La llama de los Amantes.

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Te siento, te extraño, te respiro. Estás alojado en cada parte de mi ser junto con tu fragancia, como un tatuaje se adhiere a la piel, como el azúcar al té, como un humano a su vicio. Estás distante pero a la vez cerca, te puedo oír, tu voz me llama en ecos pidiendo por mi presencia y mi alma anhela tus besos y caricias ¿por qué no estamos juntos?

Aún siento tus manos acariciando mi rostro y tu temperatura junto a la mía creando grados diferentes, siento tus dulces palabras susurradas a mi oído junto con tu voz que embriaga mis sentidos y mis manos pasear por tu espalda mientras te digo lo especial que eres con besos en tus labios que se convierten en mi droga. 

Queremos estar juntos pero en vez de eso, nos alejan. La envidia los consume porque no conocen lo que tu y yo sentimos, no experimentan el fervor de los amantes.

Tal vez este no sea el momento y no estemos preparados para estar juntos, o tal vez no es nuestro destino, o simplemente debamos escribirlo en nuestro libro, pero lo único que sé con certeza, es que nos pertenecemos, en cuerpo y alma, eres mío y yo tuya.

A lo mejor nos encontraremos, algún día, en unos meses, años o posiblemente en unos minutos y en ese momento nos amaremos como prometimos hacerlo bajo la luz de la luna mientras la fogata nos envolvía en su bella flama. Volverás, y yo también lo haré, porque estamos condenados a este hermoso infierno que los mortales llaman amor. Es un honor arder junto a ti, mi amor.

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