El que no nació para servir, no puede salvar una vida. Primera Parte

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El silencio reino sobre la escena, la sonrisa de Pena muy complacida por el giro de la batalla. Mirando desafiante a la formación de los camaradas de Marquez, acechando con la vista. Diciendo por dentro ustedes son los siguientes, Johana irritada, apretando los puños, deseando estrangular a la Invasora.

Los efectivos del mayor, rompen formación, se quitan los escudos, se ponen adelante de ellos. Están en posición de descanso, se levanta los visores del caso. El comportamiento confunde a Celestes, los gatos no pueden todavía asimilar la situación. Dan por abatido al mayor, la forma de cómo actúan los subordinados de su adversario. Pena interpreta que ellos se rinden se resignaron a que ella le corte el cuello.

Pena: mirando a su guadaña.-mentalmente-. Ese anciano orgulloso se confió y ahora esta dentro de tu estomago. Cuanto tardaras en adsorber el alma del anciano, teniendo en cuenta que le falta las pierna. Con esas heridas no le debe quedar mucho tiempo.

Guadaña: .-mentalmente-. A pesar de las lesiones, esta dando pelea, se encuentra en la profundidad del rió Aqueronte, no esta surtiendo efecto.

Pena: .-mentalmente-. Como puede ser tan patético que no puedas matar un anciano inválido.

Guadaña: -.mentalmente-. No siento vergüenza, reconocer cuando me están haciendo difícil mi trabajo. Aparte todavía no se dio cuenta, que nuestro oponente se dejo atacar. Porque ese comportamiento, no alcanzo entender tranquilamente no podría haber apaleado.

Pena: .-mentalmente-. No seas ridículo vejestorio, estas tan oxidado que tu percepción se encuentra mellada.

Guadaña: -.mentalmente-. Como sea mientras no muera mi huésped no podré combatir. Por lo tanto no le podré darle mis poderes.

Pena: .-mentalmente-. En simples palabras estas diciendo que no serás de ayuda, no tenemos todo el día. Cuanto tiempo necesitas, tengo un centenar de soldado para mutilar.

Guadaña: -.mentalmente-. No puedo responder porque no lo se, le recuerdo que se agota el sueño cadavérico. Nosotros los hijos de la muerta tenemos tratado que respetar. A menos que quiera escuchar los ladridos de Ursula, ya de por si estamos en falta. Ocupando un conjuro que usted no es dueña, sumando las faltas del señor Caronte. La gruñona le sobra motivos para que nos despelleje vivos, le sugiero que nos retiremos. Una vida humana para nosotros no es nada la espera. Cuanto puede vivir una niña maldita, no tiene mucha esperanza de vida. Si no muere por su maldición seguro lo hará Abel cuando se aburra de ella.

Pena: .-mentalmente-. (Mirando despectivamente a su ciervo.) Tengo que explicarte que la existencia de la mocosa es una blasfemia para mí. Cada día que ella respire, aumentare la distancia con Babel. Lo conozco lo suficiente para diferenciar un capricho o no. Sin mencionar que ella es parte de mi error, es mi presa que me escabullo entre las alcantarillas. Aunque se aferrase a las nubes del cielo, la descolgare antes que termine el día. Arrastrare su mugroso cuerpo por todos los infiernos.

Solo por una fracción de segundo el tiempo se detuvo, a los únicos que no afecto es a los gatos. Paradójicamente ellos no se dan cuenta de la anomalía temporal. Por cierto la causante de este fenómeno es pena, unos ojos sobresalen de la sombra de ella.

Pena: .-mentalmente-. En los momentos críticos eres una inútil, es mucho pedir matar una mocosa, para ser una creación nacida de mí. Eres una decepción, se supone que serias una gran aliada cuando tome el lugar de madre. Resultaste ser un fiasco, eres la única que traje, así que no tengo más opciones a recurrir a ti. Serias de mucha molestia que me traiga la cabeza de la piojosa del cabello de fuego.

Un final, un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora