Lazos inesperados

Primer día de clases.

Primer día de clases, no conozco a nadie, todo es nuevo a mi vista, el ambiente, los profesores, los alumnos, el aula huele a ambientador y a que el servicio de limpieza se esforzó para que todo esté perfectamente ordenado y en su lugar, las paredes tienen un color poco usual, son blancas, siento como si estuviera en un hospital, elijo un lugar intermedio al lado izquierdo cerca a la puerta. Lo primero que hago es coger mi teléfono, ubico la música en aleatorio y comienzo con mi lectura, no me atrevo a socializar con nadie ya que todos parecen tener sus grupos formados.

Es la x vez que me cambian de colegio, ya perdí la cuenta de las veces en las que me ubican en un lugar nuevo para estudiar, todo eso se debe al trabajo de papá, siempre tiene que viajar por motivos de nuevos proyectos y ahora llegue a esta ciudad, no es muy grande pero no es como si me importase puesto que casi nunca salgo de casa. A mis catorce años lo más productivo que he hecho es leer, tocar el piano desde los cinco años junto con clases de ballet, la viola desde los nueve, el clarinete a los diez y la flauta traversa desde hace dos años, sinceramente siento que eso era uno de mis pasatiempos favoritos pero me lo arrebataron al cambiarme a este lugar. Siento que desde que tengo uso de razón lo único que he hecho es complacer a mis padres a mis padres ya que ellos quieren a una hija modelo perfecta, con muchas habilidades y sobre todo son exigentes con mis calificaciones sin embargo, en estos dos años han sido un poco más flexibles y se debe a mi enfermedad.

Yo solía tener otras amigas en mi antiguo centro de estudios, creía que eso duraría por mucho tiempo pero no fue así, me di cuenta que solo andaban conmigo para copiarse las tareas y tener un lugar por las tardes donde ver películas y tener una vida social activa por las redes sociales, pero mayor fue mi decepción cuando enfermé y me dijeron que tenía úlceras gástricas, esas heridas no me dejaban comer, dolían a cualquier hora, aún recuerdo las horas y horas en el hospital, con tratamientos, endoscopias, biopsias, constantes citas, restricción alimenticia, mucho medicamento intravenoso para el dolor, durante todo ese tiempo ninguna de mis supuestas amigas me visitó o pregunto por cómo me encontraba, solo desaparecieron y luego me enteré que hablaron mal haciendo ver como una víctima caprichosa para obtener atención de mis padres. A partir de ello decidí estar sola y tratar de no llamar demasiado la atención, en este momento me encuentro más tranquila porque el estómago no me ha molestado en un tiempo y siento que ya puedo seguir con mi vida normal, de acuerdo a la cita del doctor tengo programado para dentro de tres meses un chequeo para revisar cómo se encuentran mis heridas y si ya puedo volver a comer normal.

Estoy perdida en mis pensamientos y siento que me llaman, alzó la vista para ver al profesor que me truena los dedos por lo que prosigo a quitarme los audífonos, cerrar mi libro, me disculpo y me dice que no hay problema pero que me toca presentarme por ser nuestro primer día y yo la nueva estudiante.

Me pongo de pie y hecho un vistazo a todo el aula. –Buenos días con todos, soy Amber Himura y como ya saben soy la estudiante de intercambio, espero que el año sea productivo para todos, gracias.- cuando estoy a punto de tomar asiento.

-Uy! Parece que tenemos una nueva nerd y al parecer si sabe comunicarse- oigo eso y me volteo a ver quién es el portador de esa voz, y al ubicarlo él continúa-Pensé que eras la típica nerd que solo se dedicaría a leer y estudiar para obtener las mejores calificaciones y humillarnos a todos. -me le quedé mirando y me di cuenta de que todos tenían la vista puesta en mí como si no me quisieran allí o esperando a que me acobarde, así que no me calle –yo no me superior que nadie, que tu te sientas así no es mi problema.

Diciendo eso tome asiento y el profesor comenzó con su clase. El día se pasó deprisa y por la tarde mamá pasó a recogerme, al llegar a casa lo primero que hice fue coger un pote de helado y correr a mi habitación para seguir con mi libro de Blue Jeans "Canciones para Paula", siento que es un escritor moderno fabuloso, sin darme cuenta es muy tarde y ya tengo que dormir, mis tareas las hice en clases así que no tengo nada de qué preocuparme y con esa satisfacción me quedo dormida.