Alivio.

444 34 20
                                    

Milo regreso a su Templo todo molesto, encerrandose en su cuarto. ¿Y cómo es que se molesto tanto? Simple, discutió con Aioria, había regresado del Templo de Leo.

Como odiaba a Camus, ese máldito "traidor" le estaba arrebatando a su mejor amigo.

Desde pequeños, Milo nunca mostró interés en Camus, el día en el que se conocieron a Milo no le agradó ni un poco, y eso lo demostró con las burlas y bromas que le hacía siempre, además de que le decía "chismoso".

Aunque, en el fondo no era así... y El lo sabía...



🌺🌺🌺



-Pues es es... Shun- respondió Hyoga nervioso, esperando que su Maestro no se molestará tanto.

-..........- no respondió nada.

-¿Maestro?

-Perdón pero ¡Shun!- gritó el aquamarina sorprendido.

-Etto, pues si- respondió con una risa nerviosa.

-¿Cómo tu... te enamoraste de Shun? ¿Qué no le tienes miedo a Ikki?- preguntó el aquamarina preocupado por su discípulo, no quería que lo hicieran pato asado :v.

-Pues fue desde que lo conocí.  Y si, Ikki me da miedo- suspiro el rubio rascándose la nuca.

-¿Desde que lo conociste?- preguntó el aquamarina sorprendido.

-Si, tenia nueve años cuando conoci a Shun... se presento conmigo fue muy amable- respondió con una sonrisa.

-Ya veo- contestó tranquilo, se sentía felíz por Hyoga.

-¿No esta molesto?-  preguntó el rudo sorprendido.

-No, el corazón decide a quien se ama. No la cabeza- respondió el aquamarina brindandole una sonrisa.

-Ya... veo. Me alegra que usted me entienda pero ¿por qué llora?- preguntó el rubio mirándolo preocupado.

-Por... por nadie- suspiro bastante triste.

-¿De verdad?- preguntó el rubio- No me mienta Maestro ¿Por qué llora?

- Por nada....Bu Bueno dejando de lado todo esto ¿A qué has venido?- preguntó el aquamarina regalandole a Hyoga una gran y hermosa sonrisa.

- No me cambie el tema maestro- reprochó molesto el rubio.

-Olvidalo Hyoga, te lo contaré en su momento- respondió serio.

- Bueno, quería avisarle algo que Atena nos dijo- dijo el rubio.

-¿De qué?- preguntó sin ganas el aquamarina, lo que menos deseaba era oir a Atena.

-Los Dioses Guerreros vendrán mañana, estarán un tiempo con nosotros, así que pidió que los Templos estuvieran limpios- contestó serio el ruso.

- Ya veo, muchas gracias Hyoga- dijo algo nervioso, ahora vendría Surt.

- No hay de que, Maestro, con su permiso- dijo el rubio haciendo una pequeña reverencia para darse media vuelta y salir del Templo.

Perfecto, ahora tendría que lidiar con Surt, el era un dolor de cabeza cuando se proponía molestarlo, genial, suspiro cansando. Necesitaba ayuda.



🌺🌺🌺🌺



La tarde transcurrió bastante tranquila, con ciertas excepciones.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 16, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Reencanar para volver a amar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora