Me quedé embobado observando el fuego un buen rato, tanto, que me parecía ver sombras con forma humanoide en él. A medida que transcurría el tiempo, aquellas siluetas adquirían una realidad inexpresiva. En ese mismo instante, recordé aquel sueño tan extraño, las siluetas que me hacían recordar el angustioso momento que sentí. Entonces me di cuenta de que las llamas del fuego no pueden crear esos contornos tan perfectos.
Me acerqué al fuego, hasta tal punto, que distinguí con más claridad aquellas sombras.
Entonces, apareció aquella figura que sujetaba la mujer, mirándome, como si quisiese decirme algo. Esa mirada era tan fuerte, que me empezaba a hipnotizar. Cada vez se acercaba más a mí, el fuego se empezaba a avivar, como si tuviese vida propia a la vez que mi corazón se empezaba sobre encoger, produciendo un gran malestar en mi pecho. Justo cuando pensaba que el fuego iba a consumirme, la figura misteriosa susurro algo:
- Exitium.
Yo, con un miedo indescriptible, me iba a armar de valor y preguntar quién era aquella figura, pero cuando me decidí a pronunciar esa pregunta, interrumpió en la sala Etheled gritando:
- ¡ALÉJATE DEL FUEGO CHICO!
Yo obedecí sin pensármelo y cuando me pude proteger detrás de aquel sillón tan peculiar, la chimenea estalló en un fuego abrumador. Las llamas empezaban a consumir los libros de aquella habitación creando una lluvia de cenizas, fragmentos de ardiendo de los libros y tablones de madera incandescentes que se desplomaban del techo. Yo pensaba que iba a morir, pues si no perecía por el fuego lo haría por asfixia y sino por el derrumbamiento provocado por la explosión.
- Aqua escatebra – Gritó Etheled mientras sus manos se llenaban de agua cristalina que surgía de la nada. -
Etheled lanzaba grandes chorros de agua, los cuales apagaba el fuego con tanta eficacia que no le daba tiempo a extenderse fuera de aquella habitación.
Tenía muchas preguntas sobre lo que había pasado aquella tarde. Pero el dolor aún existente en mi pecho y el gran cansancio que parecía haberse producido por la explosión, como si esta estuviese provocada por mi propio cuerpo Tanta era la velocidad con la que caían mis energías, que me desmayé cuando Etheled estaba terminando de extinguir el fuego.
A la mañana siguiente me desperté viendo como primera imagen el techo de la habitación de la última vez. Repuesto completamente de fuerzas, me alcé para sentarme en la cama observando que Etheled no estaba en la habitación. Recordaba muy bien lo que pasó la noche anterior, pero sentía una gran curiosidad de saber quién era aquella figura tan misteriosa y por qué había nombrado esa palabra "Exitium".
Me levanté de la cama y me dirigí a la habitación de la noche pasada para ver que había sido de ella. Encontré a Etheled ordenando algunos libros en las estanterías lo cual me sorprendió, puesto que ¿No habían sido destruidos la noche pasada? Entonces le pregunté:
- Buenos días Etheled, ¿te encuentras bien?, ¿Que pasó anoche?
A lo que él respondió:
- Menudo bombardeo de preguntas, ¿No? Veo que te encuentras bien. Yo estoy estupendamente. Anoche, no sé cómo explicártelo, pero te comunicaste con un dios de nuestra mitología, un dios destructor. Bueno, te lo explicaré mientras estemos de viaje. ¡Vamos!
- Un momento, un momento. – repliqué mientras me echaba las manos a la cara - ¿Cómo que nos vayamos? ¡Todo esto se había quemado! ¡Y lo peor es que esta mañana te encuentro ordenando los libros como si no hubiese pasado nada!
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El preludio del fin
FantasyEsta es mi primera historia y la subo a Wattpad para que me comenten que podría cambiar o mejorar. Si pudieran contactar conmigo para opinar sería de gran ayuda. Gracias