentimientos ni de la vida, tal como ella la ve.

Decide acostarse un poco y revisar Tumblr desde su celular. Mientras lo hace recibe una notificación de WhatsApp.

—¡Hola Natalia!

El mensaje ha venido de Sebastián. No le conoce en nada. Solo sabe que es un compañero de clase. Lo tiene en sus contactos desde la vez que la Profesora del grupo dijo que todos debían tener los números de sus compañeros para cubrir cualquier eventualidad. Pasan unos segundos y decide contestarle. —Seguramente es para algún trabajo—Piensa.

—¡Hola!

No sabe si ha sido muy seca con su saludo. Lo cubre rápido con un emoticón de carita feliz, eso siempre ayuda. 

Del otro lado no tardan en contestar.

—Natalia, Sé que poco me conoces pero quiero decirte que me pareces una persona genial… ¡Ah! y que me gusta mucho cuando sonríes. Espero no haberte molestado. Adiós.

La chica queda impactada. Efectivamente sonríe, pero no sabe qué decir. Además Sebastián ya se ha despedido. Qué chico tan extraño. Pasan unos segundos y finalmente le responde.

—¡Gracias, qué lindo!

Al comienzo de la conversación piensa que es otro de esos chicos que quieren simplemente jugar con ella, pero la verdad es que para empezar a conquistarla ninguno de sus antiguos pretendientes le han dicho que les parece una “persona genial”. Siempre le dicen que es muy bonita o que sus ojos o que su cuerpo, o que sexy o que bla bla bla… Así que, manteniendo la precaución, decide darle una oportunidad y seguir la conversación.

—¿Qué haces de fin de Semana?

Sebastián responde con una carita feliz, posteriormente escribe…

—Viajo con mi familia al Parque Natural ¿y tú?

—No mucho, escucho algo de música, reviso tumblr y creo que más tarde estudiaré un poco Matemáticas.

—Bonita y juiciosa. Pues llego mañana en la tarde. No sé si te parezca un poco apresurado pero… ¿crees que podríamos ir por un brownie con helado mañana?

Natalia no sabe qué escribir. Aún está muy pronto lo de Jorge. Además si la ve con algún chico quizás se enfurezca y termine formando un alboroto. Por otro lado su madre ha estado más prohibitiva que nunca.

—Lo siento Sebastián. No puedo salir mañana…

Ella sabe que el chico ha leído el mensaje. Sebastián no responde nada por unos segundos. 

—Está bien Natalia :)  será otro día. Y ¿qué música escuchas?

Natalia pensaba que el chico se iba a enojar, pero al ver la reacción comprensiva, y además que él no le haya preguntado el porqué de no poder salir le ha hecho ganar algunos puntos en su confianza.

—Puedes decirme Nata. :) 

Natalia ha iniciado una extraña, pero nueva amistad. Se siente un poco esperanzada y trata de pensar que no todas las personas en el mundo son malas y que puede haber gente muy agradable. La vida está a punto de darle una nueva lección. Una que nunca olvidará.