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El sonido de los tacones negros de punta gruesa se escuchaban en los pasillos de la secundaria, haciendo que todas las personas girarán su vista a Jimin, para mantenerla en él quién con solo su andar hacía espacio entre las personas, dejándolo desplazarse a gusto.
Siguiendo con el recorrido le seguía los ajustados pantalones negros de cuero que se pegaban perfectamente con su figura, resaltando más sus ya bien proporcionadas curvas. Su camisa era blanca, simple, parecía nueva, recién estrenada y algo fina ya que sus botones rosados se mostraban con orgullo adentro de esta, aunque siendo algo opacados por la chaqueta de cuero color fucsia reluciente que cubría sus brazos con estilo, sin contar la "P" escrita atrás de esta de color plata, contorneada por pequeños diamantes y algo de escarcha. Una bufanda negra se enrollaba en su cuello, con un laso dejando querer ver más de esas clavículas.
Y por último unos rulos y un mini copete en su rubia cabellera terminaban su look, sin contar la sonrisa dd auto suficiencia que traía en sus gruesos labios.
Todos estarían más que felices de saber que esa preciosura se encontraba sola, pero eso ya era mucho soñar. Atrás de él habían personas siguiéndolo usando la misma chaqueta que él, pero igual no igualaban como se le veía al rubio.
Un castaño que aceleró el paso, y se paro junto al que todos ahora pensaban que era el líder.
-Jimin, solo han pasado cinco segundos y ya la escuela te esta adorando.-susurró y le sonrió falsamente a quienes los miraban- Creo que podrás cumplir tu cometido.
-Taehyung...-gruñó en advertencia sin mirarlo a él, ni a nadie, más que a la vía a la cafetería- Tienes que dejar de hacer y decir cosas estúpidas. Somos Pink Princesses y tenemos que actuar como tal. ¿Entendido?-su perfecta ceja se elevó y lo miró desde arriba consiguiendo una afirmación del menor- Somos groovy, recuérdalo.
Dijo sonriéndole por un segundo y siguió con su grupito atrás de él.
Por otro lado en la cafetería, ya otros tomaban su desayuno, era normal, nada que no hubiera pasado a principios de los demas años. Personas buscaban sus comidas para luego se sentarse con sus bandejas y con su círculo de amigos cuchichear de las cosas de su día a día. Estaban todos separados en secciones, por supuesto.
Los que nadie conoce en una esquina, los nerds "estudiosos" esos que no sabían más que estudiar para los examenes. En otra, los raritos/frikis esos que hablaban de los extraterrestres y súper héroes, y solo un poco más lejos, en la última esquina los "normales" que estaban en la mitad de la cadena alimenticia. En las dos mesas del centro se encontraban los grupos más reconocidos. Uno de ellos eran los "famosos" que eran los que aparecían en un programa de televisión conducido por un chico que pocas veces venía a la escuela gracias a su apreta agenda. Ellos llevan siempre ropa cara y casi nunca se les veía hablando con otra gente que no fuera de su grupo o clase social.