Creo que he experimentado las delicias de la amistad de forma intermitente, he sabido de personas que mantiene una relación de amistad a lo largo de su vida y de verdad las admiro porque sin importar lo que suceda en el camino, mantienen esa amistad incondicional.
Ya hace algunos años y a la fecha no entiendo que me llevó a recluirme en la casa, siempre se lo atribuí a mi situación económica que cayó de golpe y sin avisar, pero creo que más bien yo permití que esa situación me produjera muchas parálisis emocionales o esta solo fue una de muchas causas.
Por varios años lo más lejos que llegaba a salir era a sacar la basura, y antes de eso a regar mis plantas en el corredor de afuera, durante ese tiempo pensé en la falta que me hacía tener amigas, alguien con quien tan siquiera conversar y reír, cuando se deja de tener algo aunque suene exagerado vital como una amistad, es cuando realmente se valora y la ausencia de aquello llega a ser desgarradora. Pero igual nunca hice nada al respecto. Seguí recluida en la prisión que yo misma cree y sentía que merecía.
Quien me conozca o sepa algo de mi diría que tengo a mis hijos y a mi pareja, y si, los tengo y en el caso de mi pareja es mi mejor amigo, pero también hay cosas que no puedo ni debo hablar con mis hijos y a pesar que tengo una buena relación con mi pareja hay cosas que no quiero conversar con él, esos "asuntos de chicas" que él nunca va a entender y créanlo ya lo intente y en caso de estar molestos quien me puede aconsejar mejor o peor que una amiga...
Un día que me aleje un poco más de mi zona y me topé con dos amigas con las que salí por varios años, recuerdo que después de conversar un rato me dijeron que debíamos volver a salir como antes y que me contactarían, me emocionó bastante, ¡vaya que estaba desesperada!, las tenía en el Facebook, así que todas las noches aprovechaba y revisaba en la computadora que lograba robarme por cinco minutos esperando ver la tan esperada invitación en algún mensaje y además ¡saben dónde vivo! ¡Me podrían venir a buscar!, así que me fui con la ilusión de esperar el dichoso día, al tiempo vi una publicación donde se reunieron y salieron, al principio me cayó como un balde con agua fría, pensé que gran parte de la responsabilidad de tal afrenta era mía, primero porque la crisis me mantuvo sin celular por varios años y eso les debió dar un indicio de que dada mi situación no podría salir con ellas y se evitaron el bochorno de negarme a tan esperada cita, así que lo deje pasar, eso sucedió hace como dos años y deje de revisar mi cuenta. No sé si necesitaba amigas o ayuda profesional.
Los años han pasado y tome la decisión de darle un giro a mi vida, comencé a escribir, salgo aunque sea a caminar un poco, voy más seguido a hacer mandados, tengo nuevos sueños y nuevos proyectos algunos ya encaminados y otros en planeamiento, ya no me quedo en la casa auto compadeciéndome, retome el control de mi vida.
Hace unos días volví a ver en una publicación que salieron, días antes una de ellas pasó frente a mi casa, yo estaba regando mis plantas y cuando me volví para saludarla ella desde antes volvió su mirada para otro lado, pasó frente a mi como si no existiera, a los dos días de la publicación la volví a ver, yo esperaba el bus y ella venia en mi dirección, cuando me vio, cambio repentinamente su rumbo, a los pocos días la vi en la tienda y se sentía tan incómoda que yo solo pase e hice tiempo que se fuera, no sé ni tengo idea de porque ese cambio tan repentino, pero de ninguna forma quiero incomodarla a pesar que cada vez que salgo es como si estuviéramos cronometradas, siempre nos encontramos.
Los golpes que me he dado a lo largo de mi vida me han hecho una mujer fuerte, más sensible, más tolerante, más paciente y más transparente, he aprendido a valorar y entender a las personas un poco mejor, tratar de ponerme en sus zapatos, ya las nimiedades no me molestan, intento darle importancia a lo que la merece y si de verdad extraño poder tener a alguien que pueda llamar "amiga", sé que a su tiempo llegara.
Todas las personas cambiamos con el paso del tiempo, y a pesar de ser buenas amigas, como me paso con estas chicas, eso también cambia y solo debemos aceptarlo sin tratar de buscar las razones por las que pasa, nuestra amistad llego a su tiempo de caducidad.
Hoy creo que cuando la amistad toque nuestra puerta la debemos disfrutar el tiempo que decida quedarse y que no debemos de ser tan exigentes pidiendo a la persona que se acerca que cumpla con toda una lista de cotejo donde dependiendo de la calificación sea aprobado o no, las personas nos pueden sorprender, a pesar que en el tiempo que estuve en el desierto perdí la fe en las personas, la recupere y lo más importante recupere la fe en mi misma.
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Cosas de la vida
De TodoA lo largo de nuestra vida se nos presentan situaciones a nivel personal que en determinado momento nos afectan, luego nos reencontramos y entendemos que aquello que sentimos era de mucha importancia al final solo fue un proceso de aprendizaje.