TMNT-Pasado Olvidado

11 años después

11 años habían pasado desde aquella fatídica noche en que se perdió Miguel Ángel. Como se había prometido a sí mismo, Rafael había hecho muy bien controlar su temperamento. Pero Raphael fue un exaltado por naturaleza y hubo momentos en que perdió la calma. Él y Leonardo lucharon especialmente. Esto se debió principalmente a que Rafael estaba celoso de que Leonardo se estuviera convirtiendo en un ninja tan bueno y sus habilidades eran más avanzadas que las de Rafael. Pero el verdadero topper fue recientemente cuando Splinter nombró a Leonardo como el líder. Splinter había permitido a sus hijos ir a la parte superior hace unos meses cuando cumplieron 15 años. Esto fue después de repetidos intentos de convencerlo para que les permitiera hacerlo. Splinter se había mostrado renuente a dejarlos ir porque temía que algo les pudiera pasar. Pero la rata cubierta de marrón sabía que no podía Mantuvo a sus hijos confinados para siempre y él tenía fe en que eran lo suficientemente hábiles para protegerse a sí mismos. Esto resultó ser algo muy bueno porque se habían encontrado con dos nuevos amigos en el camino. Una de ellas era una pelirroja llamada April O'Neil. El otro era un chico de cabeza oscura con dientes delanteros faltantes llamado Casey Jones. Los conocieron cuando April y su papá fueron atacados por unos matones. Casey y las tortugas intentaron salvarlos al mismo tiempo y, por lo tanto, cómo se conocieron. Rafael se había acercado especialmente a Casey. Los dos tenían el mismo temperamento y el mismo impulso cuando se trataba de detener a los delincuentes. Sin embargo, esto no siempre fue algo bueno porque hubo varias veces en las que Casey, Rafael o ambos hicieron algo sin pensar y tuvieron que rescatar a los demás. Este día fue uno de esos días también. Solo que fue solo Rafael quien estuvo sobre su cabeza. Había un nuevo elemento criminal en la ciudad como ninguno había visto nunca. Estos nuevos matones no eran realmente matones en absoluto. Llevaban todo negro y tenían habilidades avanzadas de ninjutsu. Y Rafael decidió que podía manejar a estos tipos por su cuenta. Había seguido a algunos de ellos hacia los muelles donde estaban robando un envío que acababa de llegar. "Muy bien", pensó Rafael mientras hacía girar sus sais en sus manos. "Es hora de enseñarle a estos payasos una lección". Con eso, Rafael saltó y usando su sigilo de ninja, logró dominar a algunos de los criminales y los sacó. Pero la tortuga roja enmascarada había subestimado la verdadera habilidad de estos criminales y pronto se vio superado en número y superado. Pero Rafael no estaba dispuesto a caer sin luchar. Con sus sais en la mano, Rafael cargó con toda su fuerza a sus enemigos y rápidamente derribó a algunos de ellos. Pero se dio cuenta de que cuanto más derribaba, más entraba en su lugar y Raphael pronto se encontraba atrapado. "Genial", pensó la tortuga roja enmascarada. "¿Ahora que?" De repente escuchó un grito, "¡Gongala!" Raphael levantó la vista y vio a Casey y Donatello entrar. Casey tenía su palo de hockey en la mano y Donatello tenía su bastón en la mano. El dúo logró derribar a los criminales que tenían a Rafael atrapado permitiéndoles huir. Pero Rafael estaba decidido a no irse sin hacer lo que vino a hacer aquí. Y eso estaba impidiendo que el envío fuera robado.

"Raph, ¿qué estás haciendo?" Donatello gritó cuando Rafael corrió en sentido contrario. "¡Tenemos que sacarla de aquí!"

"¡No me iré hasta que pare a esos payasos!" Rafael gritó. "¡Ustedes pueden irse si quieren, pero yo me quedo!"

"Estoy contigo, Raph!" Casey gritó siguiendo a Rafael.

"¡Uf, ustedes están locos!" Donatello gritó rodando sus ojos marrones. Pero la tortuga púrpura enmascarada siguió a su hermano y su amigo hacia el área principal de descarga. Una vez que llegaron allí, vieron lo que se veía como cientos de criminales vestidos de negro que cargaban el envío de productos químicos en un camión sin marcas.

"Hay tantos de ellos", susurró Donatello con los ojos muy abiertos.

"Bueno, genio, imagínate una forma en que podamos detenerlos", dijo Rafael, con los brazos cruzados frente a él.