F•R•I•E•N•D•S

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El plan era estudiar juntos. Ya esta, no era complicado. Se desviaron recogiendo la habitación, sí, pero... ¿Cómo cojones había acabado en el salón con los subnormales estos intentando vencer a Sans?

--¿Es enserio? ¿Ni Bakugo puede vencerlo?-- Mina emitió un quejido de frustración al ver que su idea de jugar con la ruta genocida no había sido tan buena.

--¡Cállate!¡Monstruo!¡Te has cargado a Papyrus!

Si Katsuki llega a saber que este era el panorama no hubiera dejado el pelirrojo le convenciera para bajar ni de broma. Pero cuando estaban a punto de comenzar sus estudios cierto cara de hamster llamó a su puerta preguntando si alguno era bueno en los videojuegos y que necesitaban ayuda con un 'enemigo'. Bakugo no era un experto, pero si había jugado a ese -en la normal, le daba pereza buscar a todos los enemigos para matarlos-. Ni se imaginaba que tan difícil iba a ser aquel esqueleto sonriente.

--¡Callaros de una puta vez, me estais distrallendo!-- Gritó frustrado. Y al los dos siguientes intentos, lo consiguió, mató a uno de sus personajes favoritos. --Os lo dije. Nadie puede vencerme.-- Su sonrisa victoriosa se desvaneció al ver a sus amigos casi llorando.

--¿Cómo has podido? ¡Que cruel!

--¡Me lo has pedido tú!

En realidad, era divertido. Cuando estaba con esos inútiles no recordaba que tenía que estudiar, ni que les habia insultado, tampoco sus problemas, con ellos se lo pasaba bien. Y era un sentimiento que nunca creyó que iba a experimentar, el de tener una panda de amigos. Una panda de amigo con la que conversar sin que le tuvieran miedo, riendose de cualquier cosa y no de otra persona.

Kirishima resopló dejándose caer en el sillón verde del salón común. Con el alboroto bajaron más compañeros y ahora se encontraba toda la clase en aquel lugar. En un principio estaba frustrado, se había dejado llevar y no pudo ayudar al rubio con sus materias atrasadas, pero, estaba sonriendo. Bakugo estaba sonriendo mientras Kaminari hacia sus gilipolleces. Quizás podía posponer esas clases unos dias más.

--Kiri~--La chica rosada se sentó a su lado casi aplastandolo. La conocía lo suficiente como saber que ese tono de voz solo lo utilizaba para preguntar algún cotilleo.-- No pongas esa cara, solo vengo a hablar contigo.-- Y eso hicieron. Hacía tiempo que no pasaban tiempo a solas y hechaban de menos esas charlas, asi que, se fueron a dar un paseo para ponerse al día.

Mina le contó como estaba pasando mucho tiempo con Kaminari, Jirou y Sero y sus planes para juntar varias parejas de la clase. Mientras, el chico se  debatía sí debía contarle lo de Katsuki. Decidió que era mejor guardarse aquello que no le concierne.

--Me siento un poco mal por no haber cumplido lo que dije, ¡ustedes chicos, son unos liantes!

--¡Culpable!--Se rió sin maldad ante el comentario de su amigo.-- Pero Bakubro ha estado como... Ausente. Creo que este rato le ha venido bien. Oye.. ¿Tú crees qué él esta bien?--Ella tomo una expresión más triste.-- Trae unas ojeras muy grandes y a veces mueve mucho las manos, como si tratara de esconder algo, además, una vez se quedó mirando a un punto fijo por mucho tiempo y parecia... Estar recordando...-- Suspiró.

--Creo que, si estas preocupada, deberías preguntarle. Osea no, no así. Pero ayudarle como tú sabes hacerlo.-- Eijiro le sonrió y ella le devolvió el gesto.

--Bueno, y como me has contado: vosotros dos estais pasando mucho tiempo juntos.

--Claro, somos amigos.

--Ah, no. No, no, no.-- Para darle más importancia, Mina se levantó del césped donde estaban sentados y situándose en frente del pelirrojo. --Hay una fina línea entre amigos y amigos.-- Dibujó con sus manos una línea invisible, enfatizado la última palabra.-- Cuando dos amigos comienzan a crear un ambiente a su alrededor más especial, dejame decirte que comienza a haber amor de por medio. ¡Lo vuestro se nota a kiló-!

--¡Shh!--Se levantó tapándole la boca antes de que alguien pudiera escucharlos. --¡Baja la voz! -- Maldijo el sexto sentido de Ashido tenía para esas cosas.-- Yo no le gusto, ¿vale? Si él se entera de mis sentimientos... Todo será más incómodo y ya no podriamos seguir siendo amigos...-- La aspirante a heroína no se sorprendió de que Kirishima estuviera enamorado pero sí ante su negatividad.

--¿Qué dices? ¿No se lo vas a decir? Así nunca sabrás si eres correspondido. ¡Tienes que intentarlo!-- Mina no paraba de gesticular. En su mente, su amigo era correspondido y vivían una historia de amor perfectamente gay, no entendía que Eijiro no quisiera declararse.

--Mina... Imaginate que se lo digo.-- Ante la seriedad del otro, ella se sentó dudosa en frente suya.-- Y no me corresponde.

--Pe-

--¡No me interrumpas!-- Cogió aire y prosiguió, con un aire triste.-- La tensión sería insoportable y por lo tanto, dejaríamos de ser amigos. Yo ya no podría pasar mi brazo por su hombro, ni ver como en su cara se forma una sonrisa, ni de escuchar su carcajada, tampoco podría colarme en su habitación, ni ver como sus ojos se iluminan cuando pelean, ni tener una de esas charlas profundas, no volvería a ayudarme con los estudios, no...-- Su voz comenzaba a templar y el nudo en la garganta a doler. Mina puso una mano en su hombro, dándole apoyo.--  No quiero... No quiero correr el riesgo.

--Voy a respetar tu decisión. -- Dijo con un tono de madurez.-- Pero, si puedo hacer algo, algo que sea seguro, que no joda nada, ¿podré?

--Lo harías aunque te dijera que no.-- Sonrió. -- Pero por favor, no hagas de las tuyas. Si crees que Bakugo a dado una señal de que le guste alguien: no le atosigues con tus preguntas. -- Ese era otro tema, lo ultimo que el rubio necesitaba era que su amigo, aquel que más le ayudaba con sus ataques, se le declarase.

--¿Por quién me tomas? ¡Claro que no!-- Miró hacia los dos lados y se acercó un poco más al otro.-- Yo... yo quiero ayudar a Bakugo. A pesar de que dice que esta bien, yo lo veo un poco... ¿estresado? Asi qie, como amiga, esta en mis manos mostrarle que estaré ahí como mínimo.

--Eres una buena persona, Ashido-- Mencionó orgulloso de la chica.

Volvieron a la sala con todos los demás, iban a empezar a ver una pelicula. El pelirrojo se sentó en la esquina del sofa al lado del chico que le ponía el corazón a mil.

En algún momento, sus manos se rozaron. Ambos dedos meñiques estaban dandose toques que el pulso nervioso le permitía.  Y, lentamente, los dedos se juntaron más y más

En un ataque de valentía, Kirishima puso su mano encima de la del rubio. Este se arrepintió al instante pero entonces, Bakugo entrelazó los dedos.

Dejó salir todo el aire que había contenido sin querer.

La pelicula terminó, y tuvieron que separas sus manos unidas, que seguían deseosas del tacto del otro.

Ansiedad [kiribaku/Boku no hero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora