CAPITULO #1

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Este era su cuarto año y el final en la academia de las artes Diamante, antes de postular a esta academia ella ya tenía una carrera de cantante pero para entrar debía terminar la escuela, una voz no lo es todo, pulir sus dones, eso hacías en Diamante, solo los mejores de los mejores, su grupo era de cien chicos y chicas, pero solo a diez se les elogiaba, estaban en un cuadro de honor, y ella era uno de esos diez… sentada en su silla habitual pensando en notas musicales cuando entro el, su peor pesadilla, su demonio personal, su némesis, lo odiaba, lo detestaba, le fastidiaba hasta que respirara… el murmullo… las risitas estúpidas de las chicas, el cuchicheo de esas patéticas criaturas que harían lo que fuera por una sola mirada de él, el chico más guapo y popular de todo el universo, el más rico también, demonios pero si era un patán, un cretino de la peor clase, ¿Cuántas de esas ilusas ya habían estado en su cama y seguían venerándolo? Hablando de él, elogiándolo, alimentando su estúpida vanidad, gritándole lo bueno que era en la cama… puaj, como si fuera un dios, a esas chicas no les importaba abrir las piernas por una sola noche, porque eso obtenías con él, nada más, y luego solo migajas tiradas al azar, pero no les importaba nada si el imbécil las miraba, después de todo ir al cuarto de YoungJae era como ir de paseo por el paraíso, un pasaporte a la popularidad, una garantía de citas porque si él se molestó en tumbarla debía ser buena… bella… sexy… ¡una hembra de calidad! Había escuchado esa frase en la boca del cretino… y hay estaban todo el grupito que conformaban su harén y el bullicio…

_____: ¡Ay ya cállense asquerosas, guarden silencio!

YoungJae: Tan fina como siempre.

_____: Hablo su majestad… oh por favor todos a rendirle pleitesía al estúpido sin cerebro Rey de los imbéciles.

Youngjae: ¿Majestad? ¿Rey? Me gusta… ¿será la envidia Tomboy (definicon: chica que se viste como chico y se comporta como uno pero le gustan los chicos)?

_____: Y yo que pensaba que solo las chicas eran veleidosas… al parecer no.

Bang Guk: ¡_____, YoungJae! Por favor chicos…

_____: El empezó…

Bang Guk: No estamos en primaria Deep, por favor sigamos la clase.

Odiaba al cretino, lo odiaba, y por ella lo destriparía hay mismo frente a toda la clase… Frente al profesor que era nada menos que Bang Guk, hermano mayor del puerco, adoraba a su hermanito y le celebraba todas sus sandeces, esparciría las tripas por la sala y dejaría un lindo decorado coronando con su negro y frio corazón…

Lee: Es horrible tener que tratar con esta gente.

YoungJae: No esperes más, después de todo se crió en un establo.

Imbécil. Era un imbécil, ya no lo soportaba, por que tenía que meterse siempre con ella, por suerte en la próxima clase él no estaba, salió disparada sin mirar a nadie, solo quería salir corriendo pero tropezó precisamente con él en la puerta y le boto sus libros…

YoungJae: ¿Es que no puedes fijarte Occidental? Además de vulgar eres torpe…

_____: ¡Cállate imbécil! Además ya tienes a tus grupies cogiendo tus cosas… en algunos países te llamarían CHULO. (Definicion hombres que se acuestan con las mujeres que prostituyen y tienen a la mujer que quieren cuando quieren)

Demonios como lo odiaba. Odiaba la forma en que la miraba, alzando su estúpida barbilla, un poco más de lo normal, porque él se creía de la realeza y a nadie lo miraba por sobre el oh no, y esa estúpida mueca en sus estúpidos labios… los presionaba de forma tensa y las aletas de su nariz se dilataban, era una expresión de desprecio, de repulsión, todo el mundo sabía que a Young Jae ella le daba repelús, había hecho un desastre su vida social, nadie que aspirara a la popularidad se le acercaba… es decir casi nadie.
Arrojo su bolsa sobre su pupitre y refunfuño un poco, deseaba clases de baile en ese momento, así botaría un poco su rabia…

Soo ling: Me contaron que te peleaste con YoungJae… otra vez.

_____: Hey, es el quien no deja de meterse conmigo.

Soo Ling: Deberías ignorarlo, no sé, cerrar la boca y seguir caminando, después de un tiempo se cansara y te dejara en paz.

_____: No nací para quedarme callada Soo.

Soo Ling: Okey pero _____ ya viste lo que paso con Daehyun o con Jongup, por tu bien no le sigas el juego a Young Jae.

Con ambos chicos no había pasado de la tercera cita, nada más darse cuenta que Young Jae el dios Jae la odiaba, les faltaba tiempo para salir arrancando, aun recordaba las lágrimas de rabia y dolor, y todo era culpa de el… y de esos que no tenían cojones, después de todo ella tampoco quería un chico que no llevara los pantalones por algo.

_____: A veces podría estrangularlo.

Estaba secando su cabello después de una larga ducha de agua caliente, tenía todos los músculos de su cuerpo relajados, se sentía genial… ¿Qué demonios era ese ruido? ¿Música? ¿Una fiesta? ¿a estas horas en la academia, no podía ser, no se permitían las fiestas… maldito, él era el único que se atrevía a fastidiar, y en días de semana, claro como el imbécil sacaba la chequera y todos bailaban al son de su voz…

Desde el primer día, el dios Jae hacia lo que le venía en gana, ella como el resto de los chicos debía compartir un cuarto con otra tres chicas y seguir las reglas al pie de la letra pero el maldito tenía un cuarto para él solito, todo remodelado para él, para su comodidad, porque el señorito se podía estresar, además papa pagaba las facturas.

_____: ¡YOUNG JAE!

YoungJae: Vaya, vaya ¿querías ser la primera en venir a mi cuarto fierecilla? Por lo general no dejo entrar a cualquier cosa pero podría hacer una excepción…

_____: ¿Qué yo que? ¿Estas demente? ¿Eres estupido o se te fundió el cerebro? Yo vivo aquí, la música está muy alta…

YoungJae: Y además eres un fastidio, Occidental eres como un grano en…

_____: Bájale a tu equipo o llamo a seguridad.

YoungJae: Vamos gatita llama… grita…

_____: O bien podría quemarte el equipo, tú escoges sultán.

Casi sonrió por dejarlo con la palabra en la boca, entro en su cuarto y giro para cerrar la puerta y echarle una miradita a esa puerta… la puerta del infierno, y él estaba en el marco de brazos cruzados con una media sonrisa torcida en el rostro, con un bufido azoto la puerta, quiso salir y golpear al dueño de la risa que escucho, dios como lo odiaba… pero cuarenta y siete segundos después la música se detuvo, las tres horas siguientes estuvo desconcertada, el no solía satisfacer sus deseos, el jamás le concedía lo que quería entonces… ¿Por qué apago su equipo? Quería cruzar el pasillo y preguntarle pero reprimió el deseo.

 // La Academia Diamond // B.A.PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora