Parte final: Reencuentro

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-«Cómo desearía tenerte a mi lado en este momento....»

Ahora que había entregado el oxígeno, era hora de llevar el dióxido de carbono a su reemplazo y luego ir al bazo. La ahora experimentada AE-3803 se sentó en una banca, en la misma en la que se había sentado con U-1146 después de haber circulado sin ayuda por primera vez hace mucho tiempo.

-«Qué bellos tiempos fueron..... »

Por primera vez muchísimo tiempo, la joven sonrió. Dos gruesas lágrimas recorrieron sus mejillas mientras apretaba las manos y lloraba silenciosamente. Pero esta vez no era de dolor, era por alegría. Esos recuerdos la alegraban y apenaban al mismo tiempo. Se apretó el pecho y se sonrojó mientras recordaba ese momento tan importante en su vida.

-«Siempre haz estado ahí para mí....- Se dijo AE-3803 -Ahora es mi turno de estar para . No voy a olvidarte nunca, ni siquiera cuando muera. Lo prometo»

-Es mi turno de ayudarte- dijo en voz alta -U-1146, si puedes escucharme, juro mantener viva tu memoria como sea. Y otra cosa... Te amo. Por favor, no te alejes más de mí...

La eritrocito sintió entonces un aroma familiar, muy familiar, y sintió como un brazo rodeaba su cintura. Pensó que eran imaginaciones suyas, pero al mirar al lado y levantar la mirada, vió algo que la dejó boquiabierta. Era él. Era U-1146. Estaba vivo. AE-3803, sin pensárselo dos veces, se lanzó sobre el neutrófilo. Éste no pudo atraparla y mantener el equilibro, así que aterrizó duramente en el suelo con su amiga encima.

-¡ESTÁS VIVO!- AE-3803 lo abrazó con fuerza, llorando de alegría

U-1146 correspondió y besó su frente con dulzura.

-Si, lo estoy- Respondió con calidez -Desde que nos distanciamos en ese incidente, te he buscado por todas partes

-Y...- AE-3803 le miró -¿Que no estabas muerto?

-No- U-1146 acarició su cabeza -Tuve un infarto y entré en estado de coma, pero sobreviví

-Me alegro tanto...- Acarició las mejillas del leucocito -Nada era lo mismo sin

-Lo mismo digo- Apartó la mirada y se sonrojó -Echaba de menos tu presencia tan agradable...

-AE-3803 lo hizo callar con el dedo y tomó el la cabeza del neutrófilo con sus manos, masajeando suavemente sus mejillas.

-U-1146...- La eritrocito apoyó la su frente en U-1146 -Nunca pude decirte esto. Sé que ya es tarde, pero...- Se sonrojó -Te amo...

-U-1146 tomó el rostro de la chica y lo acercó al suyo, dándole un suave y dulce beso. No había nada que decir. El significado estaba claro.
La eritrocito se recostó sobre el neutrófilo y le miró mientras correspondía al tierno gesto de afecto. Unos momentos después, se separaron.

-No necesito explicarlo, ¿verdad...?- U-1146 se había sonrojado completamente, y no se sentía capaz de verle la cara a la eritrocito luego de lo que había hecho.

-No, claro que no- Ella besó su mejilla -Tranquilo...- Entonces AE-3803 recordó lo que le esperaba al final del día, y se le quebró la voz al añadir -Sólo desearía poder estar contigo más tiempo que este...

-¿Qué quieres.... Decir?

-Yo... T... Tengo que ir al bazo luego de entregar esta carga de CO²- Señaló la caja -Lo siento....

U-1146 la abrazó con fuerza.

-No hagas esa estupidez, por favor- Imploró -Quédate conmigo

-Pero... No puedo reusarme si...

-No importa lo que te hayan dicho, sólo escuchame. Perderte fue lo peor que pudo haberme pasado. Ahora que volvemos estar juntos... Todo es perfecto. No soportaría... Que te fueras. No otra vez. No estuve para , y perdón, pero quiero compensarlo. Por favor, quédate conmigo.

AE-3803 sonrió, le sacó la gorra y acarició su cabello.

-Vale, vale- Suspiró -No lo haré. Después de todo, tampoco quiero morir.... Al menos no ahora que tengo todo lo que necesito para ser feliz

-Eh? ¿El qué?

La eritrocito le revolvió el cabello.

-Tú, bobito- Sus caricias bajaron al rostro del leucocito -Si la belleza fuese oro tú serías el tesoro

U-1146 se sonrojó y su mirada se encontró con la de AE-3803. Ambos se quedaron quietos, ahogándose en la profundidad de los ojos del otro. No hacían falta más palabras, sólo acciones. Tanto tiempo de distancia, tanto dolor acumulado, añoranza, desesperación... Se veían aliviados por fin. Las promesas entre esta pareja de células han sido inquebrantables, y aún se mantienen así. Y el amor que sienten por el otro es tan intenso y fuerte que ni la mayor dificultad que les surja podría romperlo.

El último suspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora