Enouement. Parte 2

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Si se metía en su cuarto sabía que acabaría tirando la pared abajo por la impotencia. Por ello, con el corazón latiéndole a mil por hora, Harry se dijo a sí mismo que un poco de aire fresco reestablecería su respiración y le ayudaría a minimizar los daños. Había aprendido con el tiempo que los lugares cerrados no eran buenos ni para él ni para sus estados lastimeros cuando llegaban.

Bajó hasta el jardín y caminó un rato hasta llegar a un banco bastante alejado de los edificios y pegado a un pequeño riachuelo.

Cuando realmente se dio cuenta de que ya estaba, de que había llegado el punto de inflexión en el que tendría de verdad que dejar el pasado en el pasado y pensar en sí mismo y en su recuperación, sintió la presión de sus propios pensamientos y los miles de recuerdos amontonados en su cabeza, como un flashback ilimitado al que ponerle fin.

Se encogió sobre sí mismo cuando una rama sonó cercana a él, pero al girarse se desinfló aliviado al comprobar que era Karen, no estaba preparado para ninguna otra conversación por el momento.

-¿Estás bien?- preguntó, mirando a la cara inexpresiva de la chica.

Karen abrió los ojos con sorpresa y asintió.

-¿Después de lo que acaba de pasar me preguntas a mí si estoy bien? ¿De qué planeta de hombres perfectos has caído tú, rizado?

Pasó entre los arbustos que separaban el camino del claro en el que se encontraba Harry y se sentó a su lado, con las manos dentro de los bolsillos de su polar y mirándole con una ligera sonrisa de análisis.

-No te tiene que afectar lo que te diga. Claramente no soporta que tengas ilusión y estés a punto de salir de aquí con las ideas claras. ¿Vas a escuchar a una persona que sale de aquí cada 4 meses para volver a entrar como llegó el primer día? No sé muy bien ni qué está haciendo- le dijo Harry, intentando que no se sintiera presionada o que dudara por las palabras de Louis.

Harry vio en ella el interés claro y las dudas de preguntarle o no hacerlo, así que, aventajado por las circunstancias y sabiendo que hablarlo con ella les ayudaría a ambos, fue el que dio el primer paso.

-No esperabas esto, eh- dijo, sonriéndole.

-¡Estoy flipando! Literalmente, Styles. ¿Tú y Tomlinson? ¡No me entra en la cabeza!

-Pues sí.

-Pero... ¿Cómo? ¿Él... es de Homes Chapel?

-No, es de Doncaster. ¿No lo sabías?

-¿Hola? He sabido más de él en la última media hora que en los cuatro meses que llevo aquí. Y ni siquiera creo que lo haya entendido.

Harry suspiró. No había observado ni un ligero avance en Louis desde que le había visto de nuevo, ni uno ligero, era el mismo Louis que se encontró tiempo atrás, la misma persona, el mismo ser torturado y sin ganas de vivir pero que lo seguía haciendo por algún motivo que escapaba a su razón.

No podía hacer nada por él, lo había intentado cuando él estaba completamente sobrio, cuando no se había dejado caer detrás intentando encontrar el alivio al corazón que parecía hallar Louis con cada gota de alcohol. Y al mismo tiempo que lo encontraba, porque mentiría si dijera que el alcohol no le había ayudado a huir del pasado, le hacía sentirse más miserable, perdido y solo después.

-¿Quieres que te cuente lo bonito? Me gustaría contarte lo bonito, es muy bueno.

-Si me dices que Louis era un ser de luz, con sonrisa amplia y ojos abiertos no me lo voy a creer, pero puedes intentarlo- dijo ella, dándole un ligero empujoncito con el costado.

Enouement. Emociones Vol. I - Louis y HarryWhere stories live. Discover now