Alex

Capitulo 1: Dia normal.

Mientras el sol empieza colarse a través de las finas rendijas de la ventana de mi habitación, me obligo a mi misma a abrir mis aún somnolientos ojos. Levantó mi cabeza de mi escritorio que funcionó como almohada, y me paro de la silla que usé a modo de cama. La espalda me duele, aunque no es de extrañarse, paso todas mis noches en esa incómoda y comprometida posición. El desorden es increíble en mi habitación... la ropa tirada, estanterías que están por romperse, peluches de felpa en el suelo. Eso solo hace que destaque mi perfectamente ordenada cama.

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Me senté en el asiento que me corresponde esta clase. Faltaba media hora para que empezaran las clases, así que era la única ahí, como todas las mañanas. Acomode mis gafas con mi dedo anular y pase la pagina del libro que estaba leyendo. Mi concordia fue interrumpida súbditamente por el estruendo causado por Cole, un compañero de curso; el cual no sabe qué las puertas tienen una perilla, que la gente normal usa para entrar a una habitación.

-Sabes que puedes abrir una puerta de mil formas más pacíficas, ¿no?- le reproche con disgusto, mientras ponía mi mano desocupada en mi frente. Una pequeña risa leve fue su única respuesta. Recorrió la sala y se sentó al lado mío.

-¿qué haces?- pregunté con una creciente cólera. -Sentarme y empezar un día provechoso de estudio, ¿que más?-. Gruñi a modo
de quejido por su obviamente irónico comentario. Esto parece agradarle, no parece dar paro a su pequeña risa. Realmente es molesto, se sienta al lado mío con el único motivo de molestarme. Es obvio. Siempre me molestan. Todos. Solo por no querer vivir en un mundo tan corrompido como este. ¿Acaso no se dan cuenta de lo que está pasando?

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Las clases empezaron y concluyeron de la forma más monótona posible. Cole se abstuvo de molestarme en el transcurso de esta, cosa que agradezco. Aún así, me hubiera gustado tener su molestosa risa para distraerme un poco.

Guarde mis cosas en la mochila y me coloqué esta en mi espalda (con los soportes en mis hombros, claro) para salir de ese salón de clases lo antes posible, pero 'El molestoso Cole' me detuvo antes de poder cruzar la puerta, tomándome del brazo.

-Tengo que hablarte de algo.

Me enrojecí.

¿Qué demonios Cole? ¿Desde cuando puedes hablar seriamente? Esto me esta preocupando. ¿Que podría ser tan importante como para que lo mencionara así?

-¿e-eh...?-. Eso fue lo único que salió de mi boca. Me había puesto nerviosa sin razón alguna, era la primera vez que alguien mantenía contacto conmigo de esa manera. Él volvió a insistir en su petición. -Si, claro.- respondí aún titubeante. Algo importante tenía que ser, porque si no lo era, me aseguraré de que lo pague con cada uno de sus huesos.

Aún sostenida de su mano, me guió por los pasillos de la escuela. Era algo tan nuevo como raro para mi, no sabría describir exactamente como se sentía... aunque, de cualquier manera, la mano de Cole es asquerosa, tanto como el.

Nos detuvimos en el baño de mujeres. Extrañada, observé lo más disimuladamente posible el alrededor. Nada extraño. Las paredes de la escuela no parecían moverse, ni habían fantasmas encima mío. Mucho menos zombies buscando nuestros cerebros. Aún así, a cada bocanada de aire que tomaba, podía sentir que algo estaba mal. Algo no cuadraba, sentía una pesadez extraña que no había sentido en mucho tiempo. Cole me señaló al interior del baño. -Tenemos que entrar-, dijo Cole. -¿que?- pregunté extrañada. ¿Cole quería entrar conmigo al baño de mujeres. ¿¡Era esto una petición sexual!?