Cuando bailas, y tus caderas se contonean.
En mi se desata un instinto animal.
Quiero arrancar tu ropa y así verte bailar.
Los tacones no ayudan mucho, pues mi mente imagina tus pies sobre mis hombros mientras gritas: ¡Más!
Me dan ganas de besar el suelo que pisas al bailar.
De tomar tu cintura y moverme a tu compás.
Quiero que jamás pares de bailar.
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Dentro de mi ser
شِعرMi esencia está escrita en los versos. Mi mente vuela lejos cuando te redacto en mi cuaderno...