Una mañana, me desperte con el horrible sonido de la alarma de mi celular. Estaba frustrada, eso de estar viajando en los sueños me comienza a molestar. Es bastante molesto no poder disfrutar mis propios sueños, ya que no los tengo. En casa, al estar sola en mi habitación, es el único momento en el que puedo relajarme y dormir tranquila; pero sin importar el tiempo que descanse siempre me siento muy cansada.
Me dirigia camino al instituto, escuchando mi musica, cuando derrepente senti a alguien detras mio; voltee a ver y no habia nadie, asi que no le tome importancia. Segui caminando y todavia sentia esa presencia. Luego de un rato, senti como cubrian mis ojos con unas grandes manos, me asuste un poco, pero al escuchar su hermosa risa, supe alfin quien era, y sin dudarlo era Josh.
Voltee a verlo, ahi estaba el con su hermosa sonrisa, mirando fijamente a mis ojos.
No podia creer lo guapo que se veía, pero por Dios, parecía un dios griego. Seguimos caminando hasta llegar al instituto.
El día paso extremadamente aburrido, durante la clase de literatura Josh me paso haciendo reir con puras tonteras, hasta que el profesor nos interrumpio
-¡HEATER Y JOSH! SALGAN AHORA MISMO DE MI CLASE.-
-Disculpe profesor, no estabamos haciendo nada, mas que prestar atencion a su clase- dijo Josh con una sonrisa burlona en su cara.
-NO ME INTERESA, ¡SALGAN AHORA MISMO! O los llevo a la dirección-
Asenti sin darle importancia a las palabras del profesor Mike. Al final, esta era nuestra ultima clase, lo que significaba, ¡MAS TIEMPO LIBRE! y lo mejor de todo, junto a Josh.
Ibamos saliendo y Josh me preguntó
-¿Quieres que vayamos por un helado?, luego de eso puedo llevarte a tu casa- dijo con una sonrisa de oreja a oreja
-Claro, por mi no hay problema. Asi mi madre no notara que llego mas temprano- dije feliz en mis adentros. En ese momento queria gritar de felicidad PORQUE JOSH EL MAS GUAPO DEL INSTITUTO ME INVITO A UN HELADO!!!, Y luego SE OFRECIO A LLEVARME A CASA, una mejor tarde que esta no existe!.
Ibamos caminando juntos hacia la heladeria, cuando repentinamente el tumbo su brazo sobre mis hombros y me sorprendi ya que eso no era algo que el isiera siempre. Mientras caminabamos el me acercaba mas a el, y cuando finalmente llegamos me solto. Pedimos helado, el uno de chocolate y yo uno de cereza.
Hablamos toda la tarde, no teniamos un tema especifico ni nada, pero se que disfrutamos mucho el hecho de pasar juntos un buen rato, yo no sabía que pensar, pues que me invitara a un helado asi de la nada, no era cosa normal de todos los dias. Esta fue una tarde para recordar toda la vida.
Cuando decidimos por fin irnos, el me llevo hasta mi casa , cuando llegamos se despidio de mi, con un tierno beso en mi frente...