MI CONCIENCIA Y YO © •CONEXIONES• I (PAUSADA)

PRÓLOGO

Desde los principios de mi historia ella siempre ha estado conmigo, ahí en esos momentos en que no soy yo, cuando menos puedo dar algo de mi, ella está ahí para no dejar hundirme, cuando debo tomar decisiones difíciles, allí está, incluso a veces se apodera de mi cuando no tengo fuerza suficiente para lidiar con los problemas por mi misma... Allí siempre ha estado pero estoy cansada de esto.

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—¡Danielle!, ¡baja a cenar!— gritó mi hermana desde la cocina.

No respondí.

Salí de mi cuarto, bajé las escaleras y tomé mi plato de comida.

—Gracias— agradecí seca y fría.

Subí las escaleras rumbo a mi cuarto...

—Asqueroso— bufé al probar la "comida" de mi hermana.

Solté la comida en el plato de mi gata y la atraje lentamente con mi mano, pues estaba bajo mi cama... Le fascinó.

########## *llamada entrante* (Hodgson)

¿Contesto? Pensé.

—Contesta, Dan— respondió mi conciencia, esa que a ratos es mi instinto y otras veces se convierte en mi pesadilla...

—¿Hola?— contesté como quien no quiere la cosa intentando no darle mucho interés a que quería aún sabiendo el porqué de su llamada.

—Hola Dan, soy Hodgson, ¿podemos hablar?— lo sabía, quería arreglar todo, pero ya es tarde,  lo hecho hecho se queda.

—No hay nada que hablar, solo dame un poco de tiempo para aclarar mis dudas— respondí mientras tocaba mi frente caliente.

—Deja que me disculpe por lo sucedido, si no hubiera dado el primer paso...

—Si no hubieras dado el primer paso yo no habría sabido que se sentía ser amado por alguien de esa forma— interrumpí hablando más alto que antes —Gracias por llamar y dejar que tu voz haya entrado en mi cabeza esta noche, pero mejor aclaramos todo luego, cuando estemos en nuestros cabales y no nos dejemos llevar de sentimientos que rebosan nuestros corazones.

—Solo quiero que sepas que...— hubo una pausa de unos dos segundos —que, que hablamos luego, descansa, linda noche.

—Adiós.

########## *llamada finalizada*

Todo se volvió tan confuso desde anoche, pude haberlo evitado, pero primero le hago caso a mi conciencia que a mi misma, a fin de cuentas, ¿era yo misma? ¿me convenía? No lo se, no tengo siquiera la certeza de mis acciones, aunque debo admitir que salir de allí sin haber hecho nada habría sido un error incluso peor.

Me acosté de lado en mi cama entrelazando una almohada con mis piernas.

Solo veía a Mouse comer de lo que sea que hizo Paulina en la cocina.

¿Como puedo estar segura de que lo que hice estuvo bien?

—Porque fui yo quien te dijo que hacer— gruñó mi conciencia.

¿Acaso lo que yo sienta no importa?

—Yo convierto esos pensamientos y los recreo de la forma que mas nos convenga. 

Estoy cansada de eso, quiero manejar mi vida, tu no te metas.

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Al cabo de unos minutos terminé quedándome dormida.